"Si me dices que me quieres..." Emiliaco

Parte 10

Ya estábamos a punto de salir del hotel rumbo al aeropuerto para regresar a la ciudad.

Text0s estaba devolviendo las llaves mientras que Ale y Diego hablaban sobre no sé qué del aguacate y yo tenía abrazado a Joaco de la cintura mientras el recargaba su cabeza en mi hombro.

-¿Qué te pasa chiquito bonito? Estas muy callado.- le pregunte mientras levantaba su rostro, con mi mano libre, para que me mirara.

-Voy a extrañar este lugar, aquí pudimos ser Emiliaco... Pero cuando volvamos a la realidad solo seremos Emilio y Joaquín o solo Aristemo... - me dijo con los ojos a punto de derramar lágrimas y bajando su cabeza.

-Óyeme, no llores, tanto aquí como allá seguiremos siendo Emiliaco y si es por mí, todo el mundo lo sabría ya.- le dije tomando su rostro con ambas manos.

-¿De verdad quieres hacerlo público?- me miro sorprendido.

-Por supuesto que si Tahi, ya todas las personas importante saben lo que siento por ti, mi familia, la tuya, nuestros verdaderos amigos, solo faltan nuestros fans... pero no quiero presionarte.- le dije abrazándolo fuertemente y besando su frente.

-Aun no me dijiste que te dijo tu padre o tu madre... Espera, no mames... ¿Mi familia también ya lo sabe?- abrió muchos sus hermosos ojos.

-Te lo contare luego si quieres. Y si hable con tu mamá un día antes del viaje, y Renata y tu abuela ya deben estar enteradas... No quería que esto fuera un secreto y Eli debía saber que mis intenciones contigo son verdaderas Joaco.- él se separó con los ojos reteniendo lágrimas y me beso sorpresivamente.

Yo por supuesto le correspondí.

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Cuando regresamos a CDMX fuimos directo a mi casa y ahí estaba el equipo que nos haría masajes.

Luego de estar completamente relajados Text0s, Diego y Ale se fueron. Joaco llamo a su madre para que lo venga a buscar pero lo interrumpí y le arrebate el celular para pedirle permiso a Eli.

-Hola Eli, soy Emilio. ¿Verdad que Joaco se puede quedar aquí hasta mañana? Te prometo que yo lo llevo sano y salvo hasta su casa.

-Hola Emilio, está bien, le doy permiso.- me dijo del otro lado del celular.

-Muchas gracias Eli.- dije mirando a mi chiquito bonito.

-Espera Emilio. Dime ¿Funciono?- me pregunto evitando que colgara.

-Sí, Eli. Ahora eres mi suegra.- le dije mientras miraba a Joaco con una sonrisa, quien se sonrojo.

-Me alegro, los veo mañana. Se cuidan mis niños.- dijo para luego colgar.

Me quite el celular del oído y me acerque a mi chiquito bonito entregándoselo.

-Tu madre está feliz por nosotros chiquito bonito.- le dije envolviendo mis manos en su mini cintura.

-Pero seguramente no más que yo Cholo.- me dijo posando sus manos en mi cabello.

-¿Cholo? Con que en esas andamos Joaquelongo.- dije riendo y haciéndole cosquillas.

El logro separarse de mí y corrió a mi habitación, yo por supuesto lo seguí.

-Te atrape.- le dije luego de caer sobre el en la cama.

Quedo debajo de mí con nuestros rostros uno muy cerca del otro. El acorto la distancia y me beso.

Era un beso diferente al resto. Este estaba más cargado de amor y era más apasionado. La mano en su cintura lo atrajo más hacia mí y sus manos en mi cabeza me empujaron hacia él, parecía que la cercanía no era suficiente y necesitábamos más del otro.

-¡Ay dios Santo! Malditos escuincles, si van a hacer esto en mi casa por lo menos cierren la puerta.- escuchamos y luego un portazo que nos hizo separar asustados.

-¿Qué chingados? Mamaaaaaa- grite asustado.

-Lo siento mijito, luego los espero abajo para hablar con mi yerno.- dijo del otro lado para luego soltar una carcajada y escuchar sus pisadas cada vez más lejos.

-No mames.- dije acostadme de espalda sobre la cama a un lado de Joaco.

Y con eso me acorde de él, en cuanto lo mire, él estaba sorprendido y pálido.

-Chiquito bonito ¿te sientes bien?- le pregunte asustado.

-Si Emi, solo que me tomo por sorpresa.- dijo.

Nos miramos por un minuto y luego ambos comenzamos a reír.

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Luego de bajar y cenar con mi mama, subimos a mi cuarto, nos alistamos y nos acostamos en mi cama.

-Gracias por todo Emi, fue el mejor viaje de mi vida.- dijo acariciando mis rizos.

-Gracias a ti por aceptar quedarte en mi vida Joaco- dije abrazándolo.

-Ya lo sabes Emilio.- dijo y comenzó a cantar suavemente.

Con los ojos vendados
No me importa el destino
Por estar a tu lado con tu mano en mi mano yo me escapo contigo.
No haré ni una pregunta
No veré ni el camino
Tú me dices que puerta es la que lleva la luna, yo me escapo contigo.

-Si me dices que me quieres, dejo todo Joaquín- cante con él.

-Te quiero, Emilio.- me respondió sonriendo dulcemente.

-Te quiero, Joaquín.- y lo bese.

Sabía que siempre dejaría todo por él, mientras me siguiera queriendo en su vida, porque no hay imposibles, ya no, si al final tengo su amor.

FIN

Aqui esta lo prometidooooooooo... Disculpen la tardanza... Los quiero...