Capítulo 9

121 5 0
                                    

Todo se mantuvo en silencio por un rato hasta que una de las criadas hablo.

—Shiroyama-sama—se veía aterrada— ¿Qué hacemos?

—No se acerquen—las hizo retroceder a todas, lejos de la puerta, él fue quien se acercó para poder pegar su oreja a la puerta y escuchar, solo podía escuchar los jadeos del lobo, incluso unos cuantos gruñidos, pero después escucho la voz de su esposo, no alcanzaba a distinguir que decía, pero podía oírlo.

— ¿Qué está pasando? —pregunto una de las chicas.

—Esta...calmándolo. —ni él se lo podía creer, en serio lo estaba calmando, lo estaba dominado solo con palabras.

~

—Tranquilo...—dijo acariciando su rostro—solo soy yo, ya estoy aquí...todo está bien—llevo sus manos a las orejas del rubio para poder acariciarlas, eso siempre lo calmaba, mantenía su frente pagada a suya—Todo está bien cariño, ya estoy aquí...

Akira cerró los ojos, su respiración se hizo más lenta y pesada, se estaba calmando, sorprendentemente se estaba tranquilizando y solo con las palabras de su ser amado. Kouyou sonrió y beso todo su rostro para después abrazarlo, el rubio se escondió en su cuello, abrazándolo. El castaño se apegó más, adoraba el calor que el lobo le transmitía.

Se escuchó como tocaron la puerta mientras pronunciaban el nombre del castaño, eso hizo que el rubio gruñera de nuevo, abrazando con posesión al vampiro. Kouyou dejo un besito en su frente y lo calmo.

—Todo está bien, solo manténganse alejados de la puerta—Akira aún estaba gruñendo, eso confirmaba que seguían ahí—Por favor, solo conseguirán ponerlo más nervioso si se quedan ahí...

—No quiero dejarte ahí—dijo Yuu preocupado.

—Estaré bien Yuu, por favor vete, solo lo alteran más...

Supo que todos se fueron cuando el rubio dejo de gruñir, sintió como lo levantaron del suelo, Akira lo llevo con él a la cama.

Kouyou termino recostado en el pecho del lobo el cual jadeaba con fuerza por el dolor que la luna sangrienta producía en su cuerpo, es por eso que se descontrolaban, el dolor y euforia que la luna provocaba en ellos hacía que se comportaran de una manera salvaje y destructiva, pero al estar con su persona amada tenía que controlarse para no hacerle daño.

—Eso es...respira amor, todo va a estar bien...

—Duele...—su voz se escuchaba mucho más gruesa y profunda.

—Lo sé, pero trata de resistir—dijo acercándose para dejar un suave beso en sus labios.

Akira correspondió el beso, llevando una de sus manos tras la nuca del castaño para apegarlo más, le calmaba mucho tenerlo cerca, a comparación de las veces en las que había enfrentado la luna sangrienta solo, tener a Kouyou con él lo mantenía al margen.

Kouyou termino encima del rubio, quedando sentado en su pelvis, se separó del beso y lo miro con una suave sonrisa en los labios, el rubio llevo sus manos a las piernas del vampiro, acariciándolas con suavidad.

— ¿Qué quieres que haga cariño? —el rubio pudo ver ese brillo de perversión en esos avellanados ojos.

Akira no supo que hacer, estando en ese estado de euforia por culpa de la luna podría hacer cosas que simplemente lastimarían al castaño y no habría forma de callarlo si llegaba a consumir el acto sexual, lo tomo por las caderas y lo volteo, dejándolo contra la cama, el castaño acaricio su rostro con suavidad, el rubio se dejó caer encima y se escondió en su cuello.

Luna SangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora