Juro encontrarte.

-Veinticuatro-

Noah.

Me sentía extraño. Todo, se estaba volviendo confuso.

Milésimas de fracciones de recuerdos estaban en mi mente, y esta sensación de necesitar a Laila se hacia cada vez más presente. Es por eso que había salido a tomar un poco de aire libre.
Me sentía un poco frustrado, nisiquiera tenía ganas de pelear o boxear con alguien.

Cuando regrese a el departamento Laila no estaba, supuse que había salido a algún lugar, últimamente salía un buen rato.
Fui a mi habitación y observe el celular que le compre, aún no se lo he dado, pero pronto lo haré.

Tome una siesta y después de un rato me levante, me duche y arreglé. La pelea sería las 8, lo que más me preocupa es que Laila no ha regresado aún.

Escuchó que tocan la puerta. Por lo que me dirigí a abrirla.

—¿Estas listo? Ya tenemos que irnos.

No estaba seguro de que responder, le heche un vistazo a el departamento, como cuando se te olvida algo, sólo que en este caso era alguien: Laila.

A duras penas me tuve que retirar, le deje un recado a Laila avisándole que tendrían una pelea, que en el refrigerador había comida.

Ya en la ida hacia el lugar donde sería la pelea, no podía dejar de pensar en ella, estaba tan serio, debido a que me mantenía tan preocupado.

Llegamos, nos fuimos a la parte trasera del lugar, era una especie de bar. Fui a prepararme, Draco se quedó conmigo en todo momento.

—¿Porque tienes esa cara?—Se atrevió a preguntar. Mientras yo calentaba para la próxima pelea.

—Laila no ha llegado, nose donde esta.

Luego se escuchó como la persona que conducía las peleas grito mi nombre a través del micrófono.

—Amm...tal vez no llegue.

—¿Que?—Me detuve, ya tenía que estar presente en el ring, pero su respuesta me confundió.

—Bueno, me la tope y ella explicó que iría nuevamente a su casa.

Iba a cuestionarle muchas más cosas pero me estaban llame y llame que tuve que irme con un montón de dudas en mi mente.

—1,2,3...—Escuche como daban inició a la pelea pero estaba más concentrado en ella, ¿porque se iría?

Y de pronto, siento como un puño impacta en mi rostro.

Observó a la persona que esta enfrente de mi, me parece conocida...

(.....)

Laila

Abro los ojos.

Estoy, ¿en algún tipo de lugar demasiado oscuro? Noto que además pareciera una bodega, y tiene muchas manchas negras en la pared.

Intento moverme pero mis manos están atadas a unas cadenas, y mis pies amarrados.

Incluso mi boca esta tapada con cinta.

—Por fin despertaste.

Escuchó que dicen, levantó el rostro y observó quien es.

Andréa.

Depronto se me olvidaba que me había secuestrado Dylan y que por eso estaba aquí. Pero no pensé que fuesen aliados.

Alguien más entra a el lugar.

—Te dije que yo me encargaría de ella, ya vete.—Expresó un poco molesto Dylan.

—Tranquilo, también quiero divertirme un rato.—Tiene la intención de acercarse a mi, y probablemente golpearme.