Hermosa Pesadilla 18+ ©

🗡Cuando las pesadillas se vuelven realidad🗡

I

Después de cobrar la primera víctima, asesinar se vuelve algo realmente fácil. Ahora ya no dudo a la hora de hacerlo y Angus está más que complacido con mi desempeño. Así que una vez a la semana hemos estado saliendo a divertirnos.

Ahora siento una conexión más fuerte con Angus, desde esa vez en que nos fundimos para ser uno mismo, fue algo inimaginable, jamás pensé que mi primera vez sería en una cama ensangrentada, pero la forma en que Angus me veía, me tocaba, me besaba y me hacía suya fue casi mágico, no creí que alguien como él fuera así de apasionado, pero ha logrado sorprenderme y por mucho a superado mis expectativas.

Nuestra relación es extraña desde esa noche en que me hizo suya sobre una cama ensangrentada. No somos amigos, no somos novios... solo somos compañeros de juegos, como dice él. Parece conforme con tal situación, pero yo no, aunque tampoco sé decir que es lo que quiero así que prefiero no pensar en ello.

Algunas veces trata de convencerme de que hagamos las cosas más interesantes teniendo sexo en la escena del crimen, pero ahora las cosas se han complicado un poco más pues con el aumento de asesinatos la policía está muy al pendiente y creo que ahora sí van detrás de Angus, aunque aún no se imaginan que ahora tiene una ayudante, pero si seguimos siendo descuidados en la escena del crimen, pronto lo sabrán.

Justo ahora estamos en el departamento de nuestras víctimas, Angus aprovecha para tomar ciertas cosas y llevarlas con él, me sorprendí bastante al darme cuenta de que así es como se hace de cosas; robándolas de la escena del crimen. Ya me había preguntado cómo es que tenía dinero para comprar ropa y esas cosas, pues no, no lo tiene, solo toma lo que necesita. Es algo muy arriesgado ya que puede venir alguien mientras estamos aquí, o pueden identificar las cosas que usa, pero esa misma idea hace que la situación se vuelva más interesante o al menos eso es lo que dijo.

— ¿Ya terminaste de comer? —pregunta Angus asomándose a la cocina, donde me encuentro.

— No había nada rico en la nevera, pero supongo que logré calmar mis tripas.

— Toma algo para llevar.

— Ya lo he hecho, busqué la comida en reserva.

— Bien.

Sale dejándome sola nuevamente, yo también salgo de la cocina y camino por la sala, me siento en uno de los sillones y enciendo la TV, tiene mucho que no veo una. Por cosas de la vida, el canal del noticiero está sintonizado, pienso cambiarle, pero entonces escucho mi nombre en boca del locutor y me quedo helada.

— N-no puede ser... —por alguna razón creí que para todos yo estaba muerta, en realidad no pensé mucho en las personas que me conocen, no pensé en cómo iban a reaccionar a mi ausencia.

— ¿Qué sucede? —Angus se para detrás del sillón y observa las noticias, no puedo verlo, pero siento que se ha puesto demasiado tenso.

Según la información que da el locutor, asegura que hay un testigo que vio a Angus secuestrándome. De inmediato pienso en Alina, ella estaba presente cuando decidí ir con Angus, pero... ¿Por qué mintió? Si ella estaba consciente de lo que sucedía, debió darse cuenta de que me fui por voluntad propia. O tal vez, quedó tan traumatizada que confundió los hechos. El punto es que ahora hay un retrato hablado de Angus, así que ahora cualquiera que lo vea en la calle le podrá reconocer fácilmente. También se muestra una foto mía, me muestran como una víctima... eso me hace sentir algo extraño.

— Sabía que tenía que haber regresado a matar a tu amiga —masculla Angus—. Apaga eso, debemos irnos.

Con manos temblorosas intento controlar el mando para apagar la TV pero, antes de hacerlo, sale un hombre que está siendo entrevistado, mi corazón está por detenerse y siento como si mi sangre hubiera sido reemplazada por agua helada.