Segundo verso.

865 113 37
                                    


Capítulo 8.

Había oído tantas veces de aquel festejo que se organizaba entre los callejones, no era ni la primera y tampoco sería la última vez, todos aquellos jóvenes quienes asistían inocentes aquella "ceremonia" siempre acababan igual, algunos eran incluso más adictos de lo normal, otros nunca volvían, ese era el peor de los casos, aquellos que no volvían a causa de una sobredosis o, porque los usaron para vender sus organos en el mercado negro.

Nunca le gusto aquella idea, no toleraba tener que trabajar en ese caso. Lo odiaba porque su hermano iba por el mismo camino.

Lo encubrió durante tantos años, hasta que estuvieron apunto de atraparlo, lo ayudo a escapar y a dejar todas aquellas cosas, lo encubrió hasta el final, cuando todo había pasado para que nuevamente saliera a la luz del sol su hermano mayor. Se arriesgo tanto porque lo amaba.

En las últimas semanas habían llegado reportes sobre el aumento de víctimas por sobredosis, pero ahora tenían una pista, un sobreviviente que se encontraba en recuperación en el hospital de su hijo.

--solo espero que Law no lo asuste--dijo para si mismo el oficial de policía mientras miraba la fotografía familiar que se encontraba en su escritorio, los dos hijos que adopto, su hermano y él.

--¡Rocinante!

Escucho su nombre por lo cuál se levanto, había olvidado que era la hora de comer con Sengoku.




Mientras un paisaje alegre en la estación ocurría, el joven tomaba de la bata al doctor, no paraba de temblar.

Law lo miro sobre su hombro, era tan obvio aquel temblor, le daba lástima aquel muchacho, pero simplemente no podía hacer nada, su cuerpo estaba sucio y repleto de toxinas.

Le daba asco.

Le dio un golpe en la mano para que lo soltará y sólo así pudo verle la cara, sus ojos oscuros como el ébano, la piel pálida a causa del frío de aquella sala, pero lo único que llamo su atención completamente fueron esos ojos lacrimosos, estaba tan débil.

--¿porque tendría que ayudar a un drogadicto asqueroso como tú?--le escupió el veneno sin compasión al monito--ahora, te agradecería bastante si evitas hablar conmigo, odio el olor a semen saliente de tu boca.

Una vez dicho esto salió del área de urgencias.

¿Asqueroso? Nunca se lo habían dicho, suposo que las lenguas hablaban eso a sus espaldas, pero era mucho más doloroso que se lo dijeran en la cara.

Las lágrimas cayeron por su rostro y sin temor lloro con fuerza, dejando lo más audible posible sus sollozos.

--¿¡se encuentra bien!?
--¿¡que ocurre!?
--¿¡Luffy-kun!?

Por su parte las enfermeras no tardaron en llegar, intentaron calmarlo pero era imposible. El llanto solo logro cesar cuando él pequeño comenzó a vomitar.

--¿porque no logran callarlo?--dijo Law a los dos enfermeros.
--debe dolerle algo.
--tal vez se siente mal.
--¿acaso es un bebé? Si le duele algo o tiene alguna molestia ya puede hablar, que usé la boca para algo que no sean las drogas o el sexo.
Sachi miro a Pengüin y este miro a su contrario, ambos comprendían el enorme problema que tenía Law con los drogadictos pero era doctor, los asuntos personales no debían afectarlo, debía tener siempre la cabeza fría.
--doctor...le recuerdo--hablo Sachi ocasionando que el doctor lo mirará serio--q-que el señor Rocinante le encargó ese paciente....
--no es mi responsabilidad.
--en realidad si lo es...--se rascó la cabeza Pengüin con algo de temor en la reprimienda que seguramente recibiría--esto...¿que le dijo antes de venir?
--ayuda, pero no pienso hacerlo
--¿¡porque!?
--no me da la gana.

Suspiraron y le permitieron seguir su camino hacía el cuarto de descando para médicos. A veces era muy difícil tratar con el doctor cuando eran esos casos.

Mientras tanto, Luffy había terminado de sacar todo lo que se encontraba en su interior, una de las enfermeras limpió su cara y su boca. El pequeño aún soltaba suaves sollozos, le sorprendía la rudeza que podían tener las palabras de aquel doctor quien, como una víbora no le importó inyectar su veneno.

Sus palabras aún resonaban en su cabeza, le dolía y no entendía porque, tal vez porque aquellos ojos grisáceos lo miraban de forma fría, sus palabras lo herían, también porque aquellas acciones amables que duraron segundos, fueron barridas sorprendentemente ante aquella violencia.

Soltó un suspiro entrecortado para finalmente volver a llorar con fuerza.

.
.
.
Eran cerca de las 3:00 de la madrugada, Law quien aún no podía conciliar el sueño a causa de los sollozos del pequeño, se levantó completamente enfurruñado, salió del descanso médico para dirigirse al área de urgencias, donde el menor se encontraba llorando.
--¿¡Podrías callarte!? ¡molestas a los pacientes! Y lo más importante, a mí.

Luffy sollozó, limpió sus lágrimas y miro al doctor, sus ojos estaban completamente rojos e hinchados, en sus mejillas estaba fuertemente marcada el camino de sus lágrimas, era tan lastimosa la vista que le dio igual, solamente lo miró más de forma agresiva--l-lo siento.
--no me importa lo que sientas, sólo quiero que te--
--me voy a callar...sólo, sólo si prometes ayudarme
--¿porque tendría que hacerlo?
--porque eres doctor y los doctores ayudan a la gente.
--soy cirujano.
--hazme una operación y ayudame.
--especialidad en cardiología.
--cura mi corazón.

Era increíblemente molesto e insistente, debía admitir que eso le sorprendio, dio unos buenos contraataques a sus palabras por lo cual se sentó en la cama junto a él.
--ahora solo apestas a vomito, podré tolerarlo...estarás un mes bajo observación para ver si no tienes ropturas en el esfínter a causa de tanto, uso, vendré todos los días a intentar quitarte esa adicción.
--¿¡como!?--tapo su boca al notar la cara de molestia del doctor--¿como?--susurro ahora.
Law sonrió, se acercó al menor quien sólo retrocedió--con una terapia de choques.
Luffy palideció por lo cuál Law rio--¿e-eso es gracioso?
--lo es cuando es falso, veré cómo te quito lo adicto después de dormir--se levantó--nos vemos.
Luffy asintió--hasta mañana...¡d-doctor!
--¿que?
--¿como se llama?
--Trafalgar Law.
--y-yo soy...
--ya lose. Ahora, cállate y duerme.

ƚ ℓ ҽ   ϝ ℓ α ɱ ҽ.   [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora