Parte 5

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Esa noche después de cenar, quería llevarme a Joaquín, pero algo cambio mis planes. El guía trajo dos platos que decían feliz cumpleaños para Diego y Joaco.

Luego de cantarles a ambos y grabar historias para IG, quedamos los cinco solos y Text0s, Diego y Ale se me quedaron viendo haciéndome señas con la cabeza para que me acercara a Joaco y comenzara mi plan...

-Oye Joaco- le dije parándome a su lado.

El levanto la cabeza del brownie que estaba comiendo y me miro.

-¿Qué pasa Emi?- me pregunto mirándome y en una de las comisuras de su boca tenia chocolate.

Por reflejo pase mi dedo para limpiarlo y me lo lleve a los labios. Todos se me quedaron viendo sorprendidos por mi acción.

-Lo siento. Por cierto esta rico. Ja ja ja.- dije apenado.

-Ja ja ja. No hay problema. ¿Quieres? – dijo levantando la cuchara y acercándola a mis labios mientras miraba a mis ojos fijamente.

-Eh... Sí, claro. –le respondí abriendo la boca.

Luego de tragar el bocado decidí no perder más tiempo.

-Joaco me acompañas a la playa necesito hablar contigo de algo serio.- le dije extendiendo mi mano como en mi casa un día atrás.

- Claro.- dijo mirándome sorprendido y tomando mi mano.

Comencé a caminar sin soltarlo. Mire sobre mi hombro y todos sonreían levantando sus pulgares deseándome suerte.

Caminamos en silencio hasta llegar a la playa, sin soltar nuestras manos, donde había una fogata esperándonos y unos globos de colores como la vez que Aris se le declaro a Temo.

Cuando deje de caminar lo mire y vi como levantaba su mirada de la arena. Sus ojos y boca comenzaban a abrirse.

-Emilio... ¿Qué... que es esto?- me dijo apretando mi mano, mientras miraba la fogata y a mi repetidas veces.

-Ven vamos a sentarnos y te lo diré.- dije tirando de su mano hasta el lugar donde había una manta y almohadas cerca de la fogata.

Me senté y el imito mi acción justo enfrente de mí.

-No sé cómo comenzar...- dije mientras flexionaba mis piernas y las abrazaba, apoyando mi cabeza sobre mis rodillas.

Él se me quedó mirándo en silencio.

-Creo que primero debo pedirte perdón, sé que la cague aquel día, en el que me dijiste lo que sentías... - comencé a decir.

-Emilio, no... - me interrumpió.

-Espera, solo escucha y déjame hablar... por favor. – puse mis dedos sobre su boca y luego baje mi mirada. –Yo en ese tiempo te dije que tenía novia, que no sentía lo mismo por ti y que no soy gay.- lo mire a los ojos.- Creo que me equivoque.

Sus ojos comenzaron a humedecerse y  lágrimas amenazaban con salir.

-Nose en que momento empecé a verte de manera diferente pero me di cuenta el día que grabamos el primer beso...- le dije tomando sus manos.- Primero me comencé a sentir confundido, por eso comencé a alejarte y te hablaba solo por lo laboral, en las grabaciones, y cuando grabamos el segundo beso, el 14 de febrero, lo supe...-respire profundo y lo solte.-supe que me gustabas, pero a la vez seguía muy confundido, porque yo tenía novia. Cuando también comenzamos a besarnos en las obras, intentaba que fuera solo un minimo rose, para no dejarme llevar y eso me mataba, lo único que quería era sentir tus labios.- estaba abriendo mi corazón. – Pero llego ella, María, y mi confusión volvió. Esos días con ella fueron un sufrimiento y los mejores a la vez. Sufrimiento porque quería estar a tu lado todo el tiempo pero debía permanecer con ella y los mejores porque cada día que pasaba junto a ella me daba cuenta que al que quiero eres tú, Joaco.- le dije.

En este momento, sus lágrimas caían libremente por sus mejillas y yo sin darme cuenta también estaba llorando.

-Cuando se fue, después de festejar otro mes juntos, ya no podía fingir más. Todas nuestras llamadas o mensajes terminaban en discusiones. Una noche luego de cortar la llamada con ella, comence a tirar cosas contra la pared y agritar muy enojado. Mi mamá vino a ver que pasaba y ya no me pude contener y caí de rodillas llorando frente a ella, le conté lo que me pasaba contigo, me consoló y me aconsejo. Fue entonces cuando decidí terminar con María. – mis manos temblaban, él al notarlo las apretó dándome valor para seguir hablando.- Al día siguiente la llame, mas tranquilo, y le dije que ya no quería seguir con ella y comenzó a gritarme muchas cosas y me colgó. Desde ese día no volví a hablar con ella.- solté sus manos pare secar mis lágrimas y él me imito con las suyas.

El seguía mirándome directo a los ojos sin ninguna expresión que delatara lo que realmente sentía, más allá de las lágrimas.

-Me sentí liberado, pero aún no estaba listo para enfrentarte. Tenía muchas otras cosas pendientes antes de decirte todo. Por eso te mentí cuando te conté el motivo de nuestra ruptura y por eso también te pido perdón. – le dije

Cuando volví a tomar su mano sentí que temblaba.

-Ya está muy oscuro y hace un poco de frio, mejor sigamos hablando en tu habitación.- le sugerí.

Nos levantamos aun tomados de la mano y comencé a caminar, pero me detuvo después de un par de pasos.

Me gire para mirarlo con cara interogante y el me abrazo de manera sorpreciba.

-No debes pedirme perdon por nada Emilio.- me susurro al oído cuando le correspondi el abrazo.

Nos separamos, me sonrio y partimos al hotel, aun nos quedaba mucho por hablar.

Iba a ser una noche verdaderamente larga.

"Si me dices que me quieres..." EmiliacoWhere stories live. Discover now