-Quitad las noticias de una puta vez y ponedme el programa de los cazatesoros, no lo digo más veces.
-Pero Canuto, solo queremos saber si pasamos de fase.
-¡Pues lo miráis en google! -dijo mientras se levantaba a por el mando.
Sirius no lo había pasado excesivamente bien durante la cuarentena, se pasaba los días mirando dramáticamente desde la ventana de Remus y a veces se escapaba al tejado sabiendo que luego le caería una buena bronca, "Luego te quejas de que piensan que los británicos venís a tiraros de sus balcones ".
Pero a ver, había que entenderle, él era, según James, como un chucho hiperactivo, no podemos pretender que no eche de menos la calle un perro callejero. Y el pobre de Remus fue el que más lo sufrió. A veces simplemente quería tirarle por la ventana para ver si así dejaba de quejarse. Intentaba hacer cosas para pasar cada día, alguna vez fantaseaba con fugarse, pero no podía permitírselo, sus amigos jamás le dejarían. Intentaba dibujar una vez a la semana mínimo y se había propuesto aprender a hacer punto de cruz después de que James le sugiriese que buscara un hobby.
Al contrario que Sirius, Remus disfrutó muchísimo de estas semanas de aislamiento, salvo por el detalle de las clases online, no podía quejarse. Tiempo infinito para leer y ver cine quinqui. Se había enamorado ligeramente de José Luis Manzano, nada sorprendente sabiendo que de una forma u otra a Remus siempre le habían gustado un poco los chavales "problemáticos". También le había cogido el gusto a cocinar y había vuelto a escribir. Le gustaba leerle sus textos a Sirius cuando éste ya no podía más con su aburrimiento y ver como se calmaba. La ansiedad se había reducido bastante y se sentía algo más fuerte aunque sentía mucho fastidio por no poder vivir la Semana Santa. "El año que viene", prometió Lily.
Pero los que realmente lo estaban sufriendo eran James y Peter, las videollamadas con Lily y Mary no eran suficientes, era tan desesperante no poder ir a Granada, sobre todo en vacaciones. James se pasaba el día mirando el móvil, sufriendo cada vez que Lily tardaba más de diez segundos en responder, "eso es que se ha olvidado de mí, seguro", a veces a Remus se le ocurría opinar que quizás estuviese haciendo algo, "¡NO PUEDE SALIR! ¡IGNORARME Y DEJAR DE QUERERME ES LO QUE ESTÁ HACIENDO!". Peter por su parte estaba haciendo videos constantemente para que Mary supiese qué estaba haciendo a todas horas, el pan que había horneado, los bizcochos que hacía y ese tipo de cosas. Cuando se ponía triste por echarle de menos, hacía maratones de Ana y los 7 porque Ana no dejaba de estar buena y se alegraba un poco.
Cuando pasaron a la fase 0, todos salvo Remus empezaron el hábito de salir a correr. Peter se cansó rápido de eso y prefirió coger su cámara y hacer fotos sobre cómo era la vida en una pandemia. James y Sirius tenían una buena resistencia física, años de deporte no se habían esfumado en un par de meses, y Remus simplemente prefería pasear con la música puesta y disfrutar de la soledad después de tanto tiempo en compañía.
Con la fase 1 todo se volvió más tranquilo en la casa. Aunque Sirius seguía quejándose día si y día también de tener que llevar mascarilla, el mundo merecía ver su cara y así no se podía. Los cuatro se habían vuelto fans de Fernando Simón, y veían todas sus comparecencias en directo porque era encantador. También abucheaban a Isabel Ayuso y estaban atentos a cómo iban las cosas en su país. Hablaban semanalmente con sus familias, aunque Sirius solo con Regulus, y hacían maratones de pelis cada tres días.
Pero ahora estaban en fase 2 y Sirius no quería más tragedias. Iban a salir a tomar algo por primera vez en mucho más tiempo del que ninguno quería contar y no había hueco ni siquiera para ver a Fernando Simón.
Remus había cosido unas mascarillas a juego para los cuatro con sus apodos bordados en ella solo para esa ocasión tan especial. Las primeras tapas en dos meses y medio, todo un logro haber aguantado sin perder la cordura. Peter deseaba las croquetas casi más que volver a ver a Mary y James necesitaba una buena cerveza para aguantar hasta el 21 de junio sin escaparse a ver a Lily.
A Remus sin embargo le causaba cierta ansiedad eso de poder entrar en contacto con gente. No tenia miedo a contagiarse, solo que había vuelto a florecer cierto temor al contacto durante el encierro. Sobre todo cuando desde la ventana no dejaba de escuchar a gente cantando el cara al sol.
-Terapia de choque Lunático, ya nos lo agradecerás.
Pero Remus estaba seguro de que no habría nada que agradecer hasta al menos la quinta cerveza.
-Bueno chavales, -dijo James poniéndose la mascarilla solemnemente, -vamos a por esas cervezas.
Sirius y Remus se quedaron algo atrás, Sirius era consciente del malestar de Remus ante la idea de volver poco a poco a esta nueva normalidad que se estaba construyendo. Y también sabía que aunque intentaba no pensar en ello, la sombra de Fenrir sobrevolaba sobre él, la perpetua paranoia de que cualquier persona que pasase por su lado podría ser él.
Cogió de la mano a Remus.
-No vamos a dejar que te pase nada. -le miró con la intensidad característica de Sirius. -Nunca voy a dejar que te pase nada.
Remus sonrió, con el miedo todavía dentro de él, queriendo confiar ciegamente en alguien que no paraba de demostrarle que haría lo que fuese por él. Pero eso siempre sería arriesgarse demasiado.
-¡Chavales! ¡Que os vais a perder como vayáis tan lento!
James y Peter les esperaban impacientes.
-¡Así no hay quien encuentre ningún bar, joder!
-Colagusano, no se van a acabar las croquetas, tranquilo.
-No se van a acabar hasta que se acaben...
James le cogió por los hombros, James a veces era un poco idiota, pero sabía leer perfectamente a sus amigos, y sabía muy bien que Sirius y Remus estaban teniendo uno de esos momentos de intimidad que solo ellos comprendían.
-Vamos Colagusano, ya nos alcanzará la parejita.
Peter por su parte solo sabia leer bien a James.
-Ah... vamos al bar ese de la plaza de los irlandeses, que seguro que hay algo.
Miraron hacia atrás, Sirius y Remus andaban besuqueándose por ahí.
-Vamos.
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Marauders: Erasmus bois
FanficRemus Lupin pide el erasmus en España, más concretamente en Madrid, al tímido Remus le toca compartir piso con tres chicos demasiado ruidosos, uno de ellos es además un poco imbécil (y demasiado guapo), pero los cuatro no tardan en hacerse amigos y...