Jeon JungKook » BTS

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No le gustaba.

Lo que sus ojos apreciaban en silencio desde la distancia, no le gustaba en lo absoluto.

¿Cómo podía ser para ese chico tan fácil acerarse a ti y hablarte con tanta naturalidad mientras que para él, el solo hecho de chocar miradas de manera "accidental" contigo lo hacía temer por estar sufriendo de arritmia?

No, aquello no era justo y lo detestaba.

No eran nada más que compañeros de clase. Unos simples conocidos que con suerte, habían intercambiado un par de palabras durante los tres años que llevaban juntos en el mismo salón, pero aquel detalle, no le impedía retorcerse de celos en su lugar porque tú, le gustabas.

JungKook no tenía grandes y profundas razones para que sus ojos, involuntariamente, te buscaran entre la multitud o que una boba sonrisa tirara de la comisura de sus labios de manera casi automática cuando te veía hacerlo. Simplemente, su corazón latía cada vez que te veía y eso, le era suficiente como para sentir aquellos desagradables sentimientos, llamados celos, dentro de su pecho ahora que te veía reír junto Kim TaeHyung como si nada más en el mundo importara.

Los observó por unos segundos de pie en la entrada del pasillo, perdido en sus propias frustraciones y sin hacer ademán de querer moverse hasta que un brazo, que rodeó de manera amigable sus hombros, lo trajo de vuelta al planeta tierra justo cuando comenzaba a maldecirse a sí mismo por ser tan tímido e introvertido.

— Si tanto te gusta, deberías ir a hablar con ella, Kookie — Aconsejó Hobi con seriedad, admirando la misma escena que él.

JungKook rodeó los ojos con fastidio por el consejo de HoSeok, el cual le pareció igual de inservible que el "no estés triste" que le soltó su hermano mayor hace dos días cuando su perro se encargó de destrozar sus audífonos nuevos. ¿De verdad creían que era tan fácil?

— ¡Oh, gracias! Fíjate que no se me había ocurrido... — Farfulló el menor con notorio sarcasmo, sintiendo la presencia de su otro mejor amigo, Bambam, a su lado izquierdo.

— No me gusta traerte malas noticias, JungKook. Pero si no te dignas a dar un paso ahora, terminaras perdiendo, amigo. — Le soltó el tailandés, dándole una palmadita en la espalda antes de comenzar a caminar en dirección al salón junto a HoSeok, quien creyó que era mejor dejar unos segundos a solas al chico para que meditara las palabras del extranjero y que de esa manera JungKook, de una vez por todas, se armara de valor para hablarte como tanto quería hacer desde hace tiempo.

Y funcionó. Las palabras del castaño calaron profundamente en Jeon y durante cuatro días seguidos, lo intentó. En serio que lo hizo, pero parecía que el mundo se encontraba en su contra porque cada vez que reunía todo el valor que poseía para soltarte el buenos días que estuvo practicando con tanto esmero frente al espejo y en su cabeza, lo único que consiguió fue frustrarse más que antes al ver como jamás, fuiste capaz de oír sus palabras.

Siempre sucedía algo y eso, parecía una broma de mal gusto.

« Esto no está funcionando.» Pensó decepcionado, hundiéndose nuevamente en esos desagradables sentimientos que parecían estar esperando con ansias para hacer presencia en su pecho.

— ¡HEY, JUNGKOOK! ¡CUIDADO!

Inmediatamente alzó la mirada al oír el poderoso grito de uno de sus compañeros de clases y, cuando se disponía a buscar con sus tiernos ojos al dueño de aquella grave voz, su rostro recibió un potente golpe que lo hizo perder la estabilidad y caer sobre su trasero en medio de la cancha de la escuela.

Dolió, pero se alarmó un poco más cuando un tibio líquido comenzó a salir de su nariz.

— Maravilloso... — Murmuró, recriminándose a sí mismo por estar distraído durante un partido de fútbol.

Sus compañeros de clase se reunieron rápidamente a su alrededor para ver cómo se encontraba y el entrenador le ordenó a Park JinYoung, el presidente de la clase, que lo escoltara a la enfermería para que lo trataran.

Y mientras se retiraba de la cancha junto al chico de cabellos castaños, en su visión apareció un grupo de chicas que miraban en su dirección con preocupación, entre todas ellas, tú.

« Simplemente... estupendo. Ahora pensará que soy un perdedor. » Suspiró con pesadez y, con las mejillas y orejas rojas, continuó su camino hacia la enfermería.

El incidente con el balón fútbol durante la clase de educación física a JungKook le pareció lo suficientemente vergonzoso como para abandonar su idea de acercarse a ti y conformarse con la idea de que, al menos, lo intentó. Pero en el segundo receso, cuando volvía al salón de la enfermería con algunos algodones en la nariz, se topó contigo en la entrada, causando que ambos dieran un ligero respingo gracias al susto que se llevaron para seguido, sonreír por la situación.

— Hola, JungKook. — Lo saludaste con amabilidad, consiguiendo cohibir al azabache quien no pudo evitar sonrojarse hasta las orejas, luciendo adorable según tú.

— Bue-buenos días — Respondió con torpeza, pasando saliva.

— ¿Cómo estás? ¿Te sientes bien? Fue un gran golpe el que te diste.

Respondió a todas tus dudas con un asentimiento y un simple "sí, ya me encuentro mejor" porque su cerebro, parecía estar sufriendo lentamente, de un colapso.

— Oh, eso es muy bueno... Ten más cuidado a la próxima. ¡Nos vemos! — Te despediste de él, pasando por su lado para encontrarte con tu amiga que te estaba esperando para ir juntas a la cafetería.

JungKook asintió a pesar de que ya no estabas viéndolo, con su corazón bombeando con fuerza dentro de su caja torácica, y se quedó unos segundos de pie en el umbral de la puerta viendo cómo te alejabas.

Sus cejas se alzaron con asombro cuando te giraste ligeramente a verlo y sonriéndole, sacudiste tu mano en señal de despedida. Gesto que JungKook correspondió de manera casi inmediata para después, ingresar al salón con una sonrisa boba en su cara y con su pecho rebosante de alegría.

No era lo que él esperaba, pero tampoco era malo. 

Estoy acostumbrada a poner notas en cada capítulo 😂 so, espero que les haya gustado y gracias por leer ♥

DRABBLES » KPOPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora