🌌 Un nuevo problema 🌌

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Narrador omnisciente

No había nada mejor que una cita para empezar a dar el siguiente paso... una relación.

Hayato estaba nervioso, se sentía como un adolescente. Estaba esperando a que llegara el peliverde, pues este había ido a dejar unos documentos a Shōto.

- Hayato-san si sigue caminando de un lado a otro lo voy a golpear - dijo amablemente el castaño.

- Estoy nervioso, ¿acaso no lo ves? - suspiro el pelinegro - No se como voy a decirlo.

- Uhm no debería ser difícil - miro a Hayato - sobre todo cuando usted era todo un casanova de joven.

- Eso era distinto, era un adolescente y muy lanzado

- Siempre fue muy testarudo, terco y no media sus palabras. Hasta ahora lo es... solo que sabe disimularlo.

- Demonios, siento que estoy sudando. Ayúdame Rensuke

- Ya le dije que le pidiera una cita. Y se supone que usted debería estar sentado en su oficina revisando aquellos documentos que deje, no aquí molestándome.

- Necesito más ayuda, por favor - miro suplicante a su amigo

- Ya le dije que para usted debe ser fácil. Recuerde alguna experiencia que tenga.

- No me acuerdo de ninguna... ¡Ya lo sé!

- No grites - le dio un zape al pelinegro - te dije que te golpearía

- Auch - se sobo - voy a volver a la oficina. Cuando venga Izuku-kun dile que pase a mi oficina

- Claro, yo le digo - sonrio - ahora póngase a revisar esos documentos

- Esta bien, lo haré ahora - dicho eso entro a su oficina

- Ah con lo que tengo que lidiar - suspiro el castaño - pero todo sea por Momo-san

Mientras el castaño seguía ocupado, Izuku estaba con Shōto y sus hijos.

- Todoroki-kun necesito que firmes esto - le entrego los papeles - hace un momento me encontré con Fuyumi-san

- Sí estaba aquí, mi viejo quiere que me mude para poder estar presente en las reuniones

Izuku se sorprendió ante lo mencionado.

- Y qué le respondiste - cargo a Yuki - claro, sí se puede saber

- Que no, no quiero dejar a mis hijos y todavía quiero ver unas cosas.

- Pero si es muy cansado andar viajando, seria mejor que te quedaras allá.

Ahora el sorprendido era Shōto. Izuku le estaba diciendo que no lo necesitaba, indirectamente pero así lo interpreto.

- Entonces... ¿no te molesta si me voy?

- No me molesta, este contrato es importante. Yo puedo cuidar de los niños.

El peliverde no quería que Shōto se fuera, pero debía dejar de ser dependiente. Tenía que continuar con su vida.
Shōto no se tomo bien aquella respuesta, el esperaba que Izuku le pidiera quedarse.

- Entonces seguro me voy. - dijo fastidiado - ya termine de firmar, puedes irte.

- Oh claro, luego vengo corazones - beso las mejillas de sus hijos - no fastidien a papá.

El peliverde salió de la oficina y Shōto suspiro.

- Demonios, esto es estresante - miro a sus hijos - todavía no pienso irme... no tengo motivos.

¿Volveré a amarte? ☆Temp.2°☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora