One Shots

A Different Way | Sterek

Llevaba alrededor de 3 botellas de licor en su estómago, dos cigarrillos fumados y un número incontable de frituras que había comido tras arrebatárselas a Scott.

Su vista apenas y coordinaba con sus piernas que torpemente se balanceaban al ritmo de la música del lugar al que había ido en contra de su voluntad, porque realmente así había sido.

Recuerda que había estado plácidamente en su recamara leyendo algo en su computador cuando la puerta sonó, Scott junto a Lydia se encontraban sonrientes y sin imaginarlo ya estaba en ese antro a las 12 de la madrugada casi ebrio totalmente.

- ¿Segura que es buena idea dejarlo beber así? - pregunto el moreno al ver aquella manera en que ingería de la botella pegada a sus labios.

- Claro, era lo que necesitaba, olvidar - dijo despreocupada mientras pedía en la barra una ronda más.

Poco después llego Malia para robarle un beso a Scott pasando a ignora ese momento.

El castaño permanecía justo en frente de la pista de baile con una cerveza en su mano y la otra levantada al cielo mientras su cabeza de meneaba de un lado a otro.

Esa era su noche, la definitiva, estaba seguro de eso, por ello gozaba lo que podía, ¿Quién demonios era Jordan?, ni lo recordaba.

Siguió de esa manera por lo menos una media hora más, momento suficiente para que se le terminara la bebida y buscara suministros en la barra junto a Lydia, pero en un movimiento torpe vació parte de la que quedaba contra un cuerpo fuerte que justo pasaba por su lado con rumbo a la salida.

Lo miro con escepticismo aguardando a una respuesta lógica para que evitara llevar parte de su puño a la mejilla de ese escuálido chico que solo miraba la botella.

- L-Lo siento - se disculpó el chico, el aliento a alcohol llego justo enseguida.

El hombre se cruzó de brazos agotándose la paciencia.

En ese momento levanto su mirada y observo esos expresivos orbes verdes mirarlo con un ceño bastante fruncido, supo que metió la pata, pero aun así prefirió fingir que nada sucedía.

- Me has manchado mi camisa favorita - señalo el chico frente a el enarcando una ceja.

- Cómprate otra - señalo.

Eso aumento la molestia del hombre que descruzando ambos brazos se aproximó a solo centímetros del joven.

- ¿Es todo?, No dirás un "Lo lamento, ¿déjame limpiarla por ti"?

- ¿Si sabes que no soy una chica verdad?, además, si no querías ser manchado de cualquier cosa solo debiste rodear la pista como lo hace la gente normal - argumento acertando al punto.

Este solo se acercó más para olfatearlo.

- Estas borracho - afirmo, no era necesario usar su sentido para averiguarlo, ese cuerpo humano albergaba más alcohol que filtros de boca.

- Oh vaya un policía - en definitiva, no debería beber más.

- ¿Te han dicho que este lugar no es para niños?

- Tienes razón, déjame llevarte a tu casa - eso sí que causo una ligera sonrisa en el rostro del de ojos esmeralda, solo una pequeña.

- Escucha, vamos a hacer algo, fingiré que nada ha sucedido si tu solo accedes a una canción conmigo - sonrió de lado mientras esperaba una respuesta.

- ¿Esa es tu manera de llamar la atención? - esta vez fue el turno del castaño de levantar sutilmente una ceja.

- Al parecer estoy desesperado porque ensucien mi camisa en una pista de baile - contesto.