Capítulo 16

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Cuando Kouyou abrió los ojos pudo notar gracias al reloj que eran aproximadamente la 1 de la mañana, había dormido casi un día completo. Se sintió atrapado así que alzo el rostro, Yuu estaba durmiendo a su lado, abrazándolo... se extrañó ¿no tendría que estar en el trabajo?

Se movió un poco para estirarse, sentía el cuerpo entumido, el movimiento obviamente despertó al pelinegro.

—Mmm... ¿Cómo te sientes cariño?

—Estoy algo entumido, pero estoy bien, aun algo mareado por lo de ayer.

—Sabes que es lo que tenemos que hacer ahora... ¿verdad?

Kouyou asintió, se acomodó mejor para quedar frente a él y acariciar su rostro, Yuu sonrió y también acaricio el rostro de su esposo, apartando un poco del cabello en su cara, se acercó despacio para después besarlo.

Las manos de Yuu viajaron por todo el cuerpo del castaño, acariciándolo gentilmente, Kouyou se dejaba hacer mientras compartían aun un gentil beso que poco a poco comenzaba a subir de tono.

La ropa de ambos comenzó a desaparecer de sus cuerpos para terminar en el piso, ambos estaban siendo pacientes, muy gentiles en sus movimientos, como si de verdad fueran a hacer el amor en vez de un sexo de rutina para tener bebés.

Yuu bajo sus besos por el cuello de su esposo, bajo a su pecho, abdomen, llego hasta su vientre, aun podía distinguir las marcas de lo que le habían hecho ayer, a pesar de que lo habían lavado muy bien, podía sentir algo raro en esa parte de su cuerpo la piel era más delicada ahí, llego hasta sus piernas donde dejo besos, chupetones y mordidas, lo cual solo hacia gemir suavemente a Kouyou, el también sentía algo diferente en su cuerpo, pero no sabía realmente que era.

Pero sin saber muy bien cómo, estaba disfrutando de las atenciones de su esposo, casi al mismo nivel de como disfrutaba las de Akira.

El rubio estaba abajo con las sirvientas, hablaban entre ellas de muchas cosas, Akira simplemente se limitaba a escucharlas y de vez en cuando participar en la conversación si se le preguntaba algo, era entretenido, muchas de ellas habían trabajado en otras casas antes de serles fiel a los Takashima y a los Shiroyama.

Eran historias bastante interesantes.

Hubieran seguido tranquilamente con su conversación de no ser porque tocaron a la puerta, todos miraron el reloj que estaba en la cocina, ya iban a ser casi las 2 de la mañana, era normal que tocaran la puerta a esa hora pero ¿quién era?

—Solo esperemos que no sean los señores...

—Sería malo si los padres de ese par me ven aquí tan tranquilo en la cocina con ustedes—dijo Akira.

—Aquí no le pueden hacer nada Akira-san, es la casa del joven Kouyou, ellos no tienen por qué regañarlo aquí—le dijo una de las sirvientas.

—Ah pues si verdad...—sonrió el rubio.

Una de las sirvientas fue a abrir la puerta con Akira detrás de ella, ya era costumbre que el rubio se asomara también para ver quién era, además, ayudaba por el hecho de si alguien indeseado se atrevía a entrar, él podría detenerlo.

Cuando la puerta fue abierta se encontraron con Yutaka.

—Tanabe-sama...

Les sorprendía verlo ahí, por lo general después de las reuniones de pura sangre no era común que las familias se separaran inmediatamente pues tenían juntas bastante largas sobre los asuntos concernientes a su familia, otras familias solo pasaban el rato juntas ya que muchas ya vivan separadas.

— ¿Puedo pasar? —no se veía muy bien.

—Adelante por favor...—la sirvienta se hizo a un lado junto con Akira para que pudiera pasar.

Luna SangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora