Cinco

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El olor a café invadía el lugar.

Los murmullos de la gente se hacían presente en todo el lugar.

El día estaba soleado.

El Sol brillaba en el cielo, las nubes no estaban, solo el Sol.

Camila estaba dudando en de verdad si fue una buena decisión ir, o aceptar esto.

Las uñas de Camila chocaban con la madera de la mesa, en donde estaba la taza de cafe que hacia unos instante un mesero había dejado.

Camila sonrió en agradecimiento.

Estaba nerviosa. Demasiado. Y no lo podía controlar.

Sus piernas no dejaban de moverse.

Miraba a través del vidrio que dejaba ver lo que ocurría en la calle.

Observaba a cada persona.

Y nada.

Trataba de distraerse, distraerse del simple hecho de que ya se tardó media hora.

"Mensaje de Dinah"

Miró en su celular, sonrió por la imagen.

"Alguien quería decir hola

Pd: esta niña es un prodigio, sabe dibujar mejor que tu, Cabello"

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Pd: esta niña es un prodigio, sabe dibujar mejor que tu, Cabello".

Como por arte de Ariel sus nervios se esfumaron.

Su pequeña era una hermosa distracción, de las mejores.

Camila contestó el mensaje con un "Ja ja, que gracioso jirafa.
Pd: Hola mi león" sonrió.

"¿Aún no llega?" Otro mensaje.

Negó y contestó "No, esta tardando. ¿Me debo preocupar?"

Eliminó el mensaje.

"No"

Eliminó el mensaje, de nuevo.

Decidió no contestar.

Siguió esperando y esperando.

Ya el contenido de la taza de café había desaparecido.

Pidió unas galletas de chocolates que decidió llevarlas para Ariel.

Si no venía en los próximos cinco minutos se iría.

Pero no quería irse.

Miró la hora en su celular.

11:11

Demasiado cliche.

Suspiró y siguió esperando, el tiempo pasaba y las personas en la cafetería se iban.

[[ How is mama? ]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora