🗡Desesperación🗡

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I

"La ansiedad invade mi calma, la inestabilidad mi equilibrio, los impulsos mi control, el miedo mi libertad. Soy presa de la dicotomía que revive lo que quisiera enterrar, de un extremo a otro me lleva arrastrándome por lugares y caminos que jamás hubiese querido tomar.

Decisiones y pensamientos que planeaba se caen por un abismo al ser víctima de su control.

Es inefable describir el infierno, el dolor derramado, la angustia provocada al sentir que nadie será capaz de comprender tan cruel distorsión.

Mi alma se hunde por el susurro de una sombra, un ser malintencionado que busca sentir un dolor insuperable, dejando amarrado mi consuelo, y ver que todo se derrumba buscando un nuevo resplandor.

Mis pensamientos me atacan, mis sentimientos se ven alterados, la miseria anunciada se ve reflejada por mis acciones que esconden un carácter inusual dejándome como un loco desesperado" **

Las pesadillas han regresado; luchar contra mí misma se ha vuelto más doloroso que nunca. Todo el tiempo estoy deseando mi muerto y no, no quiero morir, pero siento que no hay nada más para mí.

La cabeza duele, los oídos zumban, mi mente se confunde; escucho voces y de entre tanta confusión la risa maniaca de Angus se alza, su mirada cínica, burlona y llena de sed de sangre, él ríe... se ríe de mí y mi confusión.

— ¡Basta! —grito con fuerza agazapándome y jalando mi cabello, estoy siendo arrastrada al infierno.

— ¡Linney! —Angus se hinca junto a mí, intenta abrazarme, pero le rechazo.

— ¡Basta! ¡Silencio! —las voces se escuchan cada vez más fuerte, me confunden, me torturan.

Angus me toma en brazos, me lleva a la cama y se acuesta conmigo abrazándome con demasiada fuerza para que pueda tranquilizarme. Me retuerzo, grito, lloro, intento golpearlo, morderlo, rasguñarlo y apártalo de mí, pero él no me lo permite. Entrelaza nuestras piernas para poderme mantener inmovilizada, pero eso hace que me enfurezca, siento tremendas ganas de matar... de matarlo.

Finalmente, de tanto forcejear quedo agotada, cierro los ojos, aunque no me duermo, pero le hago pensar a Angus que sí, él se pone de pie y sale de la habitación, de inmediato hago lo mismo y me encierro en el baño.

Miro a mi alrededor buscando algo, pero al no saber que es me siento volver loca, la desesperación aumenta, el deseo de matar también, la culpa me ahoga, miles de pensamientos hacen de mi cabeza una bomba a punto de explotar.

Mis manos no pueden mantenerse quietas, todo el tiempo mi piel se encuentra roja y arde por la forma en que encajo mis uñas, mi rostro está pálido, las ojeras debajo de mis ojos son cada vez más notables, mis labios están resecos... mi apariencia es fatal, me veo demacrada casi como un cadáver.

Un grito desesperado sale de lo más profundo de mí, la aflicción acaba conmigo, miro mi reflejo en el espejo y odio lo que veo; lo que soy, en lo que me he convertido...

¡Soy un monstruo!

Con fuerza rasguño mi cuello mientras mis ojos se mantienen clavados en mi otro yo del otro lado del espejo. Veo como la delicada piel se pone roja y salen pequeños rastros de sangre...

¡Quiero ver sangre porque es lo único que logra calmarme!

Las lágrimas se deslizan por mis mejillas, pero me encuentro sonriendo, siempre he odiado eso; sonreír y llorar.

Hermosa Pesadilla 18+ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora