capitulo 31

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D i a C u a t r o

Mantenía en silencio apoyando mi cabeza sobre su estómago, recostado en aquella gran cama donde dormía junto con ella, mientras veía una película de romance y a la vez, con sus suaves y finas manos acariciaba lentamente mi cabello. Hace tiempo que no veíamos películas de ese modo, pues hace tiempo que no hacíamos muchas cosas, pronto repondré todo eso para ser felices al fín. Cerraba los ojos de vez en cuando al sentir aquella ternura recorrer por mi cuero cabelludo, ella era extremadamente dulce conmigo, ella es dulce conmigo. La miré de reojo a ella, su cabello estaba recogido en una especie de coleta desordenada, usaba sus anteojos para leer bien los subtítulos pequeños de la película, mientras que yo no prestaba nada de atención a aquella, solamente a ella y sus embriagadoras caricias.

-¿Como estás? -preguntó ella.

-Bien cómodo -sonreí- ¿Te gusta la película?

-Si, está entretenida... -asintió- ¿Y a tí?

-Ni me fijé -reí levemente- lo siento, toda mi atención está concentrada en tí.

-Oh gracias -rió ella- es lindo que toda tu atención sea para mí

-Así será desde ahora en adelante, esta vez es enserio.

Ella tomó mi mentón para luego besarme de manera corta pero a la vez lenta, yo solo sonreía bobamente ante su cariñoso gesto ¿Como era posible que despúes de todo lo malo que le hice pasar estémos así? Ella me ama, esa es la respuesta, me ama tanto como yo la amo a ella, algunos pueden llegar a decir que me ama más que yo a ella, pero soy demasiado orgulloso y demostraré que la amo más, me costaría toda la vida. Ella ha estado conmigo en las buenas y en las malas, yo también, pero con lo que pasó significaba que no estube en las ''malas malas'', ella sí.

-¿Que hice para merecer una mujer como tú? -pregunté, pensé que en mis pensamientos pero fue en voz alta.

-Solo soy una mujer normal Kendall, no la mujer perfecta de la revista soñada ni novela más romántica de todas, solo soy yo.

-Para mí eres la mujer más perfecta de todas y soy afortunado de tenerte como mi esposa.

-¿Me amas? -me preguntó.

-¿Por que lo preguntas? -la miré.

-Simplemente es una pregunta..

-Te amo, con cada segundo de mi vida.

Me enderecé para yo ahora besarla, de manera lenta y a la vez dulce, tratándo de darle a entender que lo que sentía por ella si era real, que no le volvería a fallar como lo hice antes, que nunca más la haré llorar al menos que sean lágrimas de felicidad, que nunca más le volveré a levantar la mano, que nunca más la insultaré, que nunca más, pero de los nunca jamaces, la violaré... Nunca más. No me dí cuenta de que algunas lágrimas en mí caían ¿acaso la culpa era tan grande que me hacía llorar? o simplemente, era el karma por el dolor que le causé.

-Soy un marica -bajé la mirada, limpiando las pequeñas lágrimas que caían.- lo siento.

-No te insultes ¿si? -me miró con aquellos ojos angelicales que me enamoraban día a día.- Me gusta que vuelvas a ser el Kendall sensible que conocí, no quiero a un ''macho'', quiero a mi niño que conocí.

-_____, tengo veintisiete años, no soy tu ''niño que conociste'' -bufé leve, era bastante orgulloso en ese sentido. La volví a mirar y solo suspiró, había sonado como el idiota de siempre, oh joder. Suspiré negando, tomando sus manos y depositar un beso en ellas.- bien, me trago el orgullo ¿feliz?

-Como quieras.. -suspiró ella, evitando el mirarme.

-Hey... -tomé su mentón, para que volteara a mirarme.- tranquila, todo estará como antes, cuando éramos la pareja más feliz de todas ¿si?

Bleending Out From Love [Kendall Schmidt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora