𝐶𝘩𝑜𝑐𝑜𝑙𝑎𝑡𝑒; Jaehyungparkian

[💌seven]

Jae pov.

-¡Aléjate de mi!- me empujó antes que pudiera abrazarlo.

-¿Qué pasa amor?- esperé que tuviera la amabilidad de explicarme y no ignorarme como siempre lo hacía cuando se enojaba.

-¿Tienes el descaro de preguntar eso?- rió sarcástico mientras una lágrima se resbalaba por su mejilla y la retiró rápidamente para mirarme entre furioso y dolido.

-N-No sé que sucede, explícame por favor y podemos hablar- sinceramente no recordaba haber hecho nada que lo hiciera enojar, tal vez estaba enojado porque llegué más tarde de lo normal pero fue por la reunión nada más.

-Explícame tú esto- me extendió su celular hacía mi cara, en el había una foto, me acerque para tomarlo y mis ojos se abrieron con gran impresión, desde el punto de vista en que la habían tomado pareciera que me estaba besando con esa secretaria.

-No es lo que parece- mi corazón latía con rabia y miedo, miedo de que nunca me perdonara y quiera acabar esta relación por algo que no es real.

-¿Entonces qué? Por favor Jae- suspiró sarcástico- dime que no te estabas besando con esa puta a ver si llego a creerte, invéntate una buena excusa, quiero ver que tan mentiroso puedes ser.- escupió esas palabras con tanto desprecio que llego a dolerme.

-Brian puedo explicarte, todo esto es un engaño, por favor escúchame, no quiero que creas cosas que NO son- me senté a su lado en el sillón y tomé su mano entre las mías, la cual quitó al instante.

-Te escucho- se volteó hasta quedar frente a mi, su mirada era penetrante, daba miedo, me puse nervioso y temía no decir las palabras correctas.

-Hoy tuve una reunión, la tipa esa..- me interrumpió.

-¿Tú secretaria?- Brian levantó una ceja.

-Sí ella, me fue a avisar que tenía que ir a la sala de reuniones, desde ese momento noté que actuaba extraño, me puso sus pechos en la cara, la miré con asco y me fui, cuando había acabado la reunión estaba preparando mis cosas para irme y sentí como me abrazaba por atrás, supe que no eras tú por sus flacuchentos brazos, luego me di vuelta y cuando vi que era ella me asombré, aprovechó mi momento de shook para intentar besarme mientras me tocaba, la tiré al suelo y vine a casa, eso es todo.- Brian miraba al suelo, noté que le costaba trabajo mantener sus lágrimas dentro de sus ojos.

- Bueno dime.. ¿Por qué debería creerte?-

-Porque soy tu novio, jamás te engañaría, mucho menos con una mujer, tú me conoces y sabes que tengo ojos y corazón sólo para ti, confía en mis palabras ¿sí?- me acerque a él tomando su cara con ambas manos y pasando los pulgares por debajo de sus ojos para limpiar sus lágrimas, intentando contener las mías por verle llorar.

-J-Jae.. yo sí te creo, p-pero igual desconfío, eres un hombre precioso y la gente siempre va a querer separarte de mi, tengo miedo de que te enamores de alguien más, t-tengo miedo de que algún día te aburras de mi y me dejes- comenzó a llorar de nuevo, lo abracé para que tuviera soporte en mi pecho mientras acariciaba su espalda y besaba sus cabellos proporcionándole tranquilidad.

-¿Salió todo?- pregunté cuándo sentí que había dejado de sollozar.

-Eso creo- limpió sus lágrimas con ambas mangas de su ropa y me miró aún triste.

-Amor, amor de mi vida, mi bebé, mi todo, ¿sabes que eres lo que más amo en todo el universo?- Brian negó con su cabeza y comenzó a sollozar nuevamente.

-No llores mi angelito, me destroza verte así, por favor- mi corazón estaba hecho pedazos al ver lágrimas caer de sus ojitos.

-S-sólo, dame tiempo para procesar esto ¿bueno?- su mirada fue sincera, me sentía tan culpable por todo esto, nunca me perdonaría el hacerlo llorar.

No alcancé a responderle cuando se levantó del sillón y se fue a encerrar a nuestra habitación, "parece que hoy tendré que dormir en el sillón" pensé.
Estaba vestido de terno, no podía dormir con esa ropa, pero tampoco podía dormir sin ropa, era época de invierno agarraría un resfriado, no quería molestar a Brian pero tuve que hacerlo por fuerza mayor.

-Amor- hablé luego de tocar la puerta tres veces.

-¿Qué quieres?- me respondió del otro lado de la puerta.

-Necesito ropa para dormir.- no hubo respuestas esta vez.

Me quedé ahí parado largo rato, cuando ya había desistido de esperar una respuesta la puerta se abrió.

-Puedes quedarte aquí, pero sólo no me abraces ¿sí? En TU lado de la cama o me iré yo al sillón.- ese golpe fue bajo, obviamente no quería que se fuera a dormir al sillón y se resfríe luego.

-Está bien- entré en la habitación cerrando la puerta, me retiré de mi ropa de trabajo y me puse un pijama de polar, sí, soy friolento.

La oscuridad predominando en la habitación me hacía sentir aún más alejado de mi novio, la cama era grande, por alguna razón siempre la había encontrado pequeña, ya que nos dormíamos abrazados en el centro de esta.
Aunque las ganas de abrazarlo eran fuertes no lo hice porque me lo había pedido, mejor me quedé pensando en variadas cosas hasta que el sueño invadió mi cuerpo y caí en los brazos de Morfeo.