7

26 3 0
                                    

Han pasado 3 meses desde que entré a otro instituto, me está yendo bien. Tengo una cita con Ámbar y esta vez no llegaré tarde. Es otro fin de semana, la recogeré en su casa.

Ya casi es hora, me visto. Opté por una sudadera blanca, jeans azules y converse blancos. Saliendo voy a la florería, después de todo es una cita y quiero darle un obsequio, ¿eso hace un novio no?.

Elijo rosas rojas y blancas, porque me recuerdan a ella. Me voy en un taxi en dirección a su casa. Toco la puerta y abre, ahí está, maquillada y con un vestido corto, uñas pintadas y olor agradable. Se ve muy linda.

-¿Eso es para mí?- observa las rosas.

-¿Eh? ¡Ah! Sí- Le doy las rosas -Vamos- me atrevo a tomar su mano de nuevo, ya me acostumbré. Abro la puerta trasera del taxi, pero estrecha mi mano -Sientate conmigo- sonríe.

-Ah... Como digas- entro junto a ella y cierro la puerta. Le doy la dirección al taxista y nos vamos.

Sigue tomando mi mano y apoya su cabeza en mi hombro izquierdo. Se hace la dormida.

No sé qué hacer, así que actúo como si no me importara, aunque sé que estoy un poco sonrojado.

Llegamos al Restaurante Mérida, pago el taxi y entramos, nos dan una mesa y al poco rato nos toman la orden.

No me gusta esperar tanto, así que me voy al baño, me lavo las manos y comienzo a mojarme la cara, a mis espaldas entran y salen chicos, pero uno me resulta familiar, se lava las manos junto a mí y puedo reconocerlo.

–¿Andrés? ¿Eres tú?– lo miro sorprendido.

–Eh...¡OOOHH! ¡Adrián! ¿Qué haces aquí compañero?– se acerca simpático a mí y toca uno de mis hombros.

–Jaja, estoy con mi novia, solo vine a lavarme las manos– suspiro.

–¡¿Queeé?! ¿Desde cuándo tienes novia niño? Presentamela– comienza a agitarme.

–¿Eh? Si tú lo dices, pero por favor comportate, no vayas a andar de malcriado como la otra vez– lo tomo del brazo y lo guío hacia mi mesa.

Ámbar cambia su cara de felicidad a una de disgusto al percatarse de que volvía, pero con compañía.

Le presento a Andrés y se comporta un poco diferente.

–Mucho gusto Ámbar, espero que nos llevemos bien.

–Igualmente

Me mira con picardía pero trato de ignorarlo. La comida llega.

–Cariño, dí "A" – sumerge su cuchara en su crema de cilantro y comienza a acercarla a mis labios cuidadosamente.

Espera, ¿me dijo "cariño"? ¿Por qué me da de su plato? ¿Y justo ahora?

Andrés no hacía nada más que observarnos, en especial a mí, quería ver mi comportamiento. Pero bueno, no puedo negarle la petición a mi "novia".

–Oh, claro– me acerco a la cuchara para meterla a mi boca –Mmm~

Qué raro.
Nunca he hecho algo así.

Ámbar sonríe y acaricia mi mejilla. Andrés trata de contenerse la risa aunque no servía de nada, era bastante obvio, por lo menos se levantó y me miró.

–¡Se-será mejor que me vaya!– pareciera que estuviese a punto de reír –Mi familia está al otro lado del restauran, hablamos luego Adrián– me da una palmada en la espalda y se va con el paso acelerado. A lo lejos pude escuchar su fuerte risa. Ay... Qué vergüenza, probablemente se lo contará a los demás.

Suspiro incómodo y como mi platillo. Después de un rato, terminamos de comer y pedí la cuenta, pagué y nos fuimos.

Ámbar se acerca a mi brazo y me vuelve a tomar de la mano. Al sentir que la agarró, se la estrecho un poco. La miro de reojo mientras esperábamos un taxi y noto que estaba sonrojada, lo que hizo que me pusiera nervioso.

Hasta que llegó un taxi, igual me senté junto a ella y le dije que nos llevara al cine más cercano.

Ámbar se acurruca en mi hombro por un rato, hasta que se acerca a mi rostro y vuelve a besarme. Pero decido separarme.

–O-oye, no tiene caso que actuemos como novios ahora– desvío la mirada.

Ríe un poco y mueve mi rostro con una de sus manos obligando a que la mirara –Sólo dejate llevar.

Y eso hice...
Volvió a besarme y tímidamente le correspondo, se sostiene de mi cuello, me acerco un poco más sosteniéndola de la cintura, es muy delgada. Continúa el beso y acaricio una de sus mejillas sonrojado.

(¿Qué demonios pasa conmigo?)

¿Mariposas en el estómago? Ahógalas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora