4. ¿ cómo olvidar ?

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KATHERINE

Odio las alarmas, es decir las odio pero las necesito porque por mi dormiría todo el día, claro está que no entiendo porque está sonando hoy, si se supone que es sabado y estoy en casa de Mad.

La incesante alarma, no paraba de sonar, lo cual me obligó a abrir mis ojos para encontrarme con la leve lluvia del exterior y la sensación de frío más intensa, al igual que mi estómago crujiendo a causa del hambre.
Estiro mi brazo izquierdo para apagar la intensa alarma y observo que Mad sigue durmiendo como si nada, también noto que sus ojos están inflamados y que su almohada está húmeda, por lo que llego a la conclusión de que se pasó la mayor parte de la noche llorando, lo cual me pone de mal humor; así que me dirijo hacia la cocina a preparar algo.

MADISSON

Un dulce aroma me despierta, por lo que me levanto y noto como cae la lluvia.

Excelente, este día no pudo empezar mejor.

Despues de cepillar mis dientes me dirijo a la cocina donde encuentro a kath con una hermosa cara de " no me hables, estoy de mal humor", asi que tengo que tener mucho cuidado con lo que digo o hago por que se que su humor el día de hoy no es el mejor y no quiero ser consumida por una silenciosa guerra fria aqui.

— Buenos días, solecito. — mis palabras se ahogan en el silencio al llegar a la alacena.

— eran buenos hasta que desperté — dice ella con un toque de Hastío.

— vaya, alguien despertó de malas pulgas —. le digo con una sonrisa falsa, ya que tampoco es que tenga ánimos — Uhm, huele delicioso — le digo en cuanto pone un plato frente a mi con huevos y tocino.

— pues... casualmente queria cocinar porque ya sabes, la lluvia me trae hambre, así que disfrutalo porque tu haces el almuerzo. — dice y me guiña un ojo la muy descarada, sin embargo, al parecer su ánimo estaba mejorando.

— JA... JA, muy chistosita, al menos no lavaré los trastes — una sonrisa de orgullo invade mi rostro, ya que gané la batalla; no obstante mi intención era subirle su ánimo.

— vaya, se te da muy bien eso de fingir, estar bien ahora, cuándo sé que lloraste toda la noche por ese idiota — recalca la última palabra con un toque de amargura — dime, ¿ por qué te sientes así por ese imbécil que no vale la pena ? — me preparo, pues ya se a donde se dirige esta situación.

—Kath, en serio ya deja el tema, si sabes como soy no te desgastes. — el hastío se apodera de mis palabras, pues odio los conflictos.

— ¡ NO ! — dice alzando un poco la voz y dirigiéndome una mirada atemorizante.

— ¡¿ NO ?¡ — frunzo mis cejas.

— ¡ NO !, Porque ya te dije olvidalo, no vale la pena, es un idiota, sé que nunca te habian invitado a bailar y menos alguien tan guapo como el, Pero, ¿viste su estado? El no te conviene Mad, ¡ olvídalo !, ¡¿ quieres ?! — sus palabras desbocan ira y rabia.

Eso dolió, pero es la verdad... La cruda y cruel verdad.

— eso lo sé, pero no sé como olvidar esa estúpida sonrisa que caracteriza su rostro, aquel aroma que me embriagó esa noche y su carisma — suspiro —, creo que me gusta — digo cabizbaja porque se que su cara debe de ser un poema en este momento.

— para eso nos tienes a mi y a Ryan, boba — de repente siento como me brinda un reconfortante abrazo, al tiempo que diversas lágrimas se deslizan por mi piel.

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KATHERINE

Fall in YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora