🗡Lejos de aquí🗡

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II

Observo a Linney quién duerme plácidamente, ahora se muestra tan relajada, con su semblante en paz y sin ninguna sombra perturbando su sueño. Es maravilloso verla de esa manera después de haberla visto combatir con las pesadillas tantas noches seguidas.

Tuvimos una gran noche y gracias a eso parece estar más tranquila. Ha sucumbido un poco más ante el demonio que en ella habita, eso a su vez me hace sentir más tranquilo a mí, pero no puedo relajarme, el simple hecho de que alguien se haya atrevido a entrar tanto en el bosque solo significa que más y más problemas se avecinan, ahora ellos no se detendrán y seguirán viviendo hasta dar con la cabaña, hasta dar conmigo, hasta dar con ella para llevársela de mi lado.

Por supuesto que nunca permitiré tal cosa.

Salgo al estanque y me pongo a alimentar a mis mascotas, me sumerjo en mis pensamientos, quiero pensar en la mejor forma de mantenerla a salvo, no solo de quienes quieren encontrarla, sino de sí misma. Aún hay un gran trabajo por hacer.

— Buenos días —dice con voz suave, mientras escucho sus pasos acercarse. Levanto mi vista sobre mi hombro y le miro.

— Buenos días.

— Es malo que se pierda la costumbre de despertar contigo encima de mí —sonrío y palmeo a mi lado para que siente.

— Linney, tengo algo que proponerte.

— ¿Qué es? —pregunta poniéndose un poco más seria.

— Me gusta esta cabaña, me gusta este bosque y me gusta esta estúpida ciudad, pero... las cosas se han vuelto verdaderamente peligrosas. Pienso que lo mejor será irnos —me mira por largos segundos, aun tema que no quiera desprenderse del vínculo que tiene con su familia.

— ¿Y a donde iremos? —pregunta finalmente.

— A una ciudad grande, donde sea más fácil matar y escondernos, aquí es solo cuestión de tiempo para que vengan por mí, no les tengo miedo ni a la muerte ni a ellos, pero no quiero correr el riesgo de perderte así que nos iremos de este lugar a empezar de nuevo — tiro un poco de ella y se hinca entre mis rodillas flexionadas—. Nos divertiremos mucho, mataremos, fornicaremos en las escenas del crimen... seremos los mejores asesinos de todos los tiempos.

— Me gusta la idea —dice reflejando gran éxtasis por tan simples palabras, eso hace que me sienta más tranquilo.

— Pero no volverás a ver a tu familia... nunca más.

— Lo sé —mira sus manos y suelta un leve suspiro. Tomo su mentón y le hago mirarme nuevamente.

— ¿Dejarás todo atrás para verme solo a mí?

— Sí, mi familia está mejor sin mí.

— Ellos no han dejado de buscarte.

— Y nunca me encontrarán — sonríe lleno de satisfacción por su respuesta.

Enreda sus piernas en mi cadera cuando me pongo de pie junto con ella, camino al interior de la cabaña, le dejo sobre el destartalado sillón, me deshace de toda su ropa con desesperación al igual que ella hace con la mía y la poseo. La reclama como mía una y otra vez, quiero tomar posesión no solo de su cuerpo si no de su alma negra también, de su podrido corazón y de todo su ser.

Nos entregamos uno al otro llenándonos del mayor placer, embriagándonos y hundiéndonos en nuestra propia oscuridad y yo no puedo dejar de pensar que esto es lo mejor que me puede pasar.

Quedamos agotados después de in increíble sexo, Linney se acuesta sobre mi pecho mientras intenta regular su respiración, yo me relajo y me dedico a acariciar su cabello.

Hermosa Pesadilla 18+ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora