CAPITULO 9

323 50 72
                                        

Llego la hora de salir del colegio, espero que la hermana Kaede no haya visto nada. Supuse que no... puesto que no me dijo nada, comencé a caminar hacia mi casa me sentía demasiado devastada, era mejor que nos diéramos cuenta de que no somos nada compatibles antes de que sucediera alguna barbaridad entre nosotros. Sentí mi celular vibrar y lo saqué rápidamente pensando que... era una llamada de mi tía Izayoi...

Rin: (Contestando) Hola tía

Izayoi: (Dulcemente) Querida... como te fue en la práctica?

Rin: Bien tía... me fue bien

Izayoi: Ya saliste verdad?

Rin: Si tía... voy a casa

Izayoi: Te llamo en 20 minutos Rin... ni uno mas

Rin: Si tía

La llamada se cortó y guarde mi celular para seguir caminando hacia la casa, el cielo del atardecer se hizo gris y comenzó a llover fuertemente, me detuve por un momento para extender mis brazos dejándome mojar por la intensa lluvia, levante mi rostro y cerré mis ojos sintiendo el agua caer sobre mí. Decidí caminar lentamente mientras los demás corrían para evitar mojarse.

Miraba por la ventana de mi oficina y vi que caía un diluvio. Mire mi reloj... eran las 5 de la tarde, ya había salido del colegio, se estará cubriendo de la lluvia? Y si se está mojando? Estaba por salir corriendo para ir por ella cuando recordé el berrinche que me había hecho ese día, la manera intransigente en que se había comportado, no.... No iré corriendo tras ella, no era quien para meterse en mi vida, decidí sentarme en mi escritorio y ponerme a trabajar.

Llegue a la mansión y entre al interior, en ese momento escuche que el teléfono sonó y corrí a contestar, como era de esperarse Cruela Devil me checo la hora de llegada a casa. Cuando terminé de hablar con ella me dirigí a la habitación de mi padre para quitarme el uniforme y cambiarme de ropa.

Salí a las 8 de la noche de la fábrica, realmente había querido dejar de pensar en ella, aún estaba irritado y lo que menos quería era pensar en ella y en su ridícula forma de actuar. Sin embargo había sido inútil, todo el maldito día y tarde la tuve en la cabeza repasando una y otra y otra vez lo que había sucedido. Me subí a mi automóvil y lance mi portafolio en el asiento del copiloto, lo aborde, lo encendí y salí a toda velocidad de la fábrica.

Después de casi dos meses que se había ido mi tía de retiro me sentía en paz, mañana seria jueves y no habrían fiestas... estaría sola, no me obligarían a inhalar cocaína, no me obligarían a tener orgias de sexo oral... Estaba siendo libre por esos pocos días, estaba sentada en un sofá mirando The Simpson... realmente me encantaban sin embargo ahora no los veía con el mismo entusiasmo, estaba vestida con mi pijama y con una manta morada cubriéndome ya que hacia frio. Irónicamente entre mis manos estaba un bote de helado de chocolate que estaba comiendo ya que decidí seguir el consejo de Jako y comer chocolate para la depresión. Mientras veía el programa y comía las lágrimas salían de mis ojos.

Llegue a casa por fin, presione el botón de mi auto para abrir la reja la cual lo hizo, entre hacia el garaje donde aparque mi auto. Al salir mire hacia enfrente y vi la mansión Yashiro a oscuras... realmente tenía ganas de salir corriendo hacia allá, derribar la puerta y verla... no... esta vez no... no iré aunque yo solo me joda. No iré.

Me dirigí al interior de mi mansión y me recibió mi nana con una sonrisa amorosa...

Shouga: (Abrazándolo) Bienvenido a casa querido

Inu no: (Sonriendo levemente) Gracias nana

Cuando me miro...

Shouga: (Preocupada) Que te paso en la boca mi niño?

Cadenas De AmarguraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora