Bleending Out From Love [Kendall Schmidt]

capitulo 32

Toqué por décima vez la puerta, esperando respuesta de que ella me abriera la puerta y poder hablar de lo que había sucedido, pero ella no respondía, la había lastimado en verdad nuevamente cuando me prometí no volver a hacerlo. ¿Por que ahora? Todo iba tan bien, pero el encuentro con Candy y su concepto de no saber callar la boca, llevaron a que _____ descubriera más cosas y le causara más daño, a solo un día de poder recuperar-la del todo. Dejé de insistir al no escuchar respuesta de ella, quedándome ahí con la cabeza abajo lamentándome de todo lo sucedido, simplemente, le he hecho muchísimo daño a ella. 

Me dirigí hacia el sofá suspirante, pensando en lo que haría para recuperarla, que podía hacer para que ella me perdonara todo lo que había pasado, remediar todo y hacer que todo vuelva a su curso. ''Has fracasado Schmidt'' pensé en mis adentros, había fracasado en verdad ¡tenía que admitirlo! le había fallado una vez más y no había vuelta a atrás, mi matrimonio se fue a la borda. 

No me había dado cuenta que me había dormido en el sofá, no hasta de sentir los rayos del sol traspasar la fina cortina hacia donde estaba, vaya que era molesto. Me levanté de mala gana del sofá, recordando a los segundos después como una bomba de tiempo lo que había pasado anoche. Antes de dirigirme al cuarto de _____, ella salío con una gran maleta ya vestida y arreglada, nuevamente aquella mirada de decepción estaba ahí, la mirada de tristeza, la mirada que me decía que nada estaba bien,esa mirada que me rompia el corazon al saber que todo estaba perdido. Intenté tomar sus manos, pero me rechazó.

-Vístete, desayunaremos aquí y luego nos vamos ¿si? -me habló en voz firme, pero aún así no mirandome.

-Esta bien... -asentí sin protestas, no sin antes de hacer que su mirada se encontrara con la mía- entonces... ¿Todo acabó?

-Si.. 

''Ya la perdiste Schmidt''. 

Sin nada más que decir, caminé hacia mi cuarto para obedecer a sus dichos, ya la había perdido y no podia hace nada. No podía forzarla a estar más aquí, podía notar desde aquí lo decepcionada que estaba de mí, ya lo había arruinado todo y no podía hacer nada más, la he perdido. Me encerré en el cuarto, fui al baño, me desvestí y me dí una ducha fría para refrescar mis pensamientos, en verdad necesitaba ordenar mis ideas y pensar ya en lo que pasará con mi vida. ¿Porque me doy por vencido ahora? Porque ya recíen comienzo a analizar todo lo que le hecho a ella, ¡Ninguna mujer que esté en sus cabales perdonaría tanto daño de la noche a la mañana! Ella era un ser humano, que estaba lastimada por toda mis porquerías que he hecho contra de ella, contra de su persona, contra mi esposa,contra mi princesa. Al terminar mi baño, salí envuelto en una toalla y así comenzar a vestirme. Al terminar, comencé a preparar mis maletas, meter de mala gana toda mi ropa y mis cosas a la maleta ya vencido, sin decir ni reclamar nada. A los minutos después, salí del cuarto cargando mi maleta y dejarla en la sala de estar, a un lado de la suya. Ella me miró suspirante, ya terminando de servir el desayuno. Me miró extrañada, yo solo obedecí en ir a sentarme para desayunar. 

-Pensaba que evitarías esto. -mustió, yo la miré confundido.- digo, si fuiste capaz de retenerme aquí y ahora no hacer nada... Olvídalo. 

No me atreví a hablarle, en verdad no sabía que responder a sus preguntas a si que solo opté por callar y comenzar a desayunar. Ella tomó asiento a mi lado, comenzándo a servir las tostadas y el café, yo solo la miraba sin ánimos y empezaba a comer. En la mesa todo era silencio, lo único que se podía escuchar era los choques entre la taza de café con el plato que iba debajo de esta, o el cómo tomábamos nuestro pan y el masticar, ninguno hablaba ni una sola palabra. La miraba de reojo, ella igual a mí, aunque no hablábamos nos entendíamos con la mirada, ella entendía mi ''Perdóname'' y ella con su ''Tranquilo''. Un ardor sentí en mis ojos, quería llorar y solo porque yo mismo me daba por vencido, mis razones eran muy justificadas.