Hay que ser valiente y para eso solo se necesitan dos palabras...
- Si me dices que me quieres, dejo todo. - le dije mientras tomaba su rostro entre mis manos.
- Te quiero. - me respondio.
Entonces lo bese...
Lo bese como nunca lo había besado. Este era un beso real, aunque para mi todos los fueron, lleno de cariño y ternura.
El al principio quedo estático y sorprendido, pero luego me siguió el beso con perfecta coordinación.
-Wow - dijimos ambos al separarnos.
-Esto fue diferente. Te brillan los ojos, Emi. – me dijo acariciando mi mejilla y mirándome con ojos brillantes.
-Sí, muy diferente y especial. A ti también te brillan, Joaco.- le dije con una gran sonrisa.
-Estoy feliz y ahora sí creo que todo es real.- Se me tiro encima para volverme a abrazar.
Quede debajo de él y le correspondí el abrazo.
-Lo... lo siento, me gano la emoción.- se separó un poco de mi con el rostro sonrojado.
-Menso, no pasa nada, me gusta tenerte así de cerca. – dije para luego besar su cabeza.
Permanecimos en esa posición, rodeados de un silencio cómodo, como si estuviéramos en nuestra propia burbuja.
-Emi...-me llamo luego de un rato, rompiendo el silencio.
-¿Qué sucede Joaco?- dije bajando la mirada para mirar sus ojitos
-¿Qué vamos a hacer ahora?-me pregunto confundido.
-Lo que tanto espere y espero que tú también, y lo que tanto ha esperado todo el fandom: ser EMILIACO.- le dije haciéndole piojito.
-Entonces ¿somos Emiliaco?- me pregunto con la emoción asomándose en su voz.
-Sí, si tú lo quieres. ¿Quieres ser mi novio? ¿Quieres que Emiliaco sea real?- le pregunte.
-Si, por supuesto que quiero Emilio, es lo que más he querido estos últimos meses.-me dijo volviendo a abrazarme fuerte recostando su cabeza en mi pecho, justo sobre mi corazón.
-Te quiero Joaquín. Perdóname por haberte hecho esperar. –le dije correspondiéndolo y volviendo a besar su cabeza.
Y así nos permanecimos hasta quedarnos dormidos.
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Cuando quise buscarlo me di cuenta que tenía un peso sobre mí y al bajar la mirada vi que Joaquín estaba acostado sobre mi pecho abrazando mi cintura.
En eso mi celular comenzó a sonar otra vez en el bolsillo de mi pantalón. Cuando logre sacarlo sin despertar a Joaco me sorprendí al ver que tenía 15 llamadas perdidas de Text0s.
Decidí llamarlo antes de que despertara a mi sol.
-Wey, hasta que por fin das señales de vida.- me dijo sin ni siquiera decir buenos días.
-No mames Text0s, estaba durmiendo y no grites que aun Joaco está dormido.- le dije en susurros mientras acariciaba su cabello.
-Es que wey ya los estamos esperando para desayunar en el restaurant, en menos de dos horas tenemos programado el viaje para hacer snorquel.- me dijo.
-Está bien, lo despierto y bajamos- le respondí de mala gana.
-Aquí los esperamos y queremos todo el chismeeeee- dijo para luego colgar.
Cuando me quite el celular de la oreja vi que eran las 8:25 am, teníamos poco tiempo si queríamos ir hacer snorquel y sabía que a mi sol le hacía mucha ilusión.
-Hey, Joaco, solecito bonito, es hora de que te despiertes.- le comencé a decir mientras lo movía suavemente.
-No quieroooooooo. Déjame dormir Renata. – dijo mientras se aferraba más a mí.
-Ja ja ja, Wey no soy Renata, soy Emilio, Mailo, tu cholito bonito.- le dije riendo.
-Buenooo, Emilio, déjame dor... ¡EMILIO!- dijo sentándose en la cama sorprendido.
-Buenos días mi solecito.- le dije sentándome a su lado y acariciando su mejilla.
-Entonces no fue un sueño... Todo lo de anoche... Tu y yo... Emiliaco es... ¿Es real?- me dijo como en shock.
-Pensé que ya habíamos dejado ese punto resuelto menso. Si, por supuesto que Emiliaco es real, todo paso de verdad Joaco.- le dije para luego abrazarlo fuerte.-Pero vamos a levantarnos que todos están esperándonos para desayunar ¿Me puedes prestar algo de ropa?- le pedí.
-Claro, aquí está mi maleta, escoge lo que más te sea cómodo y también traje un cepillo de dientes extra si quieres...- me dijo mientras se levantaba, tomaba ropa para el e iba a cambiarse al baño.
Rápidamente tome un bañador y una playera, y me los puse, también tome el cepillo y espere a que saliera. Cuando lo hizo entre yo, cuando termine de cepillarme los dientes salí y me acerque a él para tomar su mano y conducirlo a la puerta.
Cuando estábamos esperando el ascensor, aun sin soltarnos las manos, note que estaba nervioso y que quería decirme algo.
-¿Qué te pasa Joaco?- tire de su mano.
-Es que no sé como actuar frente a los demás, no sé si algo te puede molestar.- me dijo bajando la cabeza.
-Oye.- levante su mentón para fijar mis ojos en los de él.-Solo se tú mismo y nada me va a molestar, tu tranquilo. Yo también estoy nervioso y no sé como actuar, pero lo averiguaremos juntos.-le dije.
-Gracias.- dijo para luego besar mi mejilla.
-Ese beso no me gusto, prefiero uno aquí.- le dije mientras que con mi mano libre señalaba mi boca.
-¿Nos podemos besar otra vez?- me pregunto sonrojado.
-Clarooooo, Yo...- me acerque tanto a él, que podía sentir su respiración en mi rostro.- Te voy a besar toda la vida- le dije para luego besarlo.
