-Es idéntica a ti- habló Ally con una sonrisa mirando con lujo de detalle a la pequeña Ariel durmiendo en los brazos de Camila -Como dicen, "de tal palo tal astilla"- rió entre dientes.
Camila sonrió -Sí, pero yo no duermo con el dedo pulgar en la boca-
-Si lo haces- afirmó Ally.
-No lo hago- habló indignada -Intento sacarle esa manía- murmuró.
-¿Aún duerme con su chupete?- preguntó mirando a los ojos de Camila.
-Todas las noches, también duerme conmigo- observó a su pequeña relajada en su mundo -Intento que sea más independiente, pero es demasiada dependiente de mí- suspiró.
-¿Sigue llorando cuando la dejas en kinder?-
-Como el primer día, tengo que sobornarla para que me deje ir- miró a los ojos de Ally -No sé que hacer- suspiró cansada.
-Tienes que dejar de tratarla como un bebé, en unos meses cumplirá seis años, Camila ya empezará el colegio- suspiró -Se que es difícil, pero algún día tendrás que dejarla ir. No siempre estará contigo-
Camila miró a Ariel, la observaba como dormía.
Siempre sería su bebé.
Su pequeño león.
Siempre sería la bebé de mami.
-¿Aún pregunta por ella?- preguntó Ally, rompiendo la burja que tenía Camila observando a Ariel plácidamente dormida.
Camila suspiró y asintió -Ahora pregunta más y quiere saber más- murmuró.
-Es solo una niña, es normal que pregunten a su edad el porqué de las cosas- habló encogiendose de hombros y tomando un sorbo de su té.
-Sí, pero no lo haría si no fuera por mi culpa- suspiró, estaba un poco frustrada con el tema.
-Camila- dejó la taza de té en la mesita ratona y se levanto para sentarse junto a Camila -No me gusta ser directa con las personas, y tu sabes eso, pero gracias a Lauren y a la persona que te donó el esperma tienes una hija. Es tu deber que le cuentes a Ariel la verdad, no quieras tapar el Sol con un dedo, es inútil- habló sería.
Camila sólo se quedó callada. Sin decir nada.
-¿Nunca pensaste en integrar a Lauren en la vida de Ariel?- preguntó curiosa Ally.
-Sí pero...- se encogió de hombros -no la quería arrastrar a esto, no quería que sienta que era su obligación de estar presente en todo momento- miró a Ariel -Estoy agradecida con ella, pero sí hay qud ser sinceras, yo compré su vientre y no es su obligación que la trate como una hija. Si quiere puede estar en la vida de Ariel-
"Fue lindo mientras duró" pensó al recordad el tiempo que pasó con Lauren.
La tarde transcurrió en casa de Ally y con un poco de alergias gatuna por parte de Ariel, pero nada que lo arregle los medicamentos.
Ya se hacía de noche y era hora de irse a casa.
-Ducha- dijo Camila al entrar en la casa con una somnolienta Ariel en brazos.
-Llévame tú- murmuró Ariel sin despegarse un sólo milímetro de su madre.
Camila suspiró -No, mientras te bañas yo hago la cena, o en otras palabras, pido pizza ¿estás bien con eso?-
-¡Sí mami!- habló emocionada Ariel, que se bajó de los brazos de Camila para ir escaleras arriba.
"Mira" habló la pequeña Ariel de cuatro años "te dibujé con mamá"