Nuestra Promesa

Un conveniente tropiezo

Cuando volvieron a la casa entre los tres acomodaron las compras, y obviamente se sentían hambrientos, Reborn miro a los menores y sonrió, ellos se encargarían de la casa.

- Bien los deberes de la casa se repartirán así dame-Tsuna, tú te encargaras de la comida, Gokudera tú de la limpieza de la casa y yo me encargaré de supervisar que hagan bien su trabajo

- Reborn eso no es justo

- Disculpa pero no te escuche, porque león decía que hace mucho tiempo que no juega contigo y que hoy quiere jugar contigo, así que repite lo dijiste dame-Tsuna – dijo Reborn mientras convertía a León en pistola

- No, nada no dije nada – sonrió mientras miraba con terror al pequeño camaleón

- Bueno, entonces qué esperas vete a cocinar la cena y tu Gokudera ve a poner la mesa

- Si – dijeron los dos para después ir a cumplir las órdenes de Reborn.

Tsuna se apresuró a cocinar y en poco tiempo tuvo lista la cena para los tres

- Décimo esto está delicioso – dijo Gokudera para después seguir comiendo

- ¿enserio? Gracias – murmuro algo sonrojado

- después de todo no fue mala idea que le pidieras a Bianchi que te enseñará a cocinar – fue el mejor halago que Tsuna pudo recibir de Reborn.

Los tres terminaron de cenar y Tsuna ya estaba dispuesto para irse a dormir pero Reborn lo llamó, no lo iba a dejar irse tan rápido

- ¿a dónde crees que vas dame-Tsuna?

- pues a dormir, ¿Dónde más iría?

- ja, a dormir y dime ¿a qué hora piensas preparar sus bentos para la escuela?

- ¿mañana? Ahora tengo sueño...

- ¿me preguntas o me afirmas? y no mañana no, no te duermes hasta que no los prepares y tu Gokudera ya lavaste los platos

- si Reborn-san – murmuro antes de ir a hacer lo que le ordenaron

- bien ya te puedes ir a dormir – le sonrió al de ojos verdes cuando acabo con su tarea

- entonces que tengan buenas noches – dijo Gokudera para salir del comedor e ir a su habitación

- y tu Tsuna prepara los bentos y lava todo lo que ensucies, porque Gokudera ya dejo todo limpio

- pero son las 11:30 ya es tarde – frunció el ceño

- Nada de peros y que tiene la hora, si no empiezas ya será más tarde – Reborn mientras se iba a su cuarto

Tsuna suspiro y sin más remedio preparó los bentos y el desayuno para irse a dormir al fin como a la una y a la mañana siguiente por lógicas razones no quería levantarse y cuando se levantó fue con "ayuda" de León

- ¡Reborn! ¿Porque hiciste eso? – miro al mayor con un puchero

- ¿Por qué? ya viste la hora dame-Tsuna solo tu faltas Gokudera ya está listo – le mostró el reloj al castaño

- ¿Qué? Ya es muy tarde – salió como rayo para estar listo en menos de 5 minutos.

Agarraron sus bentos y se fueron a la escuela, iban corriendo por los pasillos de la escuela para que pudieran llegar a tiempo a su clase.

Un azabache se encontraba recorriendo los pasillos de su amada escuela, revisaba que ningún estudiante rompiera las reglas o perturbara la paz en la escuela y si lo hacían el mismo se encargaría de morderlos hasta la muerte. Estaba distraído observando los pasillos que no se dio cuenta de que alguien corría hacia donde en él estaba, hasta que escucho a alguien gritar.