El corazón nunca se equivoca - [Capítulo 05]

1.1K 51 0
                                    

La hora acordada con el señor Osorio había llegado, asi que los chicos tenían que presentarse en el backstage para no meterse en problemas y eso hicieron.
Entraron los 4 al camerino que compartían Emilio y Joaquín.

Después de tomar asiento para esperar las órdenes que debían acatar como labores el castaño se acercó a donde estaba la persona que tanto quería, incandose un poco recargado en una de sus rodillas y acorralandolo entre sus brazos para hablar con un poco más de "privacidad" entre los dos.

-E: Tengo sueño -dijo mientras acostaba su cabeza en la pierna de Joaquín y éste comenzó a masajear sus chinos con los dedos para relajarlo un poco-.
-J: Dímelo a mí que me aplastaste toda la noche -rié burlón-.
-E: Lo hice para que no tuvieras frío, solecito -alegó-
-J: Si tú lo dices
-E: Mejor sígue haciéndome piojito para quedarme dormido un rato
-J: Lo haré pero no te duermas, tu papá no tarda en llegar para darnos los guiones.
-E: Por cierto, ¿crees que esté bien que hablemos con mis papás hoy en la tarde? O sea, yo les voy a contar lo mío pero quiero que estés ahí aunque todavía no seamos novios.
-J: Ya sabes que siempre estaré para tí, te lo dije ayer como amigos y te lo repito ahora como lo que sea que seamos -reafirmó-.
-E: Ya sabía que no me ibas a dejar sólo en esto.
-J: Emilio, no te voy a dejar solo en nada.
-E: Te quiero muchísimo, Joaco -levantó su cabeza para plasmar un bello beso de pico en los rosados labios de Joaquín-.
-J: Yo también te quiero, desde hace mucho tiempo lo hago. -le sonríe seguro-.

Emilio sintió tanta ternura y lo demostró acorrucandose encima de Joaquín, entre sus piernas y pecho quedó cómodo tal cual bebé de brazos. En respuesta Joaquín lo abrazó y le dio un pequeño beso en la frente, parecía su bebé y en ese momento sólo quería cuidarlo y demostrarle todo lo que por él sentía.

La tarde pasó y los chicos terminaron sus labores en la empresa, como habían acordado antes, Emilio llevó a Joaquín a su casa para que prácticamente solo pidiera permiso de regresar a la casa del castaño y él pudiese hablar con más seguridad a sus padres de lo que estaba pasando.

-J: ¿Quieres pasar?
-E: No, no te preocupes yo aquí me quedo en la camioneta -aseguro-.
J: ¿Seguro?
E: Seguro, guapetón -guiñó coqueto el ojo derecho-.
J: Bien, entonces no me tardo. No vayas a estar viendo tipos o tipas, por favor -bromeó-.

Joaquín bajó y entró a su casa, platicó unos minutos con su madre la señora Elizabeth prometiendo que más tarde volvería y comprensible le concedió el permiso. Agradecido abrazó a su madre para después regresar con Emilio quién desde hace ya varios minutos lo esperaba en el auto.

-J: ¿Me tardé?
-E: Un poco, espero que por lo menos hayas traído ropa para quedarte de nuevo -sonrío entre coqueto y pervertido-.
-J: Hoy no podré Emilio, prometí que volvería más tarde.
-E: Andale Joaco, yo te ayudo a convencer a mi suegra -dijo haciendo pucheros-.
-J: Que no y ya vámonos porque tú no quisiste entrar a ver a tu suegra pero yo ya quiero ver a la mía -bromeó para cambiar de tema y no terminar accediendo a lo que le pedía-.

Pasaron unos 20 o 30 minutos, el castaño estacionó el auto y entraron a la casa. Ahí estaban ya Niurka y Osorio quién había ido porque Emilio se lo había pedido en las grabaciones. Se sentaron en la sala y bueno, comenzó la tan esperada charla...

-E: Mamá, papá -dijo mirando a ambos-. Saben que los medios pueden llegar a ser terribles para un artista y yo no quiero eso en mi vida, por eso siempre trato de ser lo más transparente posible, pero un hijo que le miente a sus padres puede llegar a ser igual de terrible, y no quiero que eso pase con nosotros, ni mucho menos que nuestra buena conexión acabe...Lo pensé durante tanto tiempo para estar seguro, y pensé aún más en cómo Iba a decírselos.

A Niurka le salió una lágrima de felicidad junto con una ahogada sonrisa, ella sabía lo que seguía, era su madre y lo conocía mejor que nadie. Emilio al notar su reacción se sintió mucho más seguro para continuar y volteando hacia atrás donde estaba Joaquín le extendió su mano para que quedara a la par de él y terminar de asegurar lo que sus padres ya veían venir. Niurka y Osorio no hicieron más que ir junto con ellos y abrazarlos como nunca.

Al terminar con la plática y los consejos, los chicos subieron a la habitación de Emilio para comenzar con la suya propia. El castaño acostado abrazando el pecho de Joaquín y éste nuevamente masajeandole los rizos como tanto le tranquilizaba.

-E: Nisiquiera necesité usar la palabra, ellos lo sabían todo.
-J: Son tus padres, mi amor, ellos te conocen más que nadie -le sonrió-.
-E: Tenemos tanta suerte, sol. Podremos vivir esto como cualquier pareja normal, tenemos el apoyo de tus padres y de los míos para ser quién somos.
-J: Lo sé, hasta el de los fans que tanto pedían esto pero no les hacías caso -bromeó-.
-E: Lo sé, me van a matar por haber tardado tanto -rié-. ¿Oye, en serio no te puedes quedar? -torno su semblante un poco más serio-.
-J: De verdad no puedo, pero puedo preguntar si tú puedes quedarte conmigo -sonrío-.
-E: Ándale, ¡vas! -sonrío contento-.
-J: Bien, deja la marco a mi Mamá.

Joaquín le marcó a su madre para preguntarle. Ella amablemente aceptó, ya que desde cuando sabía lo que su hijo sentía por Emilio y prefería sentir a ambos cerca.
El castaño tomó algo de ropa y la metió a su mochila, se despidieron de su madre y salieron nuevamente hacia la camioneta.

-E: ¿Quieres que pasemos por pizza? Para cenar algo, ya me está dando hambre -dijo mientras encendía el auto-.
-J: Claro, por mí está bien -sonrió-.
-E: No sé diga más -tomó con una mano el volante y con la otra a su solecito como él le decía-.

Los chicos pasaron por la pizzería y a una tienda 24/7 para comprar golosinas y los pingüinos que a Joaquín tanto le gustaban. Después llegaron a la casa, saludaron a la señora Elizabeth y subieron a la habitación de Joaco en donde disfrutaban de lo que habían comprado.

Emilio y Joaquín - El corazón nunca se equivoca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora