✎ Capítulo 4

128 31 1
                                    

Caprichos

Al despertar no me sentía igual que los otros días, me sentía algo diferente. Y es que no sabía tampoco porqué había tomado tanta importancia a que Jongin leyera mis libros. Quiero decir, luego de darme cuenta que aquel usuario y Jongin eran la misma persona quedé muy confundido. Y era porque no me lo esperaba agregando que hace un buen tiempo que no recibía una reacción así en mi vida.

Si bien me gustaba y me gusta escribir mi vida personal no era muy entretenida y fascinante para ser sincero, así que tal vez por algo había tenido que "conocer" a Jongin de esta manera.

A lo mejor eso era.

De todos modos no podía estar todo el día pensando en eso así que debía comenzar a hacer mis tareas diarias. Este día no iría a comer a Loves and Laughs si no que me prepararía algo yo mismo. Así es, Do Kyungsoo también tiene dotes culinarios. No por nada a veces Baekhyun y Chanyeol venían a comer a mi casa... ¡Ellos adoran como cocino!
Pero me di cuenta de que me faltaban ingredientes y si me faltan esos ingredientes no se puede cocinar el plato, por lo tanto debía salir de casa igualmente. Quise volver a mis tiempos juveniles así que me puse un polerón canguro negro y jeans del mismo color.

¿Todo un ser oscuro no?

Tal y como mis personajes.

Una vez que llegué al supermercado fui directamente al sector donde estaban las frutas, especias, y comida en sí. Aunque claro las golosinas no pasaron desapercibidas de mi canasto y fui dejando algunas. Cosas como dulces masticables, dulces ácidos, etcétera. Me había prometido que cuando fuera adulto dejaría de comer todas estas cosas pero mirenme ahora, las sigo comprando. No si yo no aprendo señores.

Ya tenía todo en mi canasto así que ahora debía pasar por la caja. Cuando estaba en la fila esperando mi turno algunas personas me miraban de pies a cabeza lo más "disimuladas" que podían. Pero siempre me daba cuenta cuando me miraban fijamente, no sé como pero es un don que tengo. Debía ser por como estaba vestido, todo de negro parecía como si fuera a robar algo pero yo no haría eso, jamás. Ni aunque estuviera en las peores de las situaciones.

Tal vez me robaría algún tomo inédito de mis autores favoritos o alguna edición coleccionista de tapa dura. Esas son valiosas y hermosas. Y valen mucho.
Intenté hacer que la cajera lograra todo rápido para poder irme lo antes posible ya que es un clásico que cuando venía a comprar, la cajera me preguntaba absolutamente todo. Mi nombre, cuantos productos llevaba, que si quería agregar alguna otra cosa, etcétera. Por suerte este día no había sido así. Con mis cosas en bolsa salía del supermercado caminando alegremente para llegar a casa y poder disfrutar de una buena comida.

¿Que mejor no?

Todo iba bien hasta que siento que la bolsa iba estirándose por debajo y es que solo había sacado una sola bolsa para todos los productos que llevaba. Nefasto error. Seguía caminando pero un poco más lento cuando la bolsa ya no pudo soportar más y se abre haciendo que todo se cayera y desparramara al piso.
¿Ahora de donde sacaría otra bolsa?
No lo sabía, puesto que en los locales que se encontraban cerca no se veía como si dispusieran de ellas así que me encontraba ahí con las cosas en el piso y sin saber que hacer.

Pero la vida da muchas, muchas vueltas y cuando menos te lo esperas llega gente que no te tenías en mente. Supongo que ya saben a que me refiero.

—Hola, aquí tienes esta bolsa de tela.
Te servirá mejor.— Escuché una voz a mis espaldas, ligeramente conocida para mí.

Me volteé y allí estaba, otra vez.

—Gracias...— Respondí tratando de esconder mis gritos internos.

Relato De Un Escritor ❥ SooKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora