Nadie Nos Podrá Separar

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POV LAUREN
Marcelo nos llevó al edificio donde funcionaba la empresa que a partir de ahora me pertenecía junto con Camz.
Unos hombres de la edad de Alejandro nos sonrieron y nos mostraron la instalación y a cada uno de los trabajadores los cuales nos miraban sorprendidos.

Casi todos eran mayores que nosotras, tal vez al vernos tan jóvenes no les inspiraba confianza sin embargo nos explicaban cada una de las actividades que realizaban.
Nos sacamos fotos con algunos de ellos, recorrimos el lugar y dejamos a cargo al hombre con más antigüedad en el trabajo, él sería nuestro administrador y nos informaría sobre los cambios y/o necesidades que la empresa requiera.

Las preguntas al instante comenzaron a surgir, quien era la jefa, si habría bajas en el trabajo, si la empresa desaparecería como venían previniendo los rumores desde que Bradley se fue.

A cada una de las dudas que se plantearon tratamos de ser sinceras; ambas éramos las dueñas de la empresa, por lo tanto la decisión de algún cambio debía ser tratado por las dos, como estaríamos separadas de Jauregui & Asociados éramos independientes y dependía de nosotras evitar que alguna empresa mayor nos absorbiera ante la inestable economía por la cual atraviesa el país.

Parecían conformes con nuestro discurso, nos miraban con detenimiento y noté ciertas miradas lascivas hacia mí y hacia Camz, ella sonreía constantemente, miraba todo con curiosidad y exploraba cada rincón preguntando y tratando de entender el funcionamiento de cada máquina del lugar, los trabajadores atentos a los pedidos de ella le explicaban con detalle y le dedicaban sonrisas cargadas con otras intenciones.

Yo era lo contrario de Camz, estaba seria, verla desenvolverse tan confiada en ese grupo de hombres generó en mí ese sentimiento que se alojó en mí cuerpo desde que la conozco: los celos.

Mentalmente me decía que debía controlarme, ella muchas veces me dijo eso, "Contrólate, Lau"... "Eres mía, lau"pero aun así no podía controlarme del todo, necesitaba marcar mi territorio, decirle a todos ellos que ella era solamente mía.

Como si me leyera la mente, me tomó de la mano y me llevaba de un lado a otro, su mano suave y cálida no se despegó de la mía ni un instante, a cada minuto me dedicaba una mirada cargada de amor y yo le sonreía como boba, ella lograba llevarme a diferentes extremos, la furia de los celos y la sumisión ante su mirada encima de mí.

Nos despedimos de los trabajadores prometiendo ir a la empresa una vez a la semana por si surgía alguna duda o un problema a solucionar.

Luego de ese recorrido particular para ambas y conocer nuestra primera empresa debíamos encontrarnos con Sinue.

Camz y yo estábamos esperando a Sinue en el restaurante, aún no habíamos pedido la comida, realmente no sabía si podría comer con el tema que había que tratar.
Sinue apareció en la entrada del restaurante, se encaminó directo a nuestra mesa, me dejó un beso en la mejilla y le dio otro a mi bella novia.
Se sentó y nos miró. "¿Pedimos primero la comida?" dijo ella como para comenzar a dispersar el clima tenso de la mesa.

Cada una pidió su platillo, el mozo nos sonrió y prometió volver con el pedido. Sinue nos miraba y estaba nerviosa.

- Sinue , -dije yo- creo deberías comenzar a contarme que dijo Alejandro.
- Lauren, -suspiró y continuó- mi esposo me contó que ha notado algo raro en ustedes, al principio le pareció agradable el que trabajen juntas y se lleven de maravilla pero vio cosas que le hicieron dudar sobre su amistad. Tu bien sabes que él conoce sobre tu inclinación sexual dado esos rumores, -Sinue cuidaba bien sus palabras para no decir algo que me ofendiese o que lastimara a Camila- entonces al ver que tú y Camz duermen juntas, que andan tomadas de la mano y que se den esas miradas que se dan, pues lo hicieron dudar... todo eso me lo dijo él, "Sinue, ¿has visto como se miran? Como si estuviesen enamoradas" me dijo. Niñas, ¿cómo se les ocurre dormir juntas en el viaje? Él me contó que pidió habitaciones separadas pero que ni hizo falta pues no se separaban...

Un Amor VerdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora