capítulo 24: Ariana.

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Me sequé las lágrimas.

-¿Qué quieres decir con que está en peligro?.--pregunté, al borde del pánico.

-No podemos hablar esto por teléfono.

-Mira, te conviene que esto no sea una broma para burlarte de mí.

Del otro lado de la línea se oyó una voz de hombre, pero no era la de Billie, ya que esta era tan ronca como la de la mujer.

-Niña, a ver si me escuchas y dejas de divagar. Necesitamos hablar mañana a primera hora, ¿está bien?

-¿Billie sabe algo de esto?

-¡No, y no le digas nada! Si ella llega a enterarse de esto, todo va a salir mal.

Miré a Shawn, quien estaba casi pegado a mi móvil.

-¿Cómo que no lo sabe? Es ella la que está en peligro.

-Bill...

-Billie.--repliqué.

-Billie le debía cinco carreras a Bruno, ha ganado las primeras cuatro, pero Bruno sabe que si Billie no gana tampoco podrá obtener las ganancias. Hay mucho dinero en juego, mañana es la noche crucial y Bruno necesita ese dinero a como dé lugar.

-¿Y qué tengo que ver yo en esto?

-¿Nunca has oído hablar de la plataforma?

-No.

-Entonces mañana reúnete conmigo.

Dudé, ¿y si nada de esto era real?

-Por favor.--pidió ella.

-Está bien.--no solo lo hice por Billie, sino porque necesitaba ver el rostro de la mujer que me la había arrebatado.

...

A la mañana siguiente Shawn y yo fuimos a la universidad más temprano que de costumbre, aún no había amanecido del todo, puesto que el invierno se acercaba y las noches comenzaban a alargarse. A esa hora no había muchos alumnos, solo algunos que otros que estaban desde temprano para sus finales intermedios.

Hacía mucho frío.

Nos quedamos cerca de la entrada principal hasta que oímos aquella voz femenina seguida del ruido de tacones. Ambos nos dimos vuelta. La mujer no era precisamente lo que esperaba, ni siquiera podía imaginar cómo Billie pudo haber estado con ella. Era baja, morena y de ojos café. Iba vestida con unos jeans negros y una chaqueta larga de cuero color suela. No voy a mentir, era bonita, pero sus años de hermosura parecían haberla abandonado.

-¿______?.--preguntó y asentí, cruzada de brazos y con el cejo fruncido.

Por ella, por ella Billie me había engañado. Shawn me tomó del brazo, él intuía que podía perder la cabeza si llegaba a soltarme.

-¡Eres idéntica a su descripción!.--exclamó sorprendida.--No mintió cuando dijo que tenías la belleza de un ángel.

¿Billie había dicho eso de mí?

-¡Para con esto!.--le espeté dando un paso hacia ella, y como mi amigo me sostenía no podía avanzar más.--No necesito que venga con sus mentiras, ha ganado, ya tiene a Billie, ¿qué más busca?

-¿Que ya la tengo?, ¿a qué te refieres, cariño?.--y su tono de voz me hizo acordar al de mi madre.

La miré por unos instantes sin decir nada. Parte de mí quería arrojarse sobre ella, golpearla, lastimarla, por ser tan hipócrita.

DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora