CAPÍTULO 47

1.4K 59 25
                                    

JULIA

Me resguardo del frío y de los copos de nieve que empiezan a caer en la fría avenida de Times Square subida en la espalda de Carlos que me lleva sin el menor esfuerzo enseñándome cada rincón que conoce de la gran manzana.

—Bájame, bájame — me suelta y camino hacia atrás con intención de entrar en un Starbucks.

En respuesta él rueda los ojos y con la mano me hace un gesto para que entre. Entendía su fastidio, en nuestra excursión habíamos parado en al menos tres sitios diferentes dónde hacían un café delicioso y que sin duda tenía que probar.

Una vez hago el pedido y pago, a la salida Carlos está apoyado en la pared fumando.

—¿Cómo puedes tomar tanto café? — pregunta Carlos metiéndose las manos en la cazadora una vez salgo de la tienda —Ahora sé porque eres tan activa.

—Me has pillado — sonrío dándole el batido que le he comprado y me cojo a su brazo para caminar a su lado.

—Joder, estoy agotado. ¿Dime cómo he acabado siendo tu guía turístico?

—Soy irresistible para que me digas que no.

Lame sus labios ocultando la sonrisa que eso le ha provocado y la camufla bebiendo del batido. Mis ojos se ven atraídos por el escaparate de una tienda con cámaras de vídeo en descuento.

—Espérame un momento, por favor.

—Claro... No hago más que esperar, ¿qué más da hacerlo otra vez diez o veinte minutos? — murmura haciéndome reír.

—Te prometo que serán solo serán cinco.

—Vamos... Entra — suelto un grito entusiasmada. Me pongo de puntillas para besarle rápidamente y entro a la tienda.

Tras dar una vuelta y mirar las ofertas, termino cogiendo una cámara de vídeo bastante económica. Una vez pago y pongo un pie en la calle, me sorprende ver a Carlos junto con otra chica abrazándose y hablando entre risas. Me acerco observándola detenidamente: Pelirroja, metro ochenta más o menos, en su rostro predominan pequeñas pecas que le dan un aire aniñado y combinan a la perfección con sus ojos color miel.

La chica alterna la mirada entre ambos y cuando Carlos se da cuenta que llego a su lado, nos señala.

—Julia esta es Ana, una vieja amiga. Ana esta es Julia, mi chica — me entusiasmo más por cómo me ha presentado que por conocerla.

—Encantada — decimos al unísono dándonos un beso.

—¡Vaya! No sabía que tuvieras novia, una gran sorpresa viniendo de ti — bromea Ana dándole con la cadera.

—Sigo siendo el mismo, nada ha cambiado — se justifica dándole la menor importancia.

Agarro con fuerza la bolsa que sostengo y miro a otro lugar para distraerme mientras escucho la conversación que mantienen. Espero a que Carlos acabe impaciente, pero su conversación no parece tener fin.

Mi mente no para de preguntarse de qué se conocen o qué ha pasado entre ellos en el pasado. Si son amigos realmente o tuvieron algo más dada la magnífica complicidad que existe entre ellos. ¿Estaba celosa? Tal vez. La belleza de Ana era evidente, y conociendo cómo es Carlos dudo que ella haya pasado desapercibida ante sus ojos.

******

Ya de vuelta en el hotel y sentada sobre el frío lavabo de mármol con un albornoz, me maquillo con lo poco que he encontrado en la mochila. El móvil está apoyado sobre una repisa de cristal que tengo frente a mí, me da una mejor visión de la video llamada que estoy realizando con Natalia, la cual, también se prepara para salir con Joan.

LA REPUESTA//JULRIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora