7.

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Duele mucho.

Aunque ya hace mucho del funeral de Diana.
Emma no dijo ni una palabra. Tampoco derramó ni una lágrima.

Ya no voy a poder ver la sonrisa de Diana nunca más. Por más que quiera. Nunca en persona.

Al funeral vinieron bastante gente. Siempre los típicos abrazos, pero... un abrazo no cura este tipo de dolor.

Ya Emma ni se molesta en hacerse sus ondas y rizos en el pelo. Apenas se peina. Está demasiado deprimida.

Últimamente tiene mucho frío. No puede quitarse la manga larga y abrigo. No se separa de ella.

¿Y yo? Yo no le encuentro sentido a nada.
Desde la muerte de Diana mis padres no han dejado de pelear. Me duele la cabeza por ello.

He pasado el peor cumpleaños del siglo. Desperté llorando. Mi cuerpo lo hizo y ya, no sé que soñé, pero estaba llorando.

Luego, fuí al funeral. El mismo día que nuestro nacimiento.

Nunca pudo cumplir 13 años. Y fíjate. Estoy yo aquí.

Después, al llegar a casa. Papá y mamá no paraban de gritarse. Y yo no pude dormir hasta las tres de la mañana.

Y no paran de gritar.

Hoy me he levantado de la cama. He desayunado y vestido. He ido al colegio y lo de siempre. Después. Al llegar. Ví algo que me dolió muchísimo.

Mi padre sostenía una maleta. Mientras gritaba. ──¡Me voy! ¡No soporto está casa más! Ni me llameis. Adiós.── Me miró, a mí y a mí única hermana viva. Me miró con esos ojos verdes que se parecen tanto a Emma y se marchó.

Llevo días en la puerta esperando que vuelva, pero no lo hace. Ahora, hemos pasado de estar cinco en la casa, a estar únicamente tres.

Días, semamas, meses... Aún no a vuelto.

──Adiós papá.── Susurro hacia la puerta y me separo. Después de tanto tiempo de ella.

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