Hermosa Pesadilla 18+ ©

🗡Temores🗡

II

Saber que los padres de Linney están aquí buscándola, hace que me llene de miedo e inseguridad; ella podría dejarme en cualquier momento para irse con ellos. Ya me planteó la idea, dice que es para protegerme, pero temo que ella realmente desee volver a su antigua vida, aunque ambos sabemos que eso ya es algo imposible, ahora que ha tomado una vida humana, es simplemente imposible que vulva a hacer la persona que era antes.

Aun así, sigue debatiéndose, se niega a dejarse consumir en su totalidad por los oscuros deseos de su corazón, verla de esa manera me asusta. Yo no quiero que ella me deje, la necesito de una manera que nunca imaginé que llegaría a necesitar a alguien.

Siempre creí que tenerme a mí mismo era más que suficiente, pero cuando pienso en Linney dejándome, algo en mi interior se entruja violentamente.

¡Yo no voy a dejar que ella me deje! Prefiero matarla primero y quedarme por siempre con su corazón a que se vaya con sus padres o con cualquier otra persona.

Ahora no quiero que salga, mi miedo es tan enfermo e irracional que la he dejado encerrada en la cabaña. He estado buscando información, incluso pensé en ir en busca de sus padres para matarlos sin importar ganarme su odio y el desprecio, sin embargo, cuando di con la casa donde se están quedado, describí que está rodeada por docenas de patrullas así que no pude acercarme, por la plática que escuché entre dos policías, ellos realmente creen en la posibilidad de que vaya por ellos.

Quieren detenerme y arrebatarme a Linney.

¡Ellos quieren alejarla de mí, pero no lo voy a permitir nunca!

Esa chica a la que dejé vivir dijo que yo tengo a Linney retenida en contra de su voluntad... ¡Sí tan solo supiera que ella ha cometido los últimos asesinatos! Es excitante saber que estoy en la mira de todos, eso me gusta, pero la idea de que me quieran alejar de Linney me desagrada, primero mataré al mundo entero antes de que eso suceda.

Ella es mía, hoy y por siempre.

Cuando llego a la cabaña y entro a la habitación donde la dejé, ella comienza a bombardearme con preguntas, le digo toda la verdad y me desagrada ver el alivio en su mirada al saber que sus padres están bien y que lo más seguro es que no la odien, yo quiero ser lo único en su vida... no quiero competir con sus padres ni con nadie.

Sus ojos me muestran el terror y la repulsión cuando le suelto fríamente que yo asesiné a mi familia, se niega a hacer ella lo mismo con la suya, el pánico me invade...

¡Ella puede dejarme! En cualquier momento puede irse y dejarme.

— ¿Te arrepientes de haberte venido conmigo? —Pregunto temeroso de su respuesta.

Me mira fijo por unos momentos y el pánico dentro de mí crece, pero finalmente contesta dándole descanso a mi podrida y maldita alma.

— No —Su voz es firme y no se escucha duda en ella, sonrío sintiéndome verdaderamente aliviado y camino hasta ella, la acuesto sobre la cama y le beso con necesidad, deseoso de impregnarme de su escancia y llenar el agujero negro que hay en lugar de mi corazón.

Sus labios se mueven al compás con los míos, se devoran mutuamente, mis manos acarician su tibia piel y las de ella se enredan en mi cabello. Rodamos por la cama, ansiosos y anhelantes de fundirnos en uno solo, acariciándonos mutuamente con desesperación y profundo deseo, ambos nos necesitamos, nos deseamos, somos indispensable el uno en la vida del otro, ella no puede dejarme y yo nunca permitiré que lo haga.

∞

La pequeña mano de Linney sube y baja por mi torso desnudo y sus dedos dibujan el contorno de mis abdominales. Yo acaricio su espalda y cierro los ojos sintiendo la pesadez por falta de sueño. Hemos estado teniendo sexo las últimas horas y lo único que ahora quiero es dormir, ella parece más tranquila, aunque se mantiene metida en sus pensamientos.