Yo te voy a amar [Remake]

12. Extra Track: Infortunio

- ¿Y ahora, adónde van a ir?- interrogó Elfriede con expresión preocupada, mientras terminaba de vendar las heridas de Arsenie. - Regresaremos a Moldavia- contestó Dan, mirando con cierta angustia a su hermano; los raspones en ese suave rostro, el rasgón en una pierna y esa herida bien visible en la frente- Es lo que quiere Arsenie, pero yo aún tengo miedo- se encogió atemorizado. - Seré más fuerte que cualquier destino- habló Arsenie, dirigiéndose a su hermano- No huiré más, lucharé, y si debo morir, será luchando por cambiar mi vida- dijo con decisión- Antes solo temía por ti, pero ya no he de temer más y tú tampoco. - Sabias palabras, Arsenie- comentó Elfriede con una sonrisa de aprobación. - Gracias, amiga Elfriede- dijo Arsenie, dedicándole una sonrisa de agradecimiento- Estamos en deuda contigo y con tu hermano. - Saber que son felices será suficiente pago para mí- dijo Elfriede con suavidad. - Gracias una vez más- insistió Arsenie- Partiremos mañana a primera hora.

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- ¡Aspros, se te fue la mano!- reclamó Sísifo escandalizado. - Amigo, te aseguro que si algo no se me fue es la mano- dijo Aspros con picardía. - ¡Aún así, ese método fue demasiado humillante para ella!- requirió Sísifo muy molesto- ¡Acepta que te pasaste! - No lo aceptaré, porque bastante que me contuve- bufó Aspros- Con lo que me gusta esa mujer, lo que tenía era deseos de cogérmela ahí mismo. - ¡Aspros, es de mi sobrina de quien estás hablando!- rugió Sísifo furioso. - Lo siento, soy sincero- admitió Aspros- Bueno, al menos ya sabes lo que deseabas: ella ya no es virgen. Sisífo se puso colorado por el descaro con el que hablaba su amigo, pero en parte era su culpa por confiarle sus dudas respecto a Elfriede y la solución de estas. - Deberás disculparte con ella- sentenció el Santo de Sagitario. - No fue para tanto- protestó el de Géminis.

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- No estés así, Elfriede- trató de consolarle Dégel, acariciándole la cabeza, mientras ella permanecía hecha un ovillo y encogida sobre sí misma, dejando escapar algún que otro sollozo de rabia. - ¡Ese cerdo me las tiene que pagar!- chilló iracunda, alzando su rostro bañado en lágrimas- ¡Me trató como a una cualquiera! - ¿Tan grave fue lo que pasó?- inquirió Dégel muy serio. - Me manoseó, Dégel- contestó Elfriede toda ruborizada- Me sentí violada. - Es normal que te sientas así, suerte que no pasó a mayores- dijo Dégel, disimulando la oleada de rabia que lo invadía, pues se consideraban mejores amigos y él valoraba mucho la amistad de la joven- Aspros es un mal sujeto. - Espero que un día todos se den cuenta- comentó Elfriede recomponiéndose.