Años atrás.
De: Niall.
Para: _____.
Asunto: Grafiti.
Este es el plan, mira, te vengo a ver a las doce de la noche, con suerte tú madre no te hará cerrar tú balcón con llave, te sales por ahí, saltas, te atrapo y nos largamos a hacer el jodido grafiti.
De: _____.
Para: Niall.
Asunto: Culo.
Ni por tu puto culo, salto por ahí, piensa en otra cosa.
Capítulo 5:
Mire aquellos rayones, se había salido un poco la pintura pero seguía igual, algunas jodidas personas habían rayado sus nombres pero estaba igual, no cómo nosotros.
Niall se rasco la nuca y paso las manos por su cabello rubio.
—Y bien…—empezó nervioso.
Lo mire confundida.
—¿Qué te pasa? —le pregunte.
Me devolvió la mirada como si le hubiera dicho algo estúpido.
—Oye estamos en un cita—me aviso.
En realidad me recordó pero esto no era una cita, las citas son para personas que se gustan, a él no le podría gustar nadie y a mí no me gusta él.
Le saque mi dedo de en medio.
—No. Es. Una. Cita—le avisé esta vez yo.
Rodo los ojos.
—En la cafetería trataste de besarme y dices que no es una cita—dijo más para él que para mí.
Arrugué mis ojos.
—¡Fue un accidente! —exclamé y añadí: —Ese tipo me empujo y caí de cara contra ti.
Río.
—Lo sé—asintió con la cabeza.
—Bien, porque no es una cita—le avisé de nuevo—. Además tienes novia.
Me miro y entrecerró los ojos.
—¿Celosa? —preguntó con una sonrisa torcida.
Apreté levemente mis puños, dios mío, que arrogante.
—¿Debería? —espeté.
Soltó una carcajada y volvió la vista a nuestro grafiti.
<<Nuestro>>
<<Nuestro>>
<<Nuestro>>
—Te sonrojaste—me dijo refiriéndose a lo del casi beso.
Fruncí los labios y hablé: —Sí, no viste que tenían encendida la calefacción en la cafetería.
Río a carcajadas.
—Bien—fue lo único que dijo.
Lo mire y sonreí.
—¿Qué? —preguntó y en su rostro se dibujó una sonrisa al igual que la mía: —¿Te gusto, cierto?
Chillé.
—¿Estás jodiéndome? —le pregunté.
Negó con la cabeza, chasqueando la lengua.
—No, no,no—dijo y añadió: —, es que se te nota.
—A mí no se me nota nada—le dije con las comisuras de los labios un poco alzadas.
—Entonces…—aquí iba—¿Eso significa que te gusto?
Jadee.
—¡No! —.
<<Eso creo>> <<Claro que no>>
—Bien—volvió a decir.
—Ajá—dije para no quedarme callada.
Pareció neutro durante unos segundos mirando el grafiti hasta que dirigió su mirada a mí.
—¿Qué pasa con Finnick? —preguntó.
—¿Qué tiene que pasar? —fruncí mi entrecejo.
—¿Te gusta? —me dijo.
—Me encanta—dije sarcástica.
Río.
—¿Qué? —le pregunté.
—Tú voz sonó necesitada—confesó.
—Lo sé—río con él.
Después de unos veinte minutos más mirando el grafiti, abrí mi boca para hablar pero luego sonreí y me dispuse a hablar.
—¿Tarta de chocolate o vainilla? —pregunté.
Me miró y río por lo bajo.
—Ya lo sabes—dio golpecitos a la pared en la que estábamos recostados.
—Sólo… sólo dime—pedí.
—Vainilla—contesto, vaciló un instante: —¿Internet o libros?
—Libros—contestó: —¿Televisión o video juegos?
Reí recordando nuestro juego, bufé por lo bajo al recordar que era un juego viejo y qué lo había extrañado tanto.
—Video juegos—dijo—¿Faldas o pantalones?
Fruncí los labios.
—Ya lo sabes—le dije.
—Sólo dime—me dijo sonriendo.
—Pantalones—contestó: —¿Leight o Cody?
Se pasó las manos por su cabello espeso rubio.
—¿Puedo decir ninguno de los dos? —preguntó.
—Ya lo sabes—le avisé.
Bufó.
—Cody, aunque lo odie—confesó.
Jugué con mis manos, yo también lo odiaba.
—¿Buzo o vestido? —pregunto tarareando una música.
Si no escuché mal era “Baby i love you — The Ramones”
—Buzo—contestó—¿McPhee o McHunter?
Los dos profesores de la preparatoria se tenían que parecer, en eso y en sus apellidos.
—McPhee—sonrío—¿Finnick o Kaidan?
Kaidan el gótico.
—Oh, Finnicky, ni siquiera conozco a Kaidan—confesé.
Se secó el sudor de las manos en el pantalón.
—¿Finnicky? —preguntó, confundido.
<<Cómo era qué me había dicho>>
Qué lo llamaban Finnicky por… Mierda… Ah, sí.
—Le gusta que sus amigos lo llamen Finnicky para que le digan “Hey, Finnicky” algo así—le informé.
Sonrío apretando los dientes.
—Hum… Es raro—comento riendo.
Lo miré y reí con él.
Su risa, la extrañaba.
<<Duh, ya basta>> me dije.
—Dije lo mismo—le dije riendo por lo bajo.