Primer verso.

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Capítulo 3.

Acarició sus muslos con una mano, mientras con la otra se encargaba de masajear su miembro, soltó un suspiro y sintió como el semen comenzaba a salir, esa sensación era sumamente extraña, en el momento que la escencia pegajosa de su amigo siempre salía de su interior, mañana mentiría, diría que irá a la escuela pero en realidad se escapara a otro lado, sabía que debía dejar las drogas o si no tarde o temprano eso le afectaría, por lo cuál aquella sustancia tan deliciosa le daría un digno adiós.

--¡Luffy date prisa! ¡también me tengo que bañar yo!--grito Ace desde fuera mientras golpeaba la puerta.
--¡ya voy!--respondió el menor, miro una vez más como el agua se encargaba de librarlo de culpas para después salir del baño, secó su cuerpo y se vistió con el pijama, sonrió para abrirle la puerta a su hermano quien entro rápido para después sacarlo de una patada.
--¡necesito usar el baño!--gritó y cerró de golpe.
Mientras su hermano hacía sus necesidades Luffy bajo al primer priso con una toalla en la cabeza para secar su cabello, miró a Sabo quien estaba leyendo un libro, se acercó con una sonrisa, con aquella sonrisa aniñada que ha estado usando durante tantos años.
--¿que haces?
--estudio para el examen de mañana--acomodo sus cabellos y sonrió para después mirar a su hermano--¿sabes sobre los hábitos de higiene? No debes estar una semana sin darte un baño...
--ya lose, lo siento...pero el olor se cubrió bien--sonrió
--¿le pediste a Coby que te rociara con esa colonia?--el pequeño negó--bueno, entonces ve a dormir que mañana tienes clases.
--esta bien--sonrió y después de abrazar a su hermano subió a su habitación.
Sabo miro a Luffy retirarse con una sonrisa, hace no más de un mes había encontrado a su hermano fumando marihuana, sabía bien que eso no era bueno pero, por lo visto los hábitos de la droga, tabaco y el alcohol los iba perdiendo cosa que le traía bastante paz.

Su mayor miedo era perder a su hermano a causa de las drogas, tenía tanto temor de un día entrar al cuarto de su hermano y verlo inconsciente con una aguja clavada en su piel. Sacudió la cabeza, tener esas ideas en la mente eran muy malas, sobre todo para él, pero era muy obvio que Ace era el más contento, si todo seguía bien, pronto podrían seguir como una familia normal la cuál nunca encontro al pequeño drogandose.

--creí que ibas a darte un baño--dijo Sabo cuando noto que el pecoso regresaba.
--primero quiero tomar agua--llego hasta el refrigerador pero se giro--tengo un mal presentimiento--Sabo lo miró--, Luffy no debe ir mañana a clases.
--¿porque?
--algo aquí me lo dice--el moreno se llevo las manos al pecho, Sabo lo conocía bastante bien, un día cuando ellos dos se conocieron él le dijo lo mismo, que no debía ir a la casa de sus padres, el rubio lo obedeció y se salvó de morir en un incendio.--Sabo
--esta bien, mañana que no vaya a la escuela--sonrió mientras lo miraba con cariño--, tranquilo, nada malo va apasar.

Ambos hermanos se vieron unos instantes, Sabo le sonrió con ternura a su hermano quien le correspondió, aquellas sonrisas que se mandaban el uno al otro siempre lograban tranquilizarlo en esos momentos.
--gracias--respondio Ace mientras rascaba su nunca.
--besame.
--no.
Ambos comenzaron a reír, Ace subio al segundo piso para poder darse un baño mientras que Sabo se encargaría de estudiar, sólo un poco más.


La caída de la noche para dar paso al día fue más rápido de lo que pensó, el trinar de las aves era más constante y los rayos del sol se filtraban por la ventana gracias a que había olvidado cerrar las cortinas la noche anterior. Bostezo mientras se estiraba estando sentado en la cama, talló sus ojos y sonrió, había dormido lo suficientemente bien esa noche, tenía bastante energía y gracias a las pastillas que tomo el dolor en sus caderas no era tan intenso.

Se levanto de la cama y tomó su uniforme el cual había dejado tirado en el piso, lo sacudio para quitarle un poco el polvo y cuando estuvo por ponerselo la puerta se abrió, en el marco de esta se encontraba Sabo, le sonrió de manera cálida a lo que respondió el pequeño--Luffy hoy tenemos exámenes, llegaremos más tarde de lo normal y necesitamos que te quedes.
--¿voy a faltar a clases?
--si, se que no es normal que te pidamos estas cosas pero sólo es por hoy.
--¿porque?--reclamó, se dio cuenta del tono de su pregunta gracias a la reacción de Sabo, por lo cuál desvió la mirada como si estuviera con duda de la decisión de sus hermanos--¿porque puedo faltar? Diganme para que falte mas seguido shishishi~

Sabo conocía a la perfección a Luffy y sabía bien cuando mentía--hice un pedido de carne especial y necesito que alguien lo resiva o de lo contrario se lo llevarán y se echara a perder.
--¿¡Carne!? ¡claro que me quedo!--esa era la unica forma en la cuál podían tenerlo en casa, a pesar de sus mil imperfecciones que seguramente ocultaba como todo adolescente había algo a lo que jamás se negaría el menor de la familia.
--necesito que cada hora me estes llamando para verificar si ya llegó o que no te la hayas comido.
--oki-doki~ cuenta conmigo--sonrió ampliamente.
--bueno, puedes bajar en pijama a desayunar.

A pesar de estar esperando por un tan ansiado paquete estaba aburrido, busco en su celular los contactos, se sentía sólo en esos momentos.

--¿hola? ¡Kiddy! Oye, estoy solo en casa ¿que tal si vienes y jugamos un par de rondas? ¡perfecto! Aquí te espero.

Eustass Kid era un viejo amigo que conoció una tarde entre los callejones cuando se escapaba de clases para compartir un poco de marihuana, él era el único con quien hablaba de sus adicciones y aunque el pelirrojo había dejado todo en relación a la droga el moreno era lo opuesto, a veces recurría a él en las noches cuando la dosis se le solía pasar y lo único que sentía era el miedo, cuando sus alucinaciones lo engañaban, en esos momentos cuando su viaje parecía interminable siempre estaba Kid para ayudarle, siempre.

--veamos...¿porque siempre que vengo jugamos uno? La última vez que te gane casi me golpeas con una silla.
--¡y tenía razones para hacerlo! ¡tenías un montón de cartas, me bloqueaste siete veces y me ganaste en menos de 5 segundos!
--si gano no me golpes a menos que quieras lo mismo maldito mocoso--sonrió con malicia mientras miraba la suerte que tenía--ya sabes que hace el perdedor ¿no?
--si, si ya lose, una mamada, bueno comencemos--sonrió--¡confío en el corazón de las cartas!
--no me vengas con esas mierdas, vamos a jugar--
--¡si!--Luffy coloco una carta y luego lo hizo Kid.
--te bloqueó....


Como si hubiera sido ayer, Kid aplicó la misma estrategia....

--sabes, este castigo que el perdedor le hace el ganador ya es aburrido--dijo Kid mientras bebía un refresco--, deberíamos de cambiar de castigos, apostar dinero no es mala idea.

Mientras Kid hablaba de las muchas ideas que tenía Luffy le aplicaba un oral, su lengua subía y bajaba al mismo tiempo, con su mano se encargaba de masajear sus testículos--Mgh~--soltó Luffy en el momento que el miembro ajeno pálpito.
--¿y bien? ¿Que mierda haces?
--cambiar el castigo--se levantó mientras quitaba sus pantalones junto con la ropa interior, froto el glande contra su entrada, ejerció presión y lo metió de golpe--¡Ah!
--¿¡pero que mierda!? ¡no quiero sexo eso me lo da Killer! ¡joder dame mejor dinero!
--¡cállate vago!
--¿¡a quien llamas vago!?
--¡a ti vago!
--¡cállate maldito adicto!




El chapoteo aumentaba, Kid lo abrazaba de las caderas mientras daba ligeras mordidas en los pezones ajenos, Luffy saltaba abrazado la cabeza ajena, acariciando sus cabellos mientras gemía suavemente, aquellas sensaciones le encantaban, pero al mismo tiempo las odiaba. Odiaba el dolor pero amaba el placer, era un extraño sentimiento que siempre se mezclaba en él, y cuando el constante golpeteo de un miembro contra su próstata aumentaba no podía evitar perderse entre las sensaciones, sus ojos se volvían blancos mientras las lágrimas caían.

--¡Mgh! ¡Ahhh!

.
.
.

--¿¡No piensas ayudarme a limpiar!?--se quejó Luffy.
--ese es tu castigo por violarme.
--no parecías sufrido mientras me la metías--hizo un puchero mientras Kid guardaba el juego de mesa.
--para la otra--sonrió--, apostaremos dinero, dejemos las mamadas y las violaciones.
El menor sonrió y terminó de limpiar la sala, Kid había vuelto a su casa dejando al menor sólo quien aparte de limpiar se encargo de eliminar aquel aroma tan intenso a sexo. Rascó su cabeza algo aburrido pero estaba temeroso a que mientras se encontraba perdido en sus asuntos con Kid el señor que llevaría la carne se haya ido.

Miró el reloj en la pared, aún era demasiado temprano, tal vez cocinaria algo para poder comer, pasar el rato y ver una película, la despedida de aquellas sustancias esperarías sólo un poco más.

ƚ ℓ ҽ   ϝ ℓ α ɱ ҽ.   [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora