CAPÍTULO 10

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JULIA

Me miro al espejo mientras repaso mis labios con un pintalabios rojo dándoles así algo de vida y salirme de mi ya habitual brillo o bálsamo. Era increíble el cambio que hacia en mí el ponerme algo de rímel en los ojos, pintalabios y el cabello en su sitio perfectamente alisado y arreglado. Me miro al espejo una vez más dando por aceptable mi atuendo. Unas mallas negras y sudadera roja oscura con la palabra Oxford en la parte delantera era lo que iba a formar parte de mi atuendo esa noche.

Me estoy poniendo la chaqueta vaquera cuando oigo un pitido proveniente de un coche. Miki. Bajo rápidamente las escaleras y voy directa al despacho de mi tío. Como siempre, tiene la televisión encendida en el canal de deportes mientras varias hojas con diferentes dibujos cubren su escritorio.

—No me gustan esas fiestas, jovencita — me advierte con el dedo cuando cruzo el umbral de la puerta —Solo porque va Miki.

—Oh, vamos. Somos ya bastante mayores. Nunca he pisado una de esas fiestas en los años que llevo en el instituto.

—Tener diecisiete y dieciocho años no es ser mayores, Julia. Es estar en las nubes, y por eso me dais aún más miedo — río negando.

Mi precioso tío sobreprotector... Qué haría yo sin él.

                            ******

Llegamos a la dirección que Alba le ha facilitado a Miki por mensaje. Cabrillo Beach. Ante nuestros ojos se encuentra una preciosa casa costera — más bien la llamaría mansión —, con vistas al mar. Tiene un estilo moderno pero el toque rústico con madera oscura la hace parecer acogedora y familiar. Le rodea césped en la parte delantera y consta de varias palmeras junto a un gran repertorio de flores. La entrada se guía por un pequeño camino con gravilla que se termina justo cuando unas escaleras de madera te dirigen hasta el porche de la casa y entrada principal. La parte trasera tiene otro gran porche y conecta con una pasarela de madera oscura y algo desgastada que te dirige directamente hacía un pequeño mirador rodeado por arena blanca.

Es... Impresionante, nunca antes había visto algo así. ¿De quién será esta casa? Lo que daría por pasar un solo día en este paraíso.

El sonido de la puerta del coche cerrándose me saca de mis pensamientos y sigo a Miki. Alba viene dando pequeños saltos de alegría cuando nos ve, detrás la sigue su gran amiga, Maria Villar. Tan diferentes y amigas a la vez... Las dos miran a mi amigo. De la misma forma. ¿A las dos les gusta Miki? Me pregunto si habrán tenido algún problema por esto...

Un carraspeo a mi lado me hace quitar la vista del trio que se acaba de formar delante de mí y miro a unos ojos verdes que me observan atentamente. Carlos está aquí. Claro, ¿Cómo no va a estar? «Es una fiesta del equipo, y él es el capitán... En tal caso la que sobra aquí eres tú» me dice la voz de mi conciencia.

Me tiende la mano y le miro sin saber qué pretende.

—Carlos Right — sonrío de lado sabiendo qué juego quiere emplear.

Le estrecho la mano con firmeza.

—Julia Medina, encantada.

Me sonríe satisfecho. Nos empezamos a mover siguiendo a las chicas y a Carlos que nos guía hasta el interior. Sé que tengo la mirada de Miki sobre mí, pero prefiero quedarme mirando alucinada todo lo que nos rodea. ¿Cuántos metros tendrá esta casa?

—¿Y tú eres...? — alzo las cejas cuando Maria se para delante de mí y me tiende un vaso de plástico rojo con alguna bebida rara que huele demasiado a alcohol.

—Julia.

—Nunca te había visto en el instituto. ¿Eres nueva o algo así? — evito poner los ojos en blanco. Otra igual.

LA REPUESTA//JULRIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora