La verdad

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Y ha pasado una semana, todos los días hemos ido a ver a Mangel al hospital. Todo ha ido bien, él volverá a casa hoy, y, naturalmente, le cuesta escribir y comer con su mano hábil, y es digno de un vídeo entero dedicado a la torpeza del brazo derecho de Mangel, y, de hecho, Rubén ya editó el video y está listo para ser subido. Ah, bien hablando de Rubius, estoy sinceramente confundida, en estos siete días no nos hemos vuelto a besar, ni una sola vez. Es frustrante, porque que te bese tu ídolo de la vida es genial, pero ahora es como si nada. Me he estado quedando en la casa de Rubén, para poder así ir al hospital, he dormido en una habitación aparte, claro, pero aún así estamos solos en la casa y nada. Absolutamente nada. ¿Habré estado alucinando? ¿En realidad él me besó?

- ¿Estás lista? Tenemos que ir a buscar a Mangel - entra Rubén en la habitación

- Sí... - digo de una forma no muy animada

- ¿Pasa algo?

- ¿Por qué debería pasar algo? - respondo muy borde, más de lo que quería

- Porque... estás como muy seria - no hago ninguna expresión con mi cara - vamos

Me levanto de la cama en la que estaba sentada, agarro mi Iphone y salgo de la habitación. Sigo a Rubius (sí, ahora estoy tan malhumorada que le llamo así) fuera del departamento y en el acensor, y luego en el estacionamiento y dentro del auto. Él lo enciende y empieza el camino.

Hoy llevo puestos unos shorts celestes, unas converse del mismo color y una camiseta negra musculosa (sin mangas). Me veo mal, tengo ojeras y he dormido poco, mis labios están secos y mi piel está pálida. Pero se puede disimular, con corrector de ojos, lipstick y rubor en polvo. Benditas mujeres que inventaron el maquillaje.

Llegamos al hospital. Bajo del auto seguida de Rubius, y caminamos por los pasillos hasta la habitación de Mangel. Ya me aprendí el camino, he tenido que caminarlo varias veces y ya no me pierdo cuando voy a la cafetería. Toco tres veces la puerta y entro. Está Mangel con una pequeña maleta al lado de la cama, y Azul está acurrucada en la silla. Pobre Azul, ha dormido en la silla todos estos días, y se le nota en la cara, pero yo no puedo decir nada, porque seguramente sin maquillaje me vería peor que ella.

- Por fin nos vienen a buscar -

Azul se para de la silla, me abraza e ignora a Rubius, el cual hace un saludo de manos con Mangel.

Salimos todos de la pieza, y vamos al estacionamiento. Nos subimos al automóvil de Rubius, Mangel como copiloto, y Azul y yo atrás.

(...)

- Dime qué pasa - Azul se sienta en "mi cama" (ya que estamos en la casa de Rubius)

- No pasa nada - miento

- No me digas que no pasa nada - entrecierra los ojos y se acerca a mi cara - te conozco hace poco pero lo suficiente para saber que estás mintiendo - inhala dos veces y asiente - sí, estás mintiendo, lo puedo oler - aleja su cara de la mía

- ¿Qué mierda? ¿Olerlo? - una sonrisita se asoma a la cara de Azul

- Te he pillado - se sienta en modo indio sobre la cama y apoya su cara en sus manos - cuéntamelo todo, con detalles por favor

- Bien... - me impresiona, ésta tía consiguió mi confianza en una samana y tanto, Amparo demoró meses en conseguir que le contara algo mío, privado - lo que pasa es que cuando tú me llamaste, Rubén me estaba besando y...

- Espera, dije con detalles. ¿Por qué te estaba besando? Y, ¿cómo llegó a acercarse a tus labios? - dramáticamente mueve sus manos - Cuéntame desde el principio - vuelve a su pocición de indio

- El día en que te conocí, me quedé a dormir para cuidar de Rubius, que estaba borracho, ¿recuerdas? - asiente con la cabeza - Bien, la mañana siguiente él me llevó a mi casa para cambiarme de ropa, y decidimos hacer un blog para mostrarles a mis hipsters a cagadores de ponys con retraso mi nuevo cabello - toco con las puntas de los dedos mi pelo azul - Pues bien, terminamos de grabar y él me mostró una nube con forma de polla...

- ¿Qué? - tapa su boca con la mano

- Eso, me mostró una nube con forma de polla. Sigo. Él me preguntó si era cosquillosa, y lo soy, por lo cual salí corriendo, me persiguió, se lanzó sobre mí y empezó a hacerme cosquillas. Y luego me besó.

- ¿Sólo eso? ¿Fue y te besó? - su cara decía algo así como "muchachito descarado"

- Sí ¡Y fue genial! ¡Por dios! Es que imagínate que te besa tu ídolo...

- ¿Y qué hay de malo con eso? Se supone que deberías estar feliz

- Sí, de alguna forma lo estoy. Pero no sé, no nos hemos vuelto a besar, y no sé qué significó ese beso para él. Al principio pensé que, quizá, yo le gustaba. Pero parece que no. Y ese es el problema, no sé qué soy para él - suspiro y apoyo mi cara en mis manos, con los codos en mis rodillas

- Los hombres son así. Especialmente Rubén, él es muy cerrado de su vida y sentimientos

- ¿Y tú cómo sabes que Rubén es así? Apenas hablas con él, además lo odias. O eso parece - esto huele a que hay algo que me estoy perdiendo

- Este... Yo, no... - puedo ver en su cara que está buscando una excusa para darme

- Quiero que me lo digas, lo que sea que estés escondiendo - me cruzo de brazos

- ¿Qué quieres que te diga?

- La verdad. Vamos, yo te conté lo que me pasaba a mí

- Está bien. Responderé tus preguntas - se cruza de brazos también

- Primero, ¿Tu conocías a Rubén desde antes?

- Sí...

- ¿Por qué lo evitas siempre? - esa es la pregunta que me recorría la mente desde la primera vez que me di cuenta de que Azul se comportaba de tal manera

- Mira, te contaré lo más brevemente posible - Azul parece entristecerse un poco

- Suéltalo todo - digo interesadamente

- Yo y Rubius estábamos en el mismo colegio. En el último año, él me pidió ser su novia y yo acepté felizmente. Lo pasamos bien los primeros cinco meses, y luego me engañó con la barbie de la clase - sus nudillos se ven algo blancos - y eso, desde entonces trato de no hablarle - mi mandíbula cae abierta

- Y... ¿él sigue siendo así? - pregunto, lo que sabía de Rubén se me pone en duda

- No, o al menos no lo creo. Él me pidió disculpas luego de lo ocurrido, pero la decisión fue que no era bueno volver a tener algo. De todas formas lo de la barbie fue algo de una noche, además yo era muy joven como para andar en serio con alguien, y él muy inmaduro para mantener una relación - suspira - pero bueno, no creo que sea un peligro que te ligues con él. Sólo ten paciencia, y si aún no pasa nada, habla con él para dejar todo claro - hubo un silencio - vamos a comer, que me muero de hambre y no he almorzado

- Vamos

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Bueno, este capítulo fue un poquito más largo de lo normal, ya que el último fue algo corto.

Espero que les haya gustado, voten y comenten 

La multimedia es Azul, por si acaso

Rubénius { Rubius y tú }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora