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—¿De verdad pretendes meter este cacharro en casa?

—Venga Pete, cabe de sobra.

—¡James, di algo!

—Sabes bien que me quejaría de algo así, pero es por nuestro amigo, venga Pete, ¡contágiate del espíritu navideño!

Peter estaba sudando e hiperventilando mientras maldecía, llevaba la caja más grande preguntándose qué demonios había ahí dentro.

James llevaba otra caja, de un tamaño bastante más manejable, entró dándole una palmada en la espalda al entrar en el piso.

—¿Qué coño hay en esta caja?

James y Sirius se miraron consternados y gritaron al unísono "¡EL ÁRBOL!" Es que era tan obvio, ¿cómo iban a celebrar la navidad sin un árbol de navidad? James llevaba los adornos para el árbol, y Sirius había comprado un jamón porque había oído que era típico en la Navidad española.

—¿Cómo vamos a organizar todo esto en dos días sin que Remus se entere?

—Tranquilo, de Lunático me encargo yo. Su madre y su abuela no van a poder venir, pero su tía abuela Maritere sí, ella nos ayudará con la cena de Nochebuena. ¡Le vamos a dar a Remus la mejor navidad española del universo!

El entusiasmo de Sirius bastó para convencer a James y Peter, que ya estaba intentando montar el árbol, bastante más grande de lo esperado.

—Bueno, me voy a encargarme de que Remus se mantenga algo animado, ¡confío en vosotros!

Sirius se marchó cerrando la puerta entrando en la habitación de Remus.

—Puto Canuto, siempre acaba escaqueándose.

—Bueno Colagusano, lo hacemos por Lunático, ya nos vengaremos de Canuto.

—Al menos déjame poner un poco de ambientillo a esto.

Peter puso en el móvil Last Christmas en el móvil, "si quieres poner tú música, ponla en cola, que siempre me quitas mis canciones", avisó a James sonando menos amenazante de lo que esperaba, aunque siendo sinceros, Peter nunca suena amenazante, ni queriendo, ni sin querer.

Nunca montar un árbol fue tan difícil, las instrucciones eran confusas, y las ramas están mal etiquetadas. "Intuición, Colagusano, vamos a montarlo con la intuición". Pero es que ninguno de los dos tenían una intuición muy desarrollada, así que, a pesar de que alguna rama quedó al revés o encajada a la fuerza en la ranura que no era, ambos quedaron muy orgullosos del resultado final.

Y ahora tocaba lo difícil, decorarlo. Sirius había llevado unas cuantas cajas con bolas, guirnaldas y demás para decorarlo, fue muy claro "haced que quede bonito", pero eso era demasiada presión, ¿cómo iban a saber si estaba lo suficientemente bonito?

A pesar del gran desastre de enredar a Peter en las luces sin querer o llenarlo todo de la purpurina de las bolas, había que admitir que tampoco estaba tan mal el resultado final.

Llamaron a la puerta, era de correos.

—¡Paquete para Sirius!

—Sí, espera, ¡Peter, ve a buscar a Sirius!

La chica de correos miraba con curiosidad a James, que estaba en calzoncillos y cubierto de guirnaldas y cosas brillantes, aunque parecía que él no era consciente de esto. Sonrió a la cartera "perdona que te estemos haciendo esperar", pero no pudo terminar la frase porque de pronto apareció Sirius como un huracán casi tirando a James.

Marauders: Erasmus boisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora