Cadenas (Yundong)

9. Sorpresa

"Necesidad:

nombre femenino

Hecho o circunstancia en que alguien o algo es necesario.

Cosa que es necesaria para alguien o algo."

A veces estamos tan acostumbrados a que la vida vaya de una manera determinada, que simplemente tememos al cambio. Preferimos que se mantenga igual, optamos por no abandonar la zona de confort. ¿Para qué aventurarse a lo desconocido, si ya estamos cómodos? Y con ese pensamiento continuo como frase de cabecera, todo puede seguir funcionando magníficamente ("bien" o "mal" lo dejo a tu criterio).

Desde luego, nuestra forma de vida puede seguir "funcionando" siempre y cuando no haya ningún imprevisto. De lo contrario, aquella sorpresa desembocará en el no poder seguir reprimiendo una necesidad a la que ya nos es imposible continuar negarnos.

Lo miré, sintiendo mi cara arder.

-¡No voy a hacer eso! -Grité.

-Pero hace media hora cuando acordábamos las reglas, dijiste que aceptabas usar disfraces -Sonrió calmado.

-Sí, bueno, pero no pensé que te referirías a eso... -Observé horrorizado la pollera corta cuadrille con la camisa apretada.

-Los disfraces de colegiala son de los más comunes -Levantó ambas cejas-, y un trato es un trato -Me miraba, esperando mi reacción.

No quería usar esa ropa. A decir verdad, no sé por qué accedí a usar disfraces y a ciertas posiciones. No son cosas que van conmigo. Bueno, ser pasivo tampoco es lo mío. Pero él tenía razón: un trato es un trato y yo ya había dicho que sí.

Respiré profundo, tragué saliva y enderecé mi postura. Evité hacer contacto visual con Yunhyeong mientras agarraba el estúpido traje que quería que usara. Me dirigí al baño.

Entré, cerré la puerta, dejé la ropa en la silla junto a la bañera. Abrí la canilla del lavamanos y mojé mi cara repetidas veces. Cerré la canilla y levanté la mirada hacia el espejo.

Me miré. Vi el agua caer por mi rostro. Vi mis ojos nerviosos, mis labios temblando.

¿Por qué estoy haciendo esto?

Bajé la vista y tomé la toalla a un lado del lavamanos para secarme. Al terminar, la dejé en su lugar. Volteé hacia la silla. Era solo un disfraz. No habrían ni fotos ni videos. No habría nadie más para verme vestido así. Nadie más que nosotros dos sabría sobre esto. Yo mismo no me vería usándolo si lograba evitar ver mi reflejo en el espejo de su cuarto.

Me desvestí por completo y me puse el traje de colegiala. La pollera era demasiado corta, tanto que no llegaba a cubrir mi culo por completo. La camisa era de mi talle, pero era demasiado transparente, y el diseño era bastante afeminado. Sentía el cuello de mi camisa desarreglado, e instintivamente giré para verme en el espejo sobre el lavamanos para arreglarme. Al verme, todos los músculos de mi cuerpo se tensaron y mis puños se cerraron con fuerza.

Me sentía tan avergonzado de estar usando eso que podía sentir mi pecho doler y mis piernas temblar.

-Yunhyeong -Lo llamé sin abrir la puerta.

-¿Qué pasa? -Escuché a lo lejos.

-No puedo usar esto. Es demasiado -Mi voz comenzaba a quebrarse.

-¿Ya te lo probaste? -Escuché que se acercaba.

-Lo tengo puesto ahora. No quiero usarlo. No me hagas usarlo -Estaba paralizado por la pena, observando mi propio reflejo.