Él sospecha de lo nuestro

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POV LAUREN
Corrí por el pasillo y las chicas iban detrás de mí, abrí la puerta y lo vi sentado mirando a Alejandro y luego a mí, extendió los brazos pidiéndome que me acercara a él así lo abrace. Corrí a su lado como una niña sin consuelo y con lágrimas en los ojos.
Me fundí entre sus brazos y lloré, él me decía que no llore, que estaba bien que todo estaba bien pero mi cuerpo aún experimentaba la sensación de miedo, ese terror de perderlo.

La habitación poblada fue vaciándose y yo me quedé a solas con él, nos miramos y no fue necesario usar las palabras, él sabía que yo tenía miedo, yo sabía que lo mismo sentía él. "Voy a estar bien, hija no te preocupes, queda Gustavo Jauregui para rato", dijo y lo miré con ternura, besé su mejilla y le dije: "Hay que cambiar tu rutina y no vamos a discutir por eso, debes cuidarte".
El me miró y suspiró con fuerza, giró su cabeza y posó su mirada en la ventana, en el cielo que aparecía a través del vidrio. estaba pensativo, debatía en su interior qué era lo correcto; como si ese paisaje lo inspirara dijo "Me cuidaré, lo prometo, hija". Besé su frente y permanecí abrazada a él un tiempo más.

La doctora que lo atendió me dijo que debía permanecer unos días más internado, por precaución. Alejandro y James estuvieron reunidos un buen tiempo con mi abuelo mientras yo hacía unos trámites en el hospital en compañía de mi bella novia.
Comencé a sentir hambre y mi estómago rugía con fiereza.
Camz me llevó a almorzar junto con Dinah y Mani, Ally estaba en la oficina arreglando unos asuntos de la empresa.
El cansancio quería instalarse en mi cuerpo, Camz me miraba de reojo, examinando mis movimientos y mis gestos, al final dijo "Lauren, vamos a descansar". No me opuse, realmente deseaba dormir aunque sea unas horas.

Fui a la habitación de mi abuelo, mi nana estaba allí charlando con él, James y Alejandro se habían marchado. Dejé a mi abuelo en buenas manos y me marché con Camz hacia su casa.
Ally prometió pasar a buscarme y volveríamos al hospital en la tarde.

Alejandro y Sinue conversaban con tranquilidad en la sala de la casa, estaban tomados de la mano, podía notar en esa sutil unión el amor que cada uno le profesaba al otro, sonreí, era agradable ver esa escena tan especial en ellos.

Alejandro no nos quitó la vista de encima hasta que desaparecimos escaleras arriba hacia la habitación de Camila.
Nuestra pequeña cachorra estaba acurrucada en su sillón y al vernos sólo levantó su cabeza a modo de saludo, volvió a dormirse, me acerqué a acariciar su cabecita, Camz me abrazó por la espalda y deslizó sus manos por debajo de mi abrigo y mi camiseta, besó mi nuca y yo me aferré a su abrazo, sentir sus manos cálidas en mi vientre me reconfortaba y no quería dejar de sentir esa sensación tan hermosa.

Lentamente comencé a desprender los botones de mi abrigo, ella me dio lugar así me desvistiera, poniéndose frente a mí me miraba con dulzura, me saqué el abrigo y hubo dos golpes en la puerta: "Mila, hija, ¿puedo pasar?", Camz con sorpresa fue a abrirle la puerta a su padre.

El entró y divisó la imagen frente a él, yo de pie a la cama y mi abrigo en el suelo, me incliné a recogerlo mientras él decía: "Pensaba en preparar la habitación de huéspedes para que Lauren esté más cómoda y tú puedas tener tu privacidad ", lo miré y miré a Camz que fruncía el ceño y contraatacaba "No, ella dormirá conmigo, ya hemos dormido juntas antes", Alejandro la miró y luego a mí, me tensé y él dijo "No quiero que estén incómodas, hija", Camz se acercó a él y continuó: "No es incómodo". Ambos se miraron, él fijó su mirada en mí y aceptó la decisión de Camz "Bien hija, las dejo descansar".

Alejandro salió de la habitación y con Camz nos miramos, la sorpresa por el accionar de él nos hizo pensar a las dos, ¿acaso sospechaba algo en relación a nosotras? Camz no dijo nada y yo tampoco quise hablar, dejamos de lado las presuposiciones;sólo quería ser amada por mi chica.

Un Amor VerdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora