Siempre a tu lado [Shinsou x Oc][PAUSADA]

Ella

Y así como he regresado a la UA ha aparecido Egao-san.

-¿Shinsou?¿Estás bien?-Tan sonriente como a menudo me dirige estas palabras.

-No hace falta que pares el tiempo para llegar hasta aquí.- La abrazo. No quiero volver a perderla. Sin darme cuenta de un momento a otro los dos salimos volando. Ha activado su quirk.
Se ha puesto nerviosa.

-Egao-san, estamos flotando. -Se me nota un leve sonrojo.

-Ah , lo siento Shinsou-kun. -Se disculpa y nos deja caer. Ella cae encima de mí y nos apartamos rápidamente.

-¿Estás bien? -Espero que no se haya hecho algún daño.

-Sí , estoy bien. Pero yo te debería de preguntar , al fin y al cabo hemos acabado así por mi culpa.-Se lo niego con la cabeza. La ayudo a
ha levantarse dándole la mano y ella correspondiendola.

-Egao-san...-Paro de hablar debido a que hay una castaña al lado de Kanashī, Ochako Uraraka me llevo bien con ella, hace bastante compañía a Egao y es buena persona.
Se lo contaré en otro momento.

-Kanashī-san, tengo que contarte algo...

-Shinsou, Egao, necesito que vengáis conmigo.

-Adiós Ochako. -Ella la despide y Uraraka le devuelve la despedida.

Hemos llegado a la clase 1a y ante esto me sorprendo.

-Los dos habéis aprobado las últimas pruebas que hicimos y gracias a eso habéis podido pasar al curso de héroes y a esta misma clase. -Nos dirige la palabra Aizawa-sensei.

Gracias a estas palabras , Kanashī se sorprende y abre bastante sus ojos y sonríe.

-Entonces, ¿Estaremos en esta clase desde hoy?-Su pregunta me gusta bastante. Sin contar con Bakugou, creo que me llevo bien con todos.
Como modo de respuesta Eraser afirma con la cabeza.

-Ya pueden irse.- Al parecer ahora es la hora del almuerzo.

Para el tiempo y me toca la mano para después arrastrarme al patio.

-Deberías de dejar de hacer eso, luego estás muy cansada.-La miro con ojos preocupados.

-Oh, pero Shinso...-Me dedica una sonrisa adorable y enternecedora.
Sonrio levemente ante su repuesta.

-Mmm...ahora que lo pienso...nos trasladarán a la mansión ¿No?-Los globos oculares de la castaña brillan sin cesar. Se ha ilusionado ante la idea de que estemos más cerca de nuestros amigos.

-Supongo que sí.- Los ojos de ella reluce con mayor intensidad.

Hechamos un vistazo a nuestros almuerzos y poco después empezamos a devorar la comida.

-Shinso, ¿Qué tienes de almuerzo?-Ella me observa con curiosidad y una pequeña pero notable sonrisa se dibuja en su rostro.

-Yo tengo onigiri. ¿Y tu Egao-san?- Le pregunto con un poco de intriga.

-Pues... yo tengo yakishoba. Está muy rica.Jejejeje.- Me sonrojo violentamente al oír su linda risa.
Y pensar que he dejado que la liga de villanos, Shigaraki, Dabi, Toga, me arrebataron lo que más apreciaba.

Minúsculas gotas de cristal surgen de mis azulados globos oculares.
No quiero volver a perderla.
Quiero que siga a mi lado.
Quiero verla sonreír todos los días de mí vida.

-Shi-Shinso...¿Estás bien?- Pone su mano en mi rostro. Esto me saca de mis pensamientos. Me seca las lágrimas.

-Sí, estoy...bien Egao-san, no te preocupes.- Me revuelve el cabello. Nos quedamos mirándonos a los ojos...

-Shinso-kun, Egao-san ¿De qué os ha dicho Aizawa-sensei?-Sin darme cuenta me había perdido en los ojos de la castaña y mi amigo el peliverde había llegado hasta nosotros.

-¡Deku-kun!- Uraraka aparece por detrás de Midoriya. -¿Es que no has visto que estaban almorzando juntos?-El comentario de la chica me hizo sonrojar.

-Bue-bueno no pasa nada- Dice Kanashī ríe junto a los tres durante un buen rato.

-Vamos a ir a vuestra clase a partir de ahora.- Contesto rápidamente a la pregunta de Izuku. Evitando las anteriores palabras de la pelimarrón que estaba a lado de Izuku.

-¿¡Enserio!?- Pregunta emocionada Uraraka.

-¿Y iréis a la mansión con nosotros?- Midoriya se interesa por la conversación volviendo a intervenir.

-Mmmmm...supongo que sí Midoriya-kun. Tendremos que preguntarle a Shouta.- Menciona Egao-san mientras se rasca la cabeza con timidez.

-¿Le preguntaréis después?- La mejor amiga de Egao nos interroga con emoción.

-Eso creo.- Sin darnos cuenta Egao y yo habíamos respondido al unísono.
Esto hace que ella se sonroje notoriamente y yo escasamente.

Suenan las campanas sinfónicamente a las 11:30. Debemos volver a clase.
Voy a dirigirme a las escaleras cuando una mano me tapa la boca llevándonos hacía el vestuario.

-¿Quién...?- Pronuncio esta frase a duras penas, pero no hay respuesta.