Nadie como tú (Star vs las fuerzas del mal - AU)

30. La reunión

S: Después de sufrir aquella pesadilla, traté de cerrar los ojos y me costó mucho esfuerzo conciliar el sueño. Pasaron algunas horas y el sol hizo acto de aparición nuevamente en el cielo matutino, algo que normalmente me despertaría con alegría, pero ahora no tenía ganas de ver aquellos rayos de luz dorada, deseaba que se fueran de mi habitación y no verlos más. Y si no fuera eso suficiente para hacerme sentir pésima, alguien estaba tocando la puerta con fuerza.

Star: Ya voy.

Los golpes se hacían más frecuentes y molestos.

Star: ¡Dije que ya voy!

Y cuando abrí la puerta, mi corazón tuvo un enorme sobresalto, ya que seguramente tenía una expresión horrible y no quería que esa persona me viera de ese modo.

Star: ¿Quién es? ¿Qué quieres?

Marco: Hablar con mi amiga para empezar.

Star: (¡Marco! ¡Ay no! ¡No ahora!)

Cerré la puerta de inmediato, no podía dejar que me viera con este aspecto tan espantoso: tenía el cabello totalmente despeinado y erizado, los ojos un poco rojos por tanto llorar en la noche y la cara toda sucia.

Marco: ¡Ouch! ¡Oye, Star!

Star: Espera un momento, Marco.

Con un hechizo me arreglé el cabello y me limpié la cara, fui por mi vestido azul y me lo puse a la carrera, al igual que mis mallas y mis botas. Lo de los ojos... pues no podía hacer mucho, en eso ví unos lentes oscuros que el mismo Marco había dejado olvidados cuando se mudó y me los puse. Volví a abrir la puerta para dejarlo pasar, lo malo de todo esto fue que le di un portazo a Marco en la cara hace un instante.

Star: Ahora sí... Marco ¿Estás bien?

Marco: Sí, solo fue el golpe. ¿Puedo pasar?

Star: Si, claro, pasa.

Marco: ¿Por qué los lentes?

Star: Ah, es que... ¡El sol! Sí, el sol. Me estaba lastimando la vista.

Marco: ¿Que está pasando, Star?

Star: Nada.

Ambos nos sentamos en la cama para seguir con la charla. De repente, Marco se acercó sin avisar y estaba tan cerca que mi corazón se aceleró sin control, levantó sus manos y las acercó a mí rostro, concretamente a mis ojos.

Marco: Quiero verte a los ojos, Star.

Star: ...

Estaba paralizada, en completo shock, como estatua, absolutamente inmóvil. Enmudeci por completo y no detuve los movimientos de Marco, quien acercó sus manos sin prisa y sin duda hacia los lentes y me los quitó, dejando expuestos mis ojos.

Marco: ¿Qué pasó, Star?

Star: Es que... no pude dormir bien. Con todo lo que sucedió ayer... además, tuve una pesadilla.

Marco: ¿Estás bien? ¿Quieres contarme?

Star: Es que... ayer... tuve miedo, mucho miedo.

Marco: Pues no ví ese... miedo que dices haber tenido cuando nos encontramos o cuando estábamos arrestando a los tipos de la casa. Así que dime qué pasa, soy tu mejor amigo y quiero ayudarte.

Star: (Mi... amigo... si, mi amigo). Es que soñé que... algo nos pasaba y... terminé llorando.

Marco: (Está dudando mucho. ¿Que no confía en mí?) Si no me dices que está pasando, no te puedo ayudar.