Capítulo 1

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El mundo que conocíamos dejo de existir hace mucho tiempo...

Los vampiros tomamos completo control de la raza humana, tratándolos como simple alimento.

Los hombres lobo dejaron de ser una amenaza gracias a la última guerra donde demostramos nuestra superioridad.

Para mi raza, los hombres lobo no son más que perros agigantados que tienen un pésimo carácter y horrible olor.

Es por eso que los pocos que sobrevivieron fueron amaestrados y esclavizados para servirnos...

Ahora, los hombres lobos pueden ser sirvientes de vampiros, o incluso algo más humillante... mascotas.

La sociedad vampírica se rige por 3 principales leyes, poder, riqueza y estilo, para muchos de mis parientes, el estilo es fundamental. Estar fuera de moda aquí se considera un pecado.

Por esa razón, si no tienes un hombre lobo de sirviente o mascota, estarás vetado de la alta sociedad...

Yo Takashima Kouyou, estoy en contra de tener un hombre lobo como mascota, ya que no necesito uno...

Pero por normas de la "sociedad" necesito uno, Shiroyama Yuu, mi esposo, me ha traído a la tienda de "mascotas" para que seleccione uno.

—Solo escoge uno Shima, no es tan difícil, es mejor que sea pequeño para poder educarlo y así no tener problemas cuando sea mayor. Y que sea macho, siendo nosotros dos hombres creo que sería más fácil educarlo...

Eso fue lo que me dijo mientras miraba algunas cosas de la tienda, como un collar, cadenas y algo de ropa, para él los hombres lobo perdieron su integridad como seres humanos, ya no son más que "animales" que uno puede comprar y criar. El hecho de que seamos una pareja conformada por dos hombres aquí no es raro ya que todos los vampiros siendo hombre o mujer pueden procrear con alguien de su mismo sexo, la ley de "Adán y Eva" que impuso Dios, no aplica en nosotros. Por algo nos consideran "hijos del diablo". El hecho de ser los dos del género masculino ayudaría a una mejor enseñanza y crianza de un lobo macho, le doy la razón en ese punto... criar a una chica o "hembra" sería muy problemático para nosotros.

—Bien...pero después no te quejes si no te gusta el que escojo.

—Te casaste conmigo, buen gusto si tienes.

Ambos nos reímos, la verdad es que Yuu es un gran hombre, lo escogí de entre muchos candidatos por mi mano, me case con el no porque lo ame, sino porque era el que cumplía mejor mis exigencias, además de estar posicionado muy bien en el linaje vampírico y económico.

Algo como el "amor" es raro que se dé, al menos entre vampiros es muy difícil que llegues a amar a tu pareja, ya que la mayoría de matrimonios son arreglados.

Mi familia y la de Yuu son ambas muy poderosas y juntas formarían una alianza que nos llevaría a la sima.

Es por eso que de entre los 3 hijos principales de la familia lo escogí a él.

Camine por los pasillos donde había jaulas, dentro de estas, había niños durmiendo con las orejas bajas y la cola entre las piernas, en señal de miedo o molestia. Muchos eran muy bebés, yo realmente no estaba dispuesto a cambiar pañales así que pase de ellos y me fui a una zona donde el más pequeño como mínimo tenía 6 años.

Recorrí con mi mirada las jaulas y los niños que había dentro, había muchas niñas, no queríamos una niña así que camine hasta donde estaban los chicos, los tenían separado por obvias razones.

Pasee mi vista por los niños que se encontraban ahí hasta que mis ojos se detuvieron en el uno que no me miraba con miedo, un chico pelinegro con bellos ojos ámbar que me miraban desafiantes.

Luna SangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora