—No quiero este vestido, Finnicky—me queje.
Él niega con la cabeza.
—Ese será. Combina con mi traje—responde.
La cajera sonríe mientras pasa la tarjeta de Finnicky.
—¿Baile de graduación? —pregunta.
Asentimos con la cabeza.
—¿Mejores amigos, cierto? —pregunta nuevamente.
—Sí pero ella es tan terca—se queja Finnicky señalándome.
La cajera ríe para luego meter mi vestido delicadamente en una bolsa.
—Gracias—le digo.
Le entrega la factura a Finnicky y los dos salimos de esa tienda.
Finnicky me codea.
—Últimamente me codeas mucho—empiezo— Y me duele.
Él se ríe.
—Hablo en serio, Finnicky—contesto ante su risa.
Él vuelve a reír y su risa me contagia.
—¿Ves? —te gusta que te codee.
Me codea otra vez haciendo que caiga encima de una señora. Esta me fulmina con la mirada mientras yo trato de no reír.
—Finnicky—gruño divertida.
Él suelta una carcajada.
Mañana es el baile, voy a ir con Finnicky y veré a Niall besar a Crystalle otra vez.
¿No entiende que no me gusta que este con ella? Niego con la cabeza, yo le termine. Él puede estar con quién sea.
—¿Estás bien? —pregunta Finnicky.
—¿Crees que ya me superó? —suelto.
—Yo…—susurra Finnicky, nervioso.
Eso me responde todo. Lo abrazo.
Niall ya me supero y yo, supongo, que trataré de superarlo.
Finnicky acaricia mi cabello.
—Lo siento—murmura.
Niego con la cabeza.
—No importa—respiro entrecortadamente—, vamos a casa.
Me deja en mi casa para luego irse a la suya.
—Te recojo a las seis—dijo antes de irse.
Ahora estoy viendo una película de terror. El chico apuñala a la chica en la panza.
“Ese eres tú, Niall” le digo en mi mente pero, claro está, él no escucha. “Yo soy la chica pero en vez de apuñalarme la panza me apuñalaste el corazón”
“Me apuñalaste el corazón”
He estado echándole la culpa a Niall todo este tiempo, pero… reconozco que tuve mucha culpa al no decirle que iba a Stanford pero ahora voy a Manchester; por Finnicky, no por él.
Arreglo el vestido negro, y me maquillo un poco más. Mis labios están rojos y mis mejillas un poco rosas, mis pestañas ahora están más altas. Travis asoma su cabeza, está en un traje.
—Estás hermosa—me dice sonriendo.
Le sonrío de vuelta.
—Gracias. Tú no estás mal. ¿A qué hora vas a ver a Agus? —le pregunto.
Agus estudiaba en nuestra preparatoria, sólo que tenía casi todas las clases con Travis pero yo no me juntaba mucho con ella. Sólo la veía cuando estaba aquí dándose besos con Travis. Ella hace feliz a Travis y eso la hace ser buena chica.
—Ahora. Te quiero hermanita—sonríe Travis.
—¡Yo a ti! —exclamo cuando está a punto de irse.
Vuelvo a mirarme en el espejo.
Tacones negros al igual que el vestido. Agarro mi chaqueta y bajo a esperar a Finnicky: A las seis y diez tocan la puerta.
Abro y está Finnicky envuelto en un traje.
—Finnicky—digo al ver su corbata.
—¿Qué? —pregunta.
Arreglo su corbata y luego le sonrío.
—Ahora, sí. Vamos—le digo.
Nos trepamos a su auto y él conduce hacía la preparatoria. Estoy nerviosa.
A la mitad del camino el auto se para. Frunzo el ceño al igual que Finnicky pero luego el ceño de Finnicky se va deshaciendo por una mueca.
—Se me olvido poner gasolina—comenta.
Arrugo la cara.
—¿Cómo se te pudo olvidar? —pregunto, un poco enfadada.
—¿Por qué no me hiciste acuerdo? —ataca.
Niego con la cabeza y suelto una risita.
