Faith Young todavía no sale de su casa. Escucho como se despide y se queda conversando un momento dentro. Finnicky y yo después de darle un buen susto a Faith iremos a la preparatoria. Ella vuelve a despedirse para luego salir de la casa.
Finnicky y yo gritamos muy alto.
—¡Santísimos dioses! —grita ella.
Le doy un codazo a Finnicky para luego salir corriendo del lugar.
Jadeo.
—¿Viste su cara? —pregunto riendo.
Él asiente rojo por la risa.
—“¡Santísimos dioses!”—arremeda a la chica.
Río más al recordar sus palabras.
Nos calmamos un poco para luego caminar hacia la preparatoria.
—No olvidaré este día—comenta Finnicky.
Yo asiento con la cabeza. Sería difícil olvidar las palabras y la cara de Faith.
Finnicky se va a su clase y yo a la mía. El profesor falto y Niall se come a besos con la pelirroja.
—¿No son tan lindos? —pregunta la chica que tengo a mi lado.
Asiento sonriendo con la cabeza.
—Sí, son lindos—miento.
¡Es mentira! Parece que quisieran formar un bebé en medio de la clase.
Suspiro frustrada aguantando las lágrimas. La mirada de él cruza con la mía pero simplemente la giro. No es porque este enfadada, sino porque ya no somos amigos.
—¿Finnicky es tu amigo, cierto? —me pregunta la rubia nuevamente.
Asiento con la cabeza.
—Sí, es un tipo increíble—respondo.
Ella sonríe para apuntar algunas cosas sobre su cuaderno.
Travis está con Agus en su dormitorio, por suerte no se escucha nada raro. Seguramente sólo conversan. Darwin se fue. Melody se fue. Thomas se fue.
¡Cómo los extraño!
Agarro el teléfono para llamar a Darwin, por suerte mamá instaló esa cosa para poder llamar a otros lados.
—¿Sí? —pregunta Darwin.
—Soy yo, Dar. _____—respondo sonriendo.
—Oh, _____—dice—. ¿Cómo está todo allá?
—Bien, está bien. ¿Cómo te va allá a ti?
—De hecho, es genial. Amo está Universidad—responde y luego con voz triste dice: —Aunque extraño a Cassie.
Suspiro.
—Lo sé, Dar. Pero tienes que superar—respondo.
¡Anota! Mi mente su burla de mí.
—¿A ti? ¿Cómo te va con Niall? ¿Han vuelto? —pregunta.
—No, ni creo que lo hagamos—respondo.
Se escucha un grito.
—¡Tengo que irme! ¡Un amigo me llama! —dice y cuelga.
Por lo menos ya ha hecho amigos.
Me pregunto qué hace Niall ahora. ¿Besándose con la pelirroja? ¿Hablando con sus padres? ¿Preguntándose por mí como yo lo hago por él?
No. Siento ya las lágrimas acumuladas en mis ojos.
¡Maldito Niall!
—No voy a ir—espeto.
—Vas a ir—.
—No—.
—Sí—.
—No—.
—Sí—.
—Sí—.
—¡Ajá!—grita Finnicky, divertido.
Giro los ojos.
—No tengo pareja y nadie me ha invitado—le digo alzando las palmas.
—Bueno. Señorita, ¿Le apetece ir al baile conmigo? —pregunta.
—No—.
—Así no se hace, ____—se queja.
—Así se hace cuando no quieres ir—respondo.
—¿Qué tengo que hacer? —pregunta.
—Tirarle la comida a Niall—le digo divertida.
Sin más, ya está tropezándose “accidentalmente” con Niall. Muerdo mi mejilla desde dentro para no reír a carcajadas.
Niall tiene fideos en su cabeza y la lasaña está regada en sus zapatos.
—Cuanto lo siento, amigo—se disculpa Finnicky—, pero no tocaré eso.
Se reúne conmigo frente a los baños. Empiezo a reír a carcajadas.
—¡Oh dios! Eso fue…—balbuceo y sigo riendo.
Finnicky ríe por lo bajo.
—Ahora irás al baile conmigo—ordena.
Asiento con la cabeza, iría al baile que es en dos días.
