Jiwoo asiste a un colegio católico. Un día se encuentra con una chica hermosa llamada Sooyoung , la cual hace una pregunta que no deja de aparecerse en la mente de Jiwoo:
"¿Es realmente malo desobedecer a Dios?"
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Empez...
Jiwoo salió temprano de la escuela para poder ir a visitar a Sooyoung al hospital y en el camino compró un ramo de flores bonitas.
Era un día lluvioso y todo tenía una tonalidad grisácea. Jiwoo cerró su sombrilla antes de entrar en el hospital y luego ingresó lentamente dirigiéndose al mostrador.
—Buenas tardes, he venido a visitar a la paciente Ha Sooyoung.
—Está en la habitación A 207 —le dijo una enfermera.
—Gracias.
Jiwoo caminó por el pasillo y estaba a punto de dar la vuelta para ir hacia la habitación de Sooyoung pero algo llamó su atención, una conversación.
—Buenas tardes señora, vengo para darle los resultados de la investigación que se realizó —dijo el oficial Seo a la mamá y a la hermana de Sooyoung—. Los investigadores han analizado la escena y pudieron darse cuenta de que la sangre que se encontraba en el lugar no sólo era de Sooyoung, también había sangre de una segunda persona.
—¿Saben de quién se trata? —preguntó la hermana mayor.
—Se trata de la señorita Lee, maestra de música en el Instituto donde estudia su hermana. Hemos tenido que investigar a la señorita Lee y nos encontramos con una serie de cartas que ella le mandaba a Sooyoung, eran cartas expresándole sus sentimientos, la maestra tenía una obsesión por la chica. La llevamos a la estación y ahí nos lo reveló todo. Nos dijo que había citado a Sooyoung en el jardín para poder decirle en persona lo que había escrito en las cartas, sin embargo, el encuentro no resultó como ella esperaba. La maestra Lee será detenida.
Jiwoo quedó congelada al escuchar todo eso, jamás se imaginó que la maestra Lee pudiera hacer eso pero ahora las cartas tomaban sentido.
La castaña esperó a que el oficial se fuera y luego vio pasar a la hermana y a la mamá de Sooyoung.
—Buenas tardes. Soy una amiga de Sooyoung, vine a visitarla.
—Está dormida en este momento ¿por qué no regresas mañana? —dijo la mamá de Sooyoung.
—Mañana no podré venir, tengo que ensayar para el festival de invierno... —Jiwoo miró hacia el ramo de flores que tenía entre sus frías manos—. ¿Puede darle esto cuando despierte por favor?
—Claro —dijo la mamá de Sooyoung tomando el ramo—. ¿Cómo me dijiste que te llamabas?
—Jiwoo.
La joven pasaba entre los pasillos del hospital, pensaba en su amiga y en lo triste que estaba porque no pudo protegerla, pero ¿acaso era su deber? Jiwoo se estaba obligando a cuidar de Sooyoung, pero era algo involuntario, siempre quieres que esa persona que es especial para ti se encuentre bien, no era raro que Jiwoo quisiera cuidar de Sooyoung, pero aún así se sentía decepcionada de sí misma. Comenzó a llorar justo cuando salió del hospital, sus lágrimas comenzaron a camuflajearse con las gotas de lluvia que caían por su rostro y por todo su cuerpo. De repente una pregunta irrumpió en su mente.
"Es realmente malo desobedecer a Dios?", recordó esa horrible pregunta de nuevo, aquella pregunta a la que nunca dio respuesta. Jiwoo sabía que era malo desobedecer a Dios, muy malo, pero siempre quiso negar el hecho de que estaba haciendo mal al pensar en Sooyoung, en amarla.
Sooyoung despertó a las doce de la noche, el cuarto de hospital estaba iluminado únicamente por la luz de la luna y las gotas de lluvia golpeaban las ventanas. Sooyoung giró para tomar el vaso de agua que estaba en la mesa de noche, se impresionó al ver un ramo de flores junto al vaso y lo tomó.
"De: Jiwoo Para: Sooyoung", decía en la pequeña tarjeta adornada con pequeños conejitos y corazones, "¡Espero que te recuperes pronto! ♡".
Sooyoung sonrió y abrazó el ramo sin importarle que éste se aplastara, gotas cristalinas cayeron de sus ojos y se resbalaron por sus mejillas, quería mucho a Jiwoo y la iba a querer sin importar qué, Jiwoo fue la única persona que se preocupó por ella desde un principio. Sooyoung sabía que quería que Jiwoo fuera más que su amiga, pero no creía que Jiwoo fuera a aceptar sus sentimientos y prefirió conformarse con su amistad.
Siempre supo que amaba diferente a los demás, sin embargo, no sabía que amar de esa manera le traería prejuicios y tanta tristeza en su vida. Sooyoung oraba para que todo el mal acabara y para que por fin pudiera amar a su manera en paz.
El amor no hace mal al prójimo; por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley. Romanos 13:10
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