Little brown secret

I hear them calling

La entrada de el nuevo rey no pudo ser más triunfal, rosas lanzadas por ambos  lados de el camino llenando de rojo lo que antes era nieve, rosas que al ser pisadas por los caballos y su gente dejaban la nieve con un pigmento rojo parecido a la sangre. La propia ironía de harry, la ironía de el futuro que parecía inevitable.

Harry quién se encontraba junto a todo su reino a punto de lanzar la pequeña barca llena de flores que contenía el cuerpo de el honorable rey al mar, a esta la acompañaban cientos más pequeñas con flores y velas, creando la ilusión  de que las estrellas presenciaban aquel acto desgarrador.

—es hora de que lo haga su majestad — le susurro Luke al oído, harry lo ignoro mirando hacia el frente, aquel inmenso mar que ya tenía en sus brazos a 3 de sus seres más amados, su madre, su hermana y ahora su amado padre, buscó con la vista a louis pero sabía que era inútil.
Su alfa no estaba con el.
Su cachorro no estaba para consolarlo.
Se encontraba solo en un lugar que había dejado de sentirse como suyo.

— larga vida al rey — gritó con voz cortada y encendió la barca, enseguida los barcos fueron liberados, los lobos susurraron plegarias a la luna y a las estrellas rogando por el descanso eterno de el rey.

El barco se alejaba y con él las esperanzas de que todo fuera falso, las lágrimas acumuladas en los ojos de harry amenazaban con caer, la corona sintiéndose enormemente pesada sobre su cabeza, como una cuerda bajo su cuello.

— que comience el banquete!! — fue el grito de el general el que rompió aquella triste atmósfera, los sirvientes trajeron carnes y alcohol en exceso, no pasó mucho tiempo para que la mayoría de su manada se encontrara ebria y sentada alrededor de fogatas exagerando las historias una vez contadas por el rey.

— 500 lobos blancos y el rey con sólo su espada los mató a todos — contaba uno de los amigos más cercanos de su padre, los ojos de Harry no paraban de rodar antes las historias.

Harry se alejó de la costa, no se sentía con ánimos de festejar, no sentía que tenía que festejar nada , unas manos le cubrieron la boca cuando se acercó a un ancho árbol y harry estuvo a punto de voltearse para atacar al dueño de estas, cuando reconoció el olor.
Canela y miel.
Louis.

— pensé que no estarías — susurró harry, louis lucia espectacular, la negra capa que lo cubría hacía que resaltara el azul de sus ojos iluminados por las llamas danzantes de los barcos.

— jamás te dejaría en esto solo amor — el rey se agachó y enterró su cabeza en el cuello de él más pequeño, inundándose de el olor de su compañero.

— louis...el...el fue asesinado.... no era su tiempo aún — un pequeño sollozo se escapó de los labios de harry, louis cerró los ojos sintiendo la pena de harry como propia — no aún... no aún — el llanto de harry era contenido por las ropas de louis, este empezó a soltar feromonas tranquilizantes esperando que funcionaran.

— la vengarás harry, todos se arrepentirán de meterse con tu reino —

— quiero ver a mi cachorro lou, no lo he visto en días — dijo entre sollozos — son la única familia que me queda amor —

— el también te extraña, no hay día que no pregunte donde está su padre, le pedí a Brendan que lo acerque a la ventana para que pueda ver los barcos también —

— su majestad, hay un asunto de urgencia en el castillo — los interrumpió la voz de uno de los consejeros de su padre, harry rápidamente cubrió a louis rezando para que no se viera, el ojiazul oculto su olor lo más rápido que pudo

— ahí estaré — contestó entre dientes harry furioso, el alfa intentó ver que era lo que escondía su ahora rey .

— no le aconsejó fornicar con cualquier puta mi rey, no queremos bastardos en la sucesión—