Capítulo 12

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Los gemidos de Yutaka morían en la almohada que estaba mordiendo, no iba a negar que Shiroyama sabia como moverse, las penetraciones eran profundas y fuertes, lo llenaban por completo y eso solo lo hacía delirar.

No sabía cómo Kouyou podía desaprovechar a un hombre como Yuu, tenía muchísimas cosas buenas, una de ellas y la que sería "su principal" era le cómo se movía en la cama, llevaban horas haciéndolo, con esta ya iban 3 veces.

Sabía que estaba mal, Kouyou era su amigo se estaba metiendo con su esposo, en su casa, a un lado de su habitación, pero todo dejo de importarle cuando Yuu encontró su punto G, ese que lo hacía temblar de pies a cabeza y si seguía golpeando, se correría dentro de poco.

— ¿Entonces es aquí? —sonrió de medio lado.

Ah...otra de las cosas que amaría de ese hombre era esa bendita sonrisa de medio lado, tan hermosa y seductora, podía verlo por el rabillo del ojo ya que estaba con la cara contra la almohada para evitar que los gemidos salieran muy fuertes.

Yuu salió de él y lo giro en la cama, tomo sus piernas por debajo de las rodillas, pegándolas a su pecho y se adentró de nuevo en él, Yutaka tuvo que morderse el antebrazo para evitar gritar, eso se había sentido muy bien...

Abrazos su piernas a las caderas del pelinegro cuando estelas soltó para que las penetraciones fueran más fuertes de lo que eran, empujándolo con las piernas para que volviera a encontrar su punto, Yuu quito el brazo de su boca para poder besarlo, lo necesitaban.

Aprovecho y se abrazó a su cuello también, definitivamente se volvería adicto a esos labios, a sus besos.

Los movimientos se volvieron más rápidos, Yuu ya estaba por acabar, así que tomo el miembro del menor y comenzó a masturbarlo para que el también llegara, Yutaka se aferró fuerte a él, sintiendo el éxtasis viajar por todo su cuerpo para desencadenar en su miembro y salir en forma de esperma, soltando con ello un fuerte gemido que murió en la boca del vampiro sobre él.

Yuu aprovechó la momentánea estreches del menor para moverse todavía más rápido y así poder terminar, lo logro, sintió un orgasmo como ninguno, sintió algo que hace mucho que no había sentido, fue mágico.

Ambos se desplomaron jadeantes y agotados en la cama, Yutaka no se resistió y lo jalo para poder besarlo, lo necesitaba. Yuu acaricio su espalda mientras correspondía, su mano resbalaba debido al sudor por el esfuerzo, además, la piel de Yutaka era muy suave también...

—Deberías...de volver a tu cuarto, Shima puede despertar—dijo Yutaka al finalizar el beso.

—Si...—suspiro y se sentó en la cama, Yutaka pudo ver esa ancha espalda con marcas de sus uñas por las veces anteriores. Sonrió orgulloso de ello. —dúchate, Shima tiene un peculiar sentido del olfato, es mejor que no sospeche nada...

—Mejor nos duchamos juntos aquí, y regresas limpio allá ¿te parece? —dijo el pelinegro sonriendo, mostrando es precioso hoyuelo.

Yuu no se negó, lo ayudo a levantarse y fueron juntos al baño para lavarse, claro, esa era la idea que Yuu tenía en mente, pero lo que Yutaka quería era algo más que un simple baño.

...

..

.

Kouyou despertó sin el pelinegro a su lado. Miro el reloj, eran las 11:30 de la noche, había dormido mucho... probablemente Yuu estaría en el trabajo, pero, si Yuu estaba en el trabajo ¿quién era el que lo estaba abrazando por detrás?

Giro su rostro y se encontró con el de Akira, sonrió y se giró para poder acurrucarse en su pecho, el rubio se acomodó para poder abrazarlo mejor.

Luna SangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora