Capítulo 5

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Akira iba un par de pasos atrás de Kouyou, el largo de la correa los dividía, después de aquella confesión en el calabozo el castaño se levantó y le pidió que se retiraran porque el lugar donde quería ir no se mantenía abierto por mucho tiempo.

Kouyou iba tranquilo mientras caminaba con la correa en la mano, era bastante larga así que Akira tenía total libertad de estar cerca o de alejarse un poco de él, como ahora. Le había confesado su amor al alguien muchísimo menor que él y a pesar de eso iba calmado, probablemente cuando Akira fuera un poco mayor podría corresponderle o rechazarle.

— ¿Dónde estamos? —se animó a hablar, desde que habían salido de la casa no había dicho nada.

—En un salón de belleza, aquí vengo a cortarme el cabello—dijo abriendo la puerta.

— ¿Seguro que me dejaran entrar? Soy solo una mascota...

—Cierra esa linda boquita y vamos—entro al local.

Akira le siguió no muy confiado, todos los estilistas saludaron con familiaridad al castaño, pero lo que le asusto fue cuando los estilistas se fijaron en él y se le fueron encima ya que el local estaba solo.

— ¡Dios pero si su cabello es largo y suave! —dijo una chica la cual le sujeto el gran fleco que traía.

—Le hace falta un corte, está muy largo...—opino un chico alado de ella.

—No es tan largo, solo necesita una despuntada...—dijo otra chica la cual ya le había quitado el gorro.

—Su colita es tan suave~...—hablo otra acariciando la abultada cola del lobo.

— ¿No has pensado en cambiarte el color de cabello muchacho? —dijo otro chico el cual estaba alado de Kouyou.

—Paren, paren, lo están asustando—intervino el castaño riendo levemente. Akira rápidamente se escondió detrás de Kouyou lo cual se le hizo bastante tierno a todos los presentes.

— ¿Qué edad tiene? —pregunto una de las chicas.

—La próxima semana cumple 17—dijo Kouyou acariciando su cabeza con cariño el pelinegro bajo las orejas y se sonrojo levemente.

—Es tan tierno~ y su colita es muy suave—dijo la misma chica que había estado tocando su cola.

—Bueno, bueno, vienes por un corte ¿no Shima? Te hace falta uno, ya tiene el cabello bastante largo.

—Así es, solo un despunte. —sonrió.

— ¿Y qué hacemos con él? —Pregunto uno de los chicos.

—No lo sé, pueden hacer lo que quieran, que se vea bien y no muy exagerado—sonrió.

— ¡¿Qué?! —Akira no tenía conocimiento de que Kouyou iba a decir eso.

—Oh... ya tengo varias ideas en mente, me encantaría hacer maravillas con el...

—Tengo entendido que si el tono de tu cabello cambia el de todo tu pelaje también ¿no? —pregunto una de la chicas la cual seguía tocando su cabello.

—S-Si, pero yo no quiero que me hagan nada...

—Pero yo sí quiero—dijo Kouyou bastante calmado mientras se sentaba en una de las sillas, llevándose a Akira consigo por la correa.

—No abuses Takashima...—se estaba enfadando un poco.

—No es abuso, eres mi mascota ¿no? puedo hacer lo que quiera contigo, vestirte, arreglarte...—fue jalando al correa hasta que Akira quedo a centímetros de su rostro, lo cual solo lo hizo sonrojarse más.

Luna SangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora