Sus llamadas y mensajes no paraban, me hacían querer llorar pero ya me tenía prohibido hacerlo por él. Mamá había visto mi moretón en la mejilla y me dejo quedarme en casa por dos semanas, mi padre había hablado con el director y ahora mismo me alisto para la nueva semana que viene.
Suspiro, en un mes es el baile de graduación, en un mes me voy, en un mes lo mío y de Niall no da para más.
Había estado deprimida la última semana, sobre todo por lo que decían los mensajes de Niall, eran como:
“Bebé, vuelve por favor”
“Siento que no respiro sí no estoy a tu lado”
Y eso realmente me hacía poner triste. Finnicky había golpeado a Niall cuando se enteró, Niall no le había devuelto el golpe.
Miro mi vestimenta y es como siempre. Miro mis ojeras y están más notables, no puedo dormir muy bien, no puedo comer muy bien.
—¿Estás bien? —pregunta Travis.
Asiento con la cabeza y finjo una sonrisa.
—Sí, ya bajo—le aviso.
Él asiente con la cabeza para salir del cuarto. No le había contado a nadie que Niall me había golpeado, Finnicky está decepcionado de mí (por la Universidad) y de Niall (Por golpearme) No me habla, no le habla. Está solo, estoy sola.
Finjo una sonrisa frente al espejo.
—¿Cómo estás, _____?—fingí una voz mimada.
—Oh, bien. Muchas gracias—sonreí.
Parecía muy real pero no lo era.
Maquille mis ojeras y estas quedaron en la nada.
Baje y sonreí a todos.
Travis y Darwin treparon al auto, y Travis manejo hacía la preparatoria.
Mis manos se movían, se aplastaban y mis ojos querían llorar pero no los dejaba.
Bajamos del auto y algunas miradas se posaron en nosotros. Ignorándolas, entramos.
Clases: Normales.
Personas: Normales.
Niall: No lo había visto.
Parecía calcular todo para no topármelo pero tendría que hacerlo. Miles se paró frente a mí.
—¿Por qué no has venido? —pregunta.
Mi mirada en la cafetería se posa en Finnicky que conversa animadamente con un grupo de chicos y chicas. Su mirada también se cruza con la mía y no me saluda pero soy yo en girarla primero.
¿Él supero tan rápido nuestra amistad?
Sí.
¿Niall ya supero lo nuestro?
No lo sé pero posiblemente sí.
Vacía era la palabra que me definía.
Sonreía como sí todo estaba bien, conversaba como sí todo parecía genial, reía como sí el día fuera el más maravilloso. Parecía feliz pero nadie veía como realmente me sentía.
—Oh, ya te mejoraste. Eso es bueno—dice Miles caminando conmigo hacía la salida.
Asiento con la cabeza.
—¿Escuchaste sobre la fiesta de Craig Chadwin? —pregunta sonriendo.
Niego con la cabeza.
—Tienes que ir, raramente invitó a todos los de la preparatoria—frunce el ceño.
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