5

216 18 19
                                    

(Antes de empezar este capítulo: Hoy es el cumpleaños de @juliashephard_ y bueno, felicidades bonita, espero que te disfrutes del capítulo y que valoro mucho el support que das a esta historia y a mí constantemente ♥ tkm) 

—Joder Cornamenta, nunca más pienso pisar la casa del Xino, tremenda resaca.

—Dímelo a mí. Joder, no sé qué hostias le diría ayer a la chica que estoy conociendo pero me da miedo haberla cagado en las condiciones en las que estábamos.

Andaban sin despegar los pies del suelo, tal vez en algún punto por fin pudieran conseguir llegar a su casa y dormir de una vez pero con tanto cansancio y una resaca tan jodida cada vez veían más lejano llegar de una pieza. Habían perdido las llaves de casa en la casa del Xino y a James no le quedaba batería. "¡DIOS MÍO, EL SOL VA A QUEMAR MIS OJOS! Agh, en fin ¿puedes llamar a Canuto a ver si está despierto y nos puede abrir?"

—Nada tío, no me lo coge, voy a probar con Remus... Pues nada, que están los dos durmiendo.

—Me cago en todo, qué hacemos ahora... A ver, tranquilos, estamos llegando ya a casa, y con suerte si aporreamos la puerta nos puede abrir alguno.

Tuvieron suerte, la puerta del portal estaba abierta porque justo cuando llegaron salía un vecino. Subieron corriendo las escaleras dispuestos a destrozar la puerta si hacía falta con tal de dormir tranquilamente en sus cómodas camas.

Sirius despertó primero, al parecer Remus tenía terrores nocturnos y le había golpeado en las costillas accidentalmente. Tardó como diez minutos en conseguir que volviese a dormir tranquilo, y la verdad, la visión de Remus durmiendo plácidamente era algo tan relajante que sentía que podría estar en paz consigo mismo durante el resto de su vida.

Estaba tan hipnotizado mirándole dormir que tardó unos diez minutos (o una eternidad según James) en abrir la puerta.

—Joder tío, qué coño has estado haciendo. Hemos estado dos horas aporreando la puerta y no nos has hecho ni puto caso.

—Estaba sobando, es domingo, mi plan era dormir hasta las dos de la tarde. Id a dormir ya y dejadme dormir mil horas más, anda, que estoy reventado.

—¡Quitaos de en medio!

Peter tenía que ir con urgencia al baño, y James se encerró en su habitación, según él la urgencia por cargar su móvil y comprobar que no había sido un gilipollas con no sé qué pelirroja iba antes que cualquier otra cosa. Sirius esperó a que Peter entrase en su habitación para volver a la cama de Remus, porque vale, no querían que de momento nadie supiese nada hasta no estar seguros de lo que querían, pero lo que él quería en ese momento era dormir con él, y despertar junto a él y sinceramente, quería todo con él.

Cuando volvió Remus se despertó.

—Dios mío Remus, ¡POR QUÉ ERES TAN GUAPO INCLUSO RECIÉN LEVANTADO!

—¡Cállate! nos van a oír... además está feo que me mientas a la cara.

—Te juro por dios que no estoy mintiendo, eres la cosa más... alucinante que existe en este planeta.

Remus no podía evitar ponerse rojo con estas cosas, no es que no le gustara que le dijeran cosas bonitas, para nada, más bien era una cuestión de ser incapaz de creerse esas palabras y la falta de costumbre a la hora de escucharlas.

—Bueno, lo que sea. ¿Hay algún plan interesante para hoy? Es domingo, y no sé, podríamos ir a algún lado o algo cuando estos dos se despierten y parezcan seres decentes.

—Todavía no hemos visitado en condiciones esta ciudad, podríamos ver algo, puedes ser nuestro guía turístico ya que tú sabes más que nadie sobre esta ciudad.

Marauders: Erasmus boisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora