🥀;; 𝓬𝓱𝓪𝓹𝓲𝓽𝓻𝓮 𝓽𝓻𝓸𝓲𝓼

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___ POV ·

− No, es solo que... - Me quedé analizando lo que diría luego. − Mi madre se marchó de casa cuando apenas era una niña. Solo me quedé pensando en que debe de estar haciendo ahora mismo. - Sonreí.

− Lo siento, no debí de haberlo dicho. - Se disculpó, pero yo solo negué.

− No importa, tampoco lo sabías. Y después de tantos años, no me siento triste por eso...

Se creó un silencio incómodo. Hasta que alguien habló.

− ¿Te gusta el pan? - Todos miraron a Jimin, con cara de " ¿Es en serio, Jimin? ".

− Obvio, o sea, es lo segundo más rico del mundo. - Dije contestando, como si fuera algo obvio.

− ¿Y cuál es la primera cosa? - Habló Suga, después de estar todo el rato callado.

− Mi crush.

− Uhh, ¿tienes crush? - Jin alzaba y bajaba las cejas, mientras que Namjoon ponía cara pervertida.

− Sip, y admito que le daba y no consejos 7u7r - Creo que ya me estaba descontrolando.

¿Os acordáis que antes, Taehyung, estaba en su mundo? Pues ahora mismo igual.

Los chicos se reían, y ellos seguían charlando. Pero yo solo miraba al chico que tenía enfrente de mi, mi adorable azabache.

− Taehyung, te noto raro... ¿Te encuentras bien? - Le pregunté, en voz baja.

− Me siento mal. - Respondió, cabizbajo.

− ¿Quieres ir a la enfermería? - Asintió con la cabeza. − Chicos, Taehyung y yo vamos a ir a la enfermería. Se encuentra mal.

Los chicos asintieron, preocupados por su amigo.

− Si pasa algo, nos avisas. ¿Sí? - Dijo Jin.

− Sip, ¡entendido!

Taehyung y yo, nos dirigimos a la enfermería. Cuando llegamos, la chica encargada de cuidar y revisar a la gente, revisó al chico. Le tomó la temperatura, no sin antes preguntarle que le ocurría.

− Tienes fiebre. Será mejor que te quedes descansando. - Iba hablando mientras dejaba una pequeña toalla húmeda de agua fría en su frente. Luego me miró a mi. − Señorita ___, ¿le importa quedarse aquí?. Tengo cosas que hacer, pero alguien debe de cuidar a Kim.

− Está bien, me quedaré aquí. - Contesté. − Pero, ¿y las clases?

− No te preocupes, avisaré a vuestros profesores.

− Bien. - Dije, y se fue.

Yo era una buena estudiante. Más o menos, pero lo era.

Me senté al lado de Tae, en una silla de madera. Observaba al chico, quien intentaba dormir en la incómoda camilla. Se veía lindo. Pero varios mechones de su oscuro cabello, molestaban en su rostro. Así que con sumo cuidado, para no molestarlo, los aparté.

− Descansa... - Murmuré, cuando vi que ya estaba dormido.

[...]

Eran las cinco de la tarde aproximadamente. Las clases ya habían terminado, y era hora de los clubes y extraescolares. Taehyung ya se encontraba mejor, pero tenía algo de hambre. Así que decidí ir a avisar a los chicos como estaba y de paso ir a por comida.

− Ahora vuelvo, Tae. - Salí de la habitación, sonrojada.

Por primera vez, lo había llamado Tae. Como hacen las personas cercanas a él. Espero que no se moleste por eso, me salió solo.

Me dirigí al salón de danza. Tenía entendido que los chicos estaban apuntados en ese club. Caminaba mientras contaba el dinero, para ver si tenía para comprar algo a Taehyung. Y por suerte, sí.

Llegué, y abrí la puerta. Interrumpí a los chicos bailando una canción, la cual no conocía.

− ¿¡Pasó algo, ___!? - Exclató Jin, preocupado.

− No, al revés. Taehyung se encuentra mejor, lo decía para que no se preocupen tanto por él.

− Bien, luego iremos a visitarlo. - Habló Yoongi, quien se había tirado a un pequeño sofá a descansar.

− Le avisaré. Lamento haberlos interrumpido. - Me disculpé.

− No pasa nada. - Negó Namjoon. Salí del salón y fui a la cafetería.

Compré un pequeño bollo dulce, relleno de chocolate. No sabía si a Tae le gustaba, pero igual lo compré. Volví a la enfermería, y le di el alimento.

− Mmh... ¡Está delicioso! - Habló, con un toque de brillo en sus ojos.

− Me alegro. - Sonreí.

− ¿Cuánto costó?, mañana te pago, lo juro.

− ¡No te preocupes, no importa!

Al final me iba a quedar pobre. ¿Quién más quiere que le compre comida?. Ya van Jin y Tae. Da igual, me vengaré.

− Los chicos me dijieron que luego vendrían a visitarte. Supongo que después de la práctica.

− ¿¡Práctica!? ¡No puede ser! - Intentó ponerse de pie.

− No te preocupes, aún sigues algo mal. - Lo empujaba levemente y con cuidado hacia atrás, para que se tumbara. − Descansa.

Quedamos en silencio. Pensé que quizás se aburriría.

− ¿Qué te gusta hacer? Aparte de bailar. - Le pregunté.

− Jugar a videojuegos, dibujar y pintar, tomar fotografías... - Lo interrumpí.

− ¡Eso es genial! - Estaba emocionada por pasar tiempo con él. - De seguro se te da genial.

Sonrió.

Esa sonrisa que tanto amaba, me la mostró a mi. Solo para mi.

Me pregunto, ¿algún día será él también mío?

− ¿Y a ti? - Me preguntó.

− Pues...

Tomarte fotos, imaginar nuestra boda contigo, observarte, saber más de ti. Claro, son las cosas que hacía día a día, y amaba. Pero me tacharía como acosadora y loca si le decía eso.

− No lo sé, la verdad. No hago nada más que leer y escribir. - Respondí, sincera.

Lo poco que escribía, trataba sobre él o pensaba que el protagonista era él.

− Algún día deberías de mostratme alguna de tus historias. - Sonrió.

Solo me sonrojé.

Aún no sabía como no estaba tartamudeando. Creo que es porque me sentía más segura estando con él. Ya que nos ibamos conociendo más y él me estaba tomando confianza.

− Claro, si tú quieres. - Le sonreí amablemente.

La puerta se abrió, y vi a los seis chicos que hacía alrededor de media hora había visto. Nos saludamos y hablamos un rato. Pero vi que hora era, y decidí irme a casa.

− Nos vemos, chicos.

ー 𝖈𝖗𝖚𝖘𝖍 | 𝖐𝖙𝖍 𝖝 𝖙𝖓.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora